#1A: "No me representan"
Ayer, miles de personas se movilizaron en la marcha 1A bajo la consigna "en defensa de la democracia y la república". La convocatoria que buscaba dar apoyo al presidente de la Nación, Mauricio Macri, dejó en evidencia el sentir y pensar de una enorme porción de la población que adhiere a posturas políticas reaccionarias y que representan mucho más que el simple apoyo al actual presidente. Por ANRed / Imagen de tapa: Pablo Ernesto Piovano
Ayer, una gran cantidad de personas se manifestaron en la Plaza de Mayo y en otras plazas del interior del país para expresarse "en defensa de la democracia y la república". La convocatoria buscaba dar su apoyo al actual presidente Mauricio Macri, pero poco de eso ha quedado expuesto en las expresiones de los manifestantes.
Más que apoyar a Macri, muchos de los que fueron a la plaza quisieron dejar en claro que era lo que los movilizaba. Paradójicamente no se escucharon argumentos a favor de la gestión de Cambiemos que ameriten una defensa popular, sino todo lo contrario: expresar públicamente que están hartos de los piquetes, de la lucha docente, pero sobretodo hacer hincapié que nadie los arrea, que no les pagan un choripán y que no son parásitos del Estado porque no cobran planes sociales.
Embanderados con la insignia patria, para reafirmar que no hay partidos políticos detrás de la movilización, salieron a defender la democracia. Pero la pregunta sería, ¿defienden la democracia o la atacan?
Muchas fueron las expresiones reaccionarias, y casi todos con el mismo tono y contenido racista colonial. Quizas esta marcha es en respuesta a las enormes movilizaciones populares que se sucedieron durante el mes de marzo y, frente a ese panorama, la derecha también se organiza. Nada es tan espontáneo como parece.
Los mensajes son concretos y la violencia que enuncian está claramente dirigida: hacia quienes se organizan y se expresan democráticamente en las calles. Hay un elemento fascistoide en las argumentaciones que, ingenua o conscientemente, da un guiño al gobierno nacional para desplegar su virulencia contra los sectores movilizados. Es pedir públicamente mayor represión sobre quienes expresan su descontento en un contexto económico desfavorable. Pedir "mano dura" frente a los reclamos populares nada tiene de democrático.
Menos aún la comparación que nadie es arriado, haciendo alusión a que al resto de las marchas acuden animales, que solo comen choripanes, deslegitimando cualquier motivación o consigna que reúne miles de personas en cada marcha popular. Hasta el propio Macri dijo "Sin micros, sin choripán" expresando públicamente su opinión sobre parte de la población a la cual representa.
Algunas pancartas y carteles referían a la dictura militar ocurrida durante la década del 70 reavivando la teoría de los dos demonios. En un video que se viralizó por la red social facebook, se escucha a una señora sosteniendo un cartel y que abiertamente dice “Desaparecieron los que tenían que desaparecer”. La propia Cecilia Pando participó de la misma, siendo ya conocida su postura antidemocrática y dictatorial.
Se entonaron las estrofas del Himno Nacional que, conjuntamente con el colorido blanco y celeste, expresaban el "patriotismo" que nos une como nación. Sin embargo, la patria así como la concebimos es un concepto totalizador, que enmascara las más peligrosas relaciones de poder. Porque la patria racista y colonial sobre la que fuimos enculturados no permite reflexionar otras formas de relacionarnos, sin que el horizonte sea el exterminio del "otro", en este caso el populacho que come choripanes. La gran cineasta argentina Lucrecia Martel, en una entrevista dada a un diario salteño, dijo "Quizás sea posible otra mirada de la democracia, la política, el trabajo de funcionario público, el comercio, el amor, el desamor, en fin, quizás sea posible ver algo nuevo si nos alejamos un poco de las ideas de esencia, de identidad que tan rápidamente nos sumergen en el patriotismo barato, belicoso y corrupto en el que esté país parece empecinado. Barato, porque hay pocos esfuerzos de reflexión sobre lo que nos constituye como comunidad. Belicoso, porque fácilmente engendra intolerancia. Y corrupto porque está siempre a tiro para encontrar justificaciones a los privilegios".
Finalmente esta marcha, que nada tiene de espontánea y menos aún defiende los intereses democráticos, inaugura el mes de abril, luego de un marzo agitado, de multitudinarias marchas en todo el país que expresaron su descontento con la actual situación política y económica nacional.
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