Con pasos cortos, pero implacables, el gobierno nacional sigue minando las conquistas democráticas, afirma el Secretario de DDHH de la Provincia de La Rioja, Délfor "Pocho" Brizuela.
La noticia del decreto 721/16 firmado por Macri y el ministro de Defensa -Julio Martínez-, que deroga el decreto 436/84 de Alfonsín va en esta línea, que es otorgarle, de a poco, protagonismo autónomo a las Fuerzas Armadas, y restituirle privilegios coorporativos, que han significado en nuestra historia una permanente "acechanza" a la libertad y a la soberania popular, al punto que gran parte del siglo XX estuvo marcado por la tragedia de golpes militares que cercenaron sistemáticamente derechos y violaron la Constitución y la vigencia plena de la República.
Por eso,la decisión del gobierno Nacional, aunque la "maquillen" de formalidades administrativas para agilizar resoluciones internas de funcionamiento, y juren que no resiente el mandato constitucional y legal del control civil y la subordinación de las Fuerzas Armadas al Poder Político, es un claro, peligroso y gravísimo avance de concesiones y facultades que reconquistan los militares para sí, en desmedro del poder democrático.
No cabe duda que es una medida más, que se suma a otras que fueron tomándose en estos meses, que constituyen un retroceso en pos de cuidar nuestra democracia y sus conquistas.
Al principio fueron las expresiones de Lopérfido -referente del colectivo gobernante-, siguió el desmantelamiento y refuncionalización de organismos gubernamentales de DDHH en las áreas de Defensa y Seguridad, como la desjerarquización de programas en el Ministerio de Justicia y la Secretaría de DDHH de la Nación.
También la crisis deliberada de la Universidad Nacional de la Defensa, y gestos y expresiones de funcionarios de rango que "solapada" o explícitamente resucitaron la teoría de los dos demonios, fundamento ideológico de la impunidad y la reivindicación de la fatídica y totalitaria Doctrina de la Seguridad Nacional, sustento de un Estado Gendarme y Represivo que tanto daño hizo a nuestra Patria y a los pueblos vecinos de América Latina, como lo reconoce y patentiza el juicio del Plan Cóndor, del que hace pocos dias se conoció la sentencia.
Lo decidido por Macri y su ministro Julio Martínez esconde una falacia. No es agilizar procedimientos administrativos. Es devolverle a las cúpulas militares porciones de autonomía para disponer ascensos, designar militares retirados en la docencia y otras cuestiones, que en definitiva los "empoderan" a quienes tienen las armas, con el incipiente y temible riesgo, de que vuelvan a usarlas en contra de su Pueblo y sus intituciones democráticas, concluyó Pocho.
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