LOS SUSTITUTOS FUNCIONALES DE LA CULTURA Y EL PERONISMO
C.A.B.A., Argentina, UNASUR-CELAC, EL EMILIO, Peronismo, historia, cultura e identidad
Aunque
resulte tedioso insistir sobre el tema, creo que tiene una importancia
superlativa seguir estudiando, incorporando reflexiones y pensamientos
que sirvan no solo para entender el peronismo como un fenómeno cultural e
histórico único, sino y fundamentalmente para comprender el porqué
resulta importante para las demás fuerzas políticas surgidas en los
sectores sociales medios, copias fieles de las sociedades burguesas
occidentales “primermundista” en términos culturales, penetrarlo
tratando de transformarlo en algo para lo que no nació.
Así pudimos
ver, vivir y padecer a ese “peronismo neoliberal” ensayando en los “90”
de Menem formulas reñidas con nuestra identidad donde no pocos de esos
sectores medios sintieron agrado por ese “peronismo aggiornado” con el
que aquel riojano quiso congraciarse culturalmente con el establishment
económico nacional e internacional. Las “relaciones carnales” con el
Imperio fueron el eje de aquella gestión que hizo que el pueblo
argentino ponga sus glúteos (y parece que a esos sectores medios le
gustaron aquellas “relaciones” ya que trajeron con su voto a un Macri
para que repita la historia. Macri hasta se animó a utilizar parte de
esa “liturgia” adoradora de los “símbolos” peronistas).
La
contracara de lo anterior aparece en el 2007 con otro invento político
de los clase media “progresistas” proveniente de la tradicional
izquierda argentina –generalmente con un pasado muy dudoso pero
fundamentalmente antiperonista- que con una tarea perseverante
desplegada desde los medios del Estado que pasaron a controlar,
penetraron culturalmente la gestión de gobierno en un nuevo intento por
desvirtuar su condición popular. Lo llamaron “kirchnerismo”
(independientemente del legado político de Néstor el que siempre dijo
ser Peronista y en vida actuó como tal). Y tan es así que prefirieron
optar por la versión “Laclau” de conformar una movida “Populista
Progresista” a conformar un movimiento Nacional, POPULAR y
Revolucionario, junto a la “clase trabajadora argentina”, columna
vertebral del Peronismo, SENTIDO PRIMERO Y ÚLTIMO DE LA PATRIA MISMA EN
TERMINOS CULTURALES. Después de la derrota electoral buscada y
conseguida pasaron a la construcción del “Cristi-kirchnerismo” sin
abandonar sus objetivos anteriores, y con la clara intensión de dividir
el frente popular para dar continuidad cultural a esos principios que le
dan sentido a su existencia de “izquierdistas; como históricamente
fueron sus aspiraciones buscando estar a tono con su auto asignado rol
de “vanguardia lúcida”. Nada nuevo. Con Perón en vida en el “73” ya lo
habían intentado.
En el
racconto histórico que más abajo realiza el compañero Sánchez, podrá
encontrar usted señor lector, explicado con meridiana claridad las
razones culturales de la existencia del Peronismo como fenómeno único e
irrepetible en materia de identidad política. Nosotros nunca fuimos ni
“sectarios ni excluyentes”; solo pedimos un mínimo de respeto por
nuestra identidad cultural y política y sumamos -o nos sumamos- a todo
Movimiento Nacional y Popular que levante bien alto las tres bandera de
la Nacionalidad: Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia
Social.
Los tiempos
que vienen reclaman gestos de grandeza de toda la dirigencia política
vinculada al peronismo , gestos que estén a la altura de las
circunstancias porque es lo que demanda la hora histórica por la que
atraviesa nuestra PATRIA. El enemigo de ella esta hoy controlando todos
los resorte institucionales, buscando el momento oportuno para ponerle
bandera de remate. La consigna dejada por nuestro Gral. es simple y
sencilla: O LOS ARGENTINOS DEL CAMPO NACIONAL Y POPULAR NOS UNIMOS, O
COMO PUEBLO TERMINAMOS DOMINADOS POR EL CAPITAL Y EL IMPERIO FINANCIERO
INTERNACIONAL PRODUCTO DE LAS MIOPIAS CUANDO NO LA CEGUERA Y
MEZQUINDADES SECTORIALES.
Victor Leopoldo Martinez
“Su bisabuelo hizo patria
su abuelo fue servidor
su padre carneó una oveja
y está preso por ladrón”
Osiris Rodríguez Castillos, “Camino de los quileros”
Por Lizardo Sánchez *
“El
peronismo se mostró inicialmente como expresión de las masas criollas
del interior indiano, ahora urbanas, y que volvían a aparecer luego del
largo silencio iniciado tras la Guerra del Paraguay. Naturalmente
inconciliable con los sustitutos de la cultura y sus productos, no de
vicio fue señalado como el hecho maldito del país burgués.
El
peronismo, heredero de la tradición integradora del mundo español,
mediante su accionar se convirtió en la mejor escuela de realismo,
conciencia y cultura para quienes, provenientes de la sociedad
inmigratoria, se incorporarían a la Nación a través de su participación
en el mismo. En ese sentido, oficiando de puente entre ambas sociedades,
fue fundante de una nueva Argentina, capaz de integrar en un cause
histórico común a todos los nacidos en nuestra tierra sobre la base de
una identidad.
En
la posterior evolución del mismo ha ido tomando fuerza el papel
desempeñado por las clases medias , particularmente desde el fin de la
épica del retorno del Gral. Perón y la posterior disminución del peso
“relativo” del movimiento obrero. De este modo a sido permeable a su
confusión de conciencia e identidad. Esto generaría una tensión interna
dentro del campo popular, debilitándolo y esterilizándolo. Debido a que
hoy no existe fuera del peronismo ningún espacio político organizado y
creíble, este de hecho de ha convertido en el sistema político, por lo
que se refuerza la presión orientada a mantener los contenidos espurios
presentes en el mismo: liberalismo, individualismo, partidocracia,
electoralismo, clientelismo, localismo, a lo que se le suma la tendencia
a aceptar soluciones prestadas, como el liberalismo o el progresismo.
Esta
permeabilidad a criterios propios de las clase medias hace que sea alto
el riesgo de introducir elementos extraños a nuestra cultura, en los
intentos de superar la situación señalada en el punto anterior. Hay que
tener muy presente que el peronismo no es productor de las clases
medias, es la respuesta integradora que des un horizonte histórico muy
anterior a mayo de 1810 se ofrece a las diferentes sociedades argentinas
del siglo XX y pretendemos del siglo XXI.
Sin la memoria del pasado es imposible construir el futuro, pues nadie escapa a su propia sombra.”
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