El certificado de catastro indica que
las tierras de Macri y sus amigos del Cardenal Newman en Salta podrían
ser hasta diez mil hectáreas, y que lindan con Yuto S.A., el
emprendimiento sojero de la empresa familiar SOCMA S.A que Mauricio
Macri no admitió en su declaración jurada.
Más de diez mil o casi cuatroscientas. Como en todos los números que rodean a Mauricio Macri, nunca hay claridad.
Datos de catastro difundidos ayer en Salta,
sostienen que la finca comprada por Macri y sus amigos en el
departamento Rivadavia, cuenta con 10.688 hectáreas. Sin embargo, en la
oficina de Planos de la provincia indicaron que el terreno en cuestión
contaba con 313 hectáreas. Ninguno de los dos coincide con los 373
declarados por Macri en su Declaración Jurada que ya acumula denuncias
penales varias.
Lo que también mostró el mapa de
catastro, es que la adquisición de los amigos del Cardenal Newman es
lindera con otro polémico emprendimiento familiar. Yuto S.A., un
complejo agroindustrial para la producción de soja que su padre Franco
puso en marcha mientras se asociaba con el grupo Sanhe Hopefull Grain
& Oil, el principal productor de aceite de soja de China, para la
explotación del ferrocarril Belgrano Cargas.
En su primera declaración jurada pública
como diputado nacional Macri declara su participación en Yuto S.A.,
controlada por el Grupo SOCMA Americana. El emprendimiento tuvo la
férrea oposición de grupos locales salteños por sus consecuencias
medioambientales y una campaña de Greenpace por no respetar la Ley
forestal y llevar adelante un enorme desmonte para cambiar bosques por
soja.
Es decir que esta explotación
agropecuaria es la primera sociedad comercial activa reconocida
públicamente por el Presidente que lo tiene por socio con su amigo y
empresario de la construcción Nicolás Caputo, el mayor contratista de
obra pública de la Ciudad.
Además Macri comparte la titularidad con Pablo Torello, hermano de José, integrante de la Sociedad Rural y actual diputado nacional de Cambiemos por la Provincia de Buenos Aires.
Carlos Taboada, otro de los socios de Macri, es habitué del Club
Newman, donde suele medirse al golf con los Torello, principalmente con
José. Joaquín Labougle, también socio, es abogado e integra la
constructora Stonehedge. A comienzos de 2008, cuando los incendios en
las islas del Delta en medio de las protestas por la 125, terminó
involucrado en una causa judicial. El siguiente en la lista es Guillermo
Benedit, un productor agropecuario de 64 años, de sangre azul en la
historia de las familias patricias de la Ciudad de Buenos Aires.
En esta investigación, Nuestras Voces
pudo comprobar que el campo queda en “Pluma de Pato”, una localidad del
Chaco salteño que está en el ojo de la tormenta por el avance la
frontera agrícola, los desmontes y los desalojos de comunidades locales.
Macri declaró que la compra se realizó
en mayo de 2015 por un monto de 334.364 pesos. ¿Por qué diez socios
decidieron ese lugar en el mapa? ¿Tuvo alguna relación con Elzstain y su
crédito del Ciudad para valorizar los campos vecinos?
Una ayuda del Ciudad
El 10 de enero de 2012, el Banco de la
Ciudad le otorgó a la firma Cresud, accionista mayoritaria de IRSA,
ambas manejadas por el empresario Elsztain, un préstamo a cinco años,
con una tasa del 6%, por un total de 20 millones de dólares para
convertir unas 15.934 hectáreas ganaderas de su campo “Los Pozos” en
agrícolas.
La firma Cresud tiene un total de
371.639 hectáreas en los departamentos Anta y Rivadavia de Salta. Suele
aparecer en las denuncias de comunidades locales o de la organización
Greenpeace por los desmontes, que a bocados se devoran decenas de miles
de hectáreas de bosques para correr la frontera productiva.
En algunos casos, las denuncias
advierten que se venden campos con comunidades “adentro”. En otros, que
la voraz caída de lluvias, lava tierra y embiste poblados justamente por
esos bosques. O por su desaparición, para ser precisos.
En esa región de Salta, el apellido
Elsztain es harto conocido. No sólo por la inmensa cantidad de tierras
que posee, sino porque además suele sostener económicamente a pueblos
enteros, con donaciones o emprendimientos de Responsabilidad Social
Empresaria. En el Departamento Rivadavia, donde el Presidente compró sus
campos, los Elsztain hasta bautizaron con su apellido una escuela que
construyeron a través de la Fundación IRSA.
A dos años de que la Ciudad le prestara
los 20 millones de dólares, Cresud había logrado convertir unas 13.441
hectáreas de su campo “Los Pozos” en agrícolas. Sin haber perdido el
negocio ganadero: con frecuencia se publica en el diario La Nación o en
la prensa local el anuncio de remates de esta empresa en el Departamento
Rivadavia. Hace 10 años atrás, en esta finca se destinaban unas 37.860
hectáreas a ganadería, según consta en el boletín oficial de Salta.
Cresud tiene una estructura accionaria
variada, pero su mayoría está en manos de Eduardo S. Elsztain. Esta
empresa es, a su vez, la dueña del 37,4% de IRSA, una firma más conocida
en Buenos Aires, porque controla casi todos los grandes centros
comerciales porteños, como el Alto Palermo, el DOT, el Patio Bulrrich o
el Buenos Aires Design.
Las relaciones entre Elsztain y Macri se hicieron fluidas cuando
Augusto Rodríguez Larreta –
hermano del actual jefe de Gobierno porteño–
renunció a Irsa –donde era vocero y lobista- y se integró al gabinete
de Macri en la Ciudad. El año pasado renunció a su puesto y se dedicó de
lleno a la campaña de su hermano Horacio.
El propio Macri actuó directamente a
favor de los intereses de IRSA al momento de la votación en la
legislatura que habilitó de manera engañosa la apertura del shopping
Distrito Arcos, en Palermo. Con el shopping terminado,
se judicializó el cambio de zonificación y finalmente la inauguración se hizo por medio de un amparo judicial.
Casualmente la misma semana que Mauricio Macri dio a conocer que posee tierras en la zona de influencia de Elsztain, las acciones de Cresud se dispararon.
En sólo 10 días hábiles, su cotización en el mercado de valores porteño
aumentó un 31,8%. Hubo, además, otra buena noticia para los directivos y
accionistas de Cresud/IRSA.
La intención de Mauricio Macri de
desprenderse de la participación del ANSES en las grandes compañías
locales: el Estado posee el 4,5 por ciento de IRSA y el 3,6 de Cresud.
Nuevos dueños de las flechas
Además de Elsztain, el interés por la región del Chaco salteño también abarca a las empresas del
grupo Socma,
de la familia presidencial. Por ejemplo, de acuerdo a la información
que maneja la periodista salteña Laura Urbano, la firma Yuto S.A.,
controlada por Socma, tiene más de 20 mil hectáreas. Y la historia se
repite: la quita de retenciones al campo decidida por el Presidente
benefició sus propios negocios.
@alegiuffrida
No hay comentarios:
Publicar un comentario