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miércoles, 3 de febrero de 2016

Tinkunaco 0128/15 - Re: [catorce_bis] La Corte IDH emite Sentencia sobre el Derecho a la Propiedad Colectiva y Protección


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Comunicado de Prensa
Corte Interamericana de Derechos Humanos
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LA CORTE EMITE SENTENCIA SOBRE EL DERECHO A LA PROPIEDAD COLECTIVA Y PROTECCIÓN

DEL MEDIO AMBIENTE DE LOS PUEBLOS KALIÑA Y LOKONO EN SURINAM


San José, Costa Rica, 28 de enero de 2016.- La Corte Interamericana de Derechos Humanos notificó el día de hoy la Sentencia sobre Fondo, Reparaciones y Costas en el caso Pueblos Kaliña y Lokono Vs. Surinam, sometido a la Corte por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el 28 de enero de 2014. El texto íntegro de la Sentencia y su resumen oficial pueden consultarse en el siguiente enlace: http://www.corteidh.or.cr/casos.cfm.

El caso se relaciona con las reclamaciones de los Pueblos Kaliña y Lokono para el reconocimiento por parte del Estado de su personalidad jurídica colectiva, así como del derecho a la propiedad colectiva sobre su territorio tradicional, el cual no se encuentra titulado en su favor. Parte del territorio reclamado limita en distintas zonas con asentamientos de la tribu N´djuka maroon y otras áreas se encuentran tituladas a favor de terceros no indígenas en áreas contiguas al Río Marowijne. Además, dentro del mismo se habrían creado tres reservas naturales, a saber: i) la Reserva Wia Wia en 1966; ii) la Reserva Galibi en 1969, y iii) la Reserva Wane Kreek en 1986, las cuales en su conjunto abarcan un aproximado de 59.800 hectáreas del territorio reclamado. Las afectaciones a los Pueblos Kaliña y Lokono, relacionadas con la Reserva Galibi, se refirieron a restricciones de acceso y uso del territorio. Además, en la Reserva Wane Kreek, el desarrollo de actividades de minería a cielo abierto destinadas a la extracción de depósitos de bauxita, las cuales no contaron con la participación efectiva, mediante un proceso de consulta a dichos pueblos, generaron problemáticas relacionadas con la degradación ambiental y reducción de la caza y pesca.

Respecto del derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica, la Corte reiteró su jurisprudencia en casos previos de Surinam y determinó que siendo que el ordenamiento jurídico interno del Estado no reconoce el ejercicio de la personalidad jurídica de los pueblos indígenas y tribales de manera colectiva, el Estado violó el artículo 3 de la Convención Americana.

Respecto del derecho a la propiedad colectiva, la Corte concluyó que la falta de delimitación, demarcación y titulación del territorio de los Pueblos Kaliña y Lokono por parte del Estado violó el derecho a la propiedad colectiva, reconocido en el artículo 21 de la Convención Americana, y el deber de adoptar medidas de derecho interno, establecido en el artículo 2 de la misma.

En relación con el derecho a solicitar la reivindicación del territorio ante la existencia de títulos individuales a favor de terceros no indígenas, la Corte estimó que este derecho permanece vigente, para lo cual el Estado debe ponderar los intereses territoriales particulares o estatales y los derechos territoriales de los miembros de las comunidades indígenas. Respecto del alegado mantenimiento de las reservas naturales en el territorio tradicional, la Corte determinó que también les asiste a los Pueblos Kaliña y Lokono el derecho a solicitar en derecho interno, la posible reivindicación de las partes correspondientes a su territorio tradicional colindante con las reservas, frente a lo cual el Estado debe ponderar la protección del medio ambiente como parte del interés general con el derecho de los pueblos indígenas.

En relación con las alegadas restricciones para los pueblos indígenas en las reservas naturales, la Corte consideró relevante hacer referencia a la necesidad de compatibilizar la protección de las áreas protegidas con el adecuado uso y goce de los territorios tradicionales de los pueblos indígenas. En vista de ello, la Corte concluyó que, en principio, existe una compatibilidad entre las áreas naturales protegidas y el derecho de los pueblos indígenas y tribales en la protección de los recursos naturales sobre sus territorios, destacando que los pueblos indígenas y tribales, por su interrelación con la naturaleza y formas de vida, pueden contribuir de manera relevante con dicha conservación. En este sentido, los criterios de participación efectiva, acceso y uso de sus territorios tradicionales, y obtención de beneficios de la conservación, resultan elementos fundamentales para alcanzar dicha compatibilidad, la cual debe ser evaluada por el Estado y garantizar mecanismos adecuados para su implementación. Para el caso concreto, el Tribunal concluyó que la falta de mecanismos expresos que garantizaran el acceso, uso y la participación efectiva de los pueblos indígenas Kaliña y Lokono en la conservación de las Reservas de Galibi y Wane Kreek y sus beneficios, vulneró los derechos a la propiedad colectiva, identidad cultural y participación en asuntos públicos de las víctimas, recogidos en los artículos 2, 21 y 23 de la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio los Pueblos Kaliña y Lokono y sus miembros.

Respecto de las garantías a la propiedad colectiva frente a la concesión minera dentro de la Reserva Wane Kreek, el Tribunal consideró que el deber del Estado en relación con la participación efectiva, a través de un proceso de consulta, se actualiza de manera previa a la ejecución de acciones que podrían afectar de manera relevante los intereses de los pueblos indígenas y tribales, tales como las etapas de exploración y explotación o extracción. En el presente caso, si bien la concesión minera se otorgó en 1958, las actividades de extracción de bauxita se iniciaron en 1997, momento en el cual debió garantizarse dicha consulta. Asimismo, no se llevó a cabo un estudio de impacto ambiental y social, ni se compartieron los beneficios del citado proyecto minero. Por tanto, la Corte concluyó que el Estado violó los artículos 21 y 23 de la Convención, en relación con los artículos 1.1 y 2 de la misma.

Finalmente, la Corte consideró que la normativa analizada no contemplaba recursos judiciales o administrativos mediante los cuales se establecieran procedimientos para la protección del derecho de propiedad colectiva de los pueblos indígenas y tribales. Asimismo, el Tribunal consideró que los procedimientos judiciales y peticiones interpuestas no resultaron efectivos para tal efecto, y que el Estado no otorgó la información solicitada por las víctimas ni fundamentó la imposibilidad de entrega de la misma. Por ello, el Estado fue encontrado responsable por la violación del derecho a la protección judicial establecido en el artículo 25 de la Convención Americana, en relación con los artículos 1.1, 2 y 13 del mismo instrumento.

En razón de las violaciones declaradas, la Corte ordenó diversas medidas de reparación, entre las que destacan, las obligaciones del Estado de: a) otorgar a los Pueblos Kaliña y Lokono el reconocimiento legal de la personalidad jurídica colectiva; b) delimitar, demarcar y otorgar título colectivo del territorio de los Pueblos Kaliña y Lokono, así como garantizar su uso y goce efectivo, tomando en cuenta los derechos que asisten a otros pueblos tribales en la zona; c) adoptar las medidas adecuadas para que se garantice el acceso, uso y participación efectiva en favor de los Pueblos Kaliña y Lokono en las Reservas Naturales de Galibi y Wane Kreek; d) garantizar procesos efectivos de participación,a través de la consulta para estos pueblos, la realización de estudios de impacto ambiental y social, y la repartición de beneficios; e) implementar las acciones suficientes y necesarias con el fin de rehabilitar la zona afectada en la Reserva Natural de Wane Kreek, y f) crear un fondo de desarrollo comunitario a favor de los miembros de los Pueblos Kaliña y Lokono, entre otros.

La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de esta Sentencia y dará por concluido el presente caso una vez que el Estado haya dado cabal cumplimiento a lo dispuesto en la misma.

La composición de la Corte para la emisión de esta Sentencia fue la siguiente: Humberto Antonio Sierra Porto, Presidente; Juez Roberto F. Caldas, Vice-Presidente; Manuel E. Ventura Robles, Juez; Diego García-Sayán, Juez; Alberto Pérez Pérez, Juez, Eduardo Vio Grossi, Juez, y Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot, Juez.

Para mayor información favor de dirigirse a la página de la Corte Interamericana http://corteidh.or.cr/index.cfm o envíe un correo dirigido a Pablo Saavedra Alessandri, Secretario, a corteidh@corteidh.or.cr.

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THE COURT DELIVERS JUDGMENT ON THE RIGHT OF THE KALIÑA AND LOKONO PEOPLES TO COLLECTIVE OWNERSHIP AND ENVIRONMENTAL PROTECTION IN SURINAME


San José, Costa Rica, January 28, 2016. Today, the Inter-American Court of Human Rights served notice the Judgment on Merits, Reparations and Costs in the case of the Kaliña and Lokono Peoples v. Suriname, which the Inter-American Commission on Human Rights had submitted to the Court on January 28, 2014. The entire text of the judgment and the official summary may be found at the following link: http://www.corteidh.or.cr/casos.cfm.

The case relates to the actions taken by the Kaliña and Lokono peoples to obtain the State’s recognition of their collective juridical personality and their right to collective ownership of their traditional territories, land for which titles have not been issued. Parts of the territory claimed adjoin settlements of the N’djuka Maroon tribe and some non-indigenous third parties were granted property titles in other claimed areas located on lots bordering the Marowijne River. Also, inside the territory claimed, three nature reserves were established, namely: (i) the Wia Wia Nature Reserve in 1966, (ii) the Galibi Nature Reserve in 1969, and (iii) the Wane Kreek Nature Reserve in 1986; together they cover around 59,800 hectares of the territory claimed. In the case of Galibi Nature Reserve, the adverse effects on the Kaliña and Lokono peoples relate to restrictions in access to and use of the territory. Also, open-cast mining operations to extract bauxite have been carried out in the Wane Kreek Nature Reserve, without the effective participation of these peoples by means of a consultation process, and the operations have caused problems related to environmental degradation and a decline in the possibility of hunting and fishing.

Regarding the right to recognition of juridical personality, the Court reiterated its case law concerning Suriname and determined that since the State’s domestic laws do not recognize the collective legal personality of the indigenous and tribal peoples, the State had violated Article 3 of the American Convention.

With regard to the right to collective ownership, the Court concluded that the State’s failure to delimit, demarcate and grant title to the territory of the Kaliña and Lokono peoples violated the right to collective property recognized in Article 21 of the American Convention and the obligation to adopt domestic legal provisions established in Article 2 of this instrument.

In relation to the right to request the restitution of the territory in view of the existence of individual property titles in favor of non-indigenous third parties, the Court found that this right remained valid, and that the State should therefore weight, the private or State territorial interests against the territorial rights of the members of the indigenous communities. Regarding the alleged maintenance of the nature reserves in the traditional territory, the Court determined that the Kaliña and Lokono peoples also had the right to file actions under domestic law for the possible return of the parts corresponding to their traditional territory adjoining the reserves and, in this case, the State should weigh the protection of the environment for reasons of general interest against the territorial rights of the indigenous communities.

Regarding the alleged restrictions to the indigenous peoples in the nature reserves, the Court referred to the need to make the preservation of the protected areas compatible with the appropriate use and enjoyment of the traditional territories of the indigenous peoples. Consequently, the Court concluded that, in principle, the protection of the nature reserves and the rights of the indigenous and tribal peoples to the protection of the natural resources in their territories was compatible, emphasizing that the indigenous and tribal peoples, owing to their interrelationship with nature and their way of life, can make an important contribution to this conservation. In this regard, the criteria of effective participation, access and use of traditional territories, and obtaining benefits from conservation are essential elements to achieve this compatibility and should be evaluated by the State, while guaranteeing appropriate mechanisms to put them in practice. In this specific case, the Court concluded that the lack of explicit mechanisms to ensure the access, use and effective participation of the Kaliña and Lokono indigenous peoples in the conservation of the Galibi and Wane Kreek Nature Reserves and its benefits violated the rights to collective property, cultural identity, and participation in public affairs of the victims, recognized in Articles 2, 21 and 23 of the American Convention, in relation to Article 1(1) of this treaty, to the detriment of the Kaliña and Lokono peoples and their members.
Regarding the guarantees of collective property in relation to the mining concession within the Wane Kreek Nature Reserve, the Court found that the State’s duty to ensure effective participation, by means of a consultation process, applies prior to the implementation of any action that could have an importante impact on the interests of the indigenous and tribal peoples, such as the exploration and exploitation or extraction stages. In this case, although the mining concession was granted in 1958, the bauxite mining operations began in 1997, at which time this consultation should have been ensured. Also, no social and environmental impact assessment was made, and the benefits of the mining project were not shared. Therefore, the Court concluded that the State had violated Articles 21 and 23 of the Convention, in relation to Articles 1(1) and 2 thereof.

Lastly, the Court held that the norms examined did not include any administrative or judicial remedies establishing procedures to protect the right to collective property of the indigenous and tribal peoples. The Court also found that the judicial proceedings and petitions that were filed had not been effective in this regard, and that the State had not provided the public information requested by the victims or justified the impossibility of handing it over. Consequently, the State was found responsible for the violation of the right to judicial protection established in Article 25 of the American Convention, in relation to Articles 1(1), 2 and 13.

Based on the violations declared, the Court ordered different measures of reparation, including the State’s obligations to: (a) grant the Kaliña and Lokono peoples legal recognition of their collective juridical personality; (b) delimit, demarcate, and grant collective title to the territory of the Kaliña and Lokono peoples, and also to guarantee them its use and enjoyment, taking into account the rights of other tribal peoples in the area; (c) take appropriate measures to ensure the access, use and participation of the Kaliña and Lokono peoples in the Galibi and Wane Kreek Nature Reserves; (d) guarantee effective participation by means of a consultation process for the peoples, the execution of social and environmental impact assessments, and the sharing of benefits; (e) implement the sufficient and necessary actions to rehabilitate the affected area in the Wane Kreek Nature Reserve, and (f) establish a community development fund for the members of the Kaliña and Lokono peoples.

The Court will monitor full compliance with this judgment and will consider the case closed when the State has complied with all its provisions.

The Court was composed of the following judges for the delivery of this judgment: Humberto Antonio Sierra Porto, President; Roberto F. Caldas, Vice President; Manuel E. Ventura Robles, Diego García-Sayán, Alberto Pérez Pérez, Eduardo Vio Grossi, and Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot.

For further information, please consult the Inter-American Court’s website: http://corteidh.or.cr or send an e-mail to Pablo Saavedra Alessandri, Secretary, at corteidh@corteidh.or.cr.





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