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Elecciones
en Francia: El mismo guion con diferente actor principal
Alberto
Rabilotta
ALAI AMLATINA,
24/04/2017.- Hace años que
llegué a la conclusión de que la naturaleza totalitaria del
sistema neoliberal
requiere la eliminación de la democracia liberal y del sistema
político
conquistado por las luchas de clases en la otrora civilización
del capitalismo
industrial, como tan claramente lo expuso Samuel Huntington en
1975 (1), y que
lo que desde hace décadas se presenta como “vida política” en
los países donde
domina el neoliberalismo es un escenario teatral en el cual es
imprescindible
cambiar los actores para poder mantener el espectáculo sin
cambio alguno en el
guion.
La
“gran” noticia de los medios (y los “festejos” bursátiles en la
Unión Europea,
Estados Unidos y otros países) es que Emmanuel Macron, de “En
Marcha!”, ganó al
obtener el 24.01% por ciento de esta primera ronda electoral,
sacándole una
ventaja de 2.71% a Marine Le Pen del Frente Nacional –que
obtuvo el
21.30%-, dejando fuera de competición para la segunda ronda
electoral a
François Fillon de Los Republicanos (20.01% de votos y 4.0% por
debajo de
Macron) y a Jean-Luc Mélenchon de Francia Insumisa (19.58% de
votos y 4.43 por
debajo de Macron). El candidato del Partido Socialista (PS),
Benoit Hamon,
logró apenas el 6.36% de los votos (2).
Desde
el primer momento las bolsas del mundo se lanzaron en un festejo
con alzas de
los valores por la entronización de Emmanuel Macron como el
nuevo actor
principal del ya conocido guion neoliberal en una de las
potencias del
capitalismo avanzado que es, al mismo tiempo, sostén principal
de la Unión
Europea (UE) y de la zona euro, lo que a su vez explica las
reacciones de los
gobiernos de Alemania y otros países, y de los funcionarios de
las diferentes
instituciones de la UE y del FMI. En fin, el alivio de saber que
el status quo
será mantenido.
Lo
menos que se puede decir es que el resultado fue ajustado, pero
lo más
importante es que los dos partidos que se alternaban en el
gobierno (el poder
hace tiempo que está en manos de la Comisión Europea de Bruselas
y del Banco
Central Europeo en Fráncfort), la UMP (Unión por un Movimiento
Popular
rebautizado Los Republicanos por Fillon) y el PS, han sufrido
fracturas
estructurales y de ahora en adelante serán relegados o
simplemente zombis.
Lo
viejo no termina de morir, pero lo nuevo no tardará en nacer
Pero
quizás lo más importante de todo, aunque eso no lo vamos a
encontrar entre las
noticias ni análisis de los medios de prensa tradicionales, es
que de este
proceso electoral nace y crece hasta convertirse en la cuarta
fuerza política
electoral a nivel nacional un movimiento, Francia Insumisa (FI),
que tiene
todos los atributos políticos e ideológicos, así como un líder
carismático y
cuadros bien formados, para a partir de ahora constituirse en el
partido
aglutinador de las fuerzas sociales que por razones políticas,
socioeconómicas
o ecológicas, entre otras, luchan por una alternativa al sistema
neoliberal en
Francia, y por lo tanto en la UE.
Es
claro que no hubo ni habrá festejos en las bolsas ni en los
medios de prensa
por el fenómeno político de la FI de Mélenchon, pero para quien
haya observado
un poquitito lo sucedido en la vida política francesa en los
últimos meses y
durante la campaña electoral, lo sorprendente no es el ascenso
de Macron,
“fenómeno” creado desde el poder y a través de los medios de
prensa, ni la
persistencia del FN de Marine Le Pen, sino el constatable
crecimiento y
desarrollo de la FI, con las miles, muchas veces decenas -y en
oportunidades
centenas- de miles de personas, de todas las edades y medios
sociales,
participando atentamente en los frecuentes mítines y debates, o
siguiendo estos
eventos vía Internet.
La
sorprendente cantidad de jóvenes participantes en esos mítines
quedó explicada
en las cifras oficiales del voto: el 30% de los jóvenes que
ejercieron el voto
en esta elección votaron por la FI (3), pero también quienes
militaron por la
FI e hicieron el “puerta a puerta” dijeron a este periodista que
habían constatado
en un alto porcentaje de gente que votaba por los partidos
tradicionales un
buen nivel de respeto hacia las ideas y propuestas de Mélenchon
y la FI.
No
es la primera vez en los últimos años que en diversos países del
capitalismo
avanzado se forman movimientos sociales y políticos de protesta
contra el
neoliberalismo, y que en algunos casos –como el de Podemos en
España- llegan a
constituirse en formación política y a obtener puestos de
legisladores en las
elecciones. El fenómeno de Bernie Sanders en Estados Unidos
(EEUU) fue muy
singular, porque en tanto que “independiente” formó un amplio
movimiento de
seguidores para bregar por la candidatura del Partido Demócrata
de EEUU.
Pero
en el caso de esta Francia Insumisa ha habido desde el comienzo
algo más, con
sus Noches de Pie que mezclaron debate con movilización –como en
el movimiento
del 99% en EEUU-, todo en el contexto de muy seguidas sesiones
de información,
de debate y formación en diferentes niveles, y con actividad
militante en la
campaña electoral.
Lo
que más me pareció importante en los discursos de Mélenchon es
el
reconocimiento y su análisis sobre la sociedad francesa, que por
así decirlo
“está en muy mal estado” por diversas razones, pero
principalmente por el daño
socioeconómico que causan las políticas neoliberales. Destacar
el “mal social”
que experimentan, sabiéndolo o no, los cada vez más indefensos
ciudadanos, es
la llave política para cualquier intento de solución a ese
problema vital, y
también para sentar las bases políticas de la revolución social
que un día
pondrá fin a este sistema.
Desde
afuera un periodista observador podría decir que todo ese
proceso ha sido una
masiva formación y desarrollo de la “inteligencia colectiva”
desde el momento
en que el FI fue introduciendo en el debate cuestiones
fundamentales, desde la
necesidad de la convocatoria de una Asamblea Constituyente para
elaborar una
nueva Constitución que ponga fin a la “monarquía presidencial”
de la “quinta
República”, pasando por la referencia de una revolución
económica y social para
poder llevar a cabo un ambicioso plan ecológico, para poder
estructurar
proyectos y ampliaciones de los planes sociales, entre muchas
otras
propuestas debatidas casi cotidianamente entre militantes y
dirigentes del FI y
seguidas por miles de militantes a través de Internet (4)
Es
interesante observar la gráfica del diario Le Figaro sobre la
concentración del
voto de los diferentes partidos, y constatar que la FI tiene
sólidas bases en
varios Departamentos (5).
No
hay nada de nuevo en eso de que “cuanto más cambie, es más de
lo mismo”
A
mediados del siglo 19, y sin duda después de haber vivido los
fracasos
revolucionarios del proletariado que culminaron en retrocesos y
exitosas
contrarrevoluciones de la coalición entre la burguesía y la
aristocracia, el
escritor francés Alphonse Karr escribió que “cuanto más cambie,
es más de lo
mismo”. Notable coincidencia con lo que el escritor italiano
Tomasi di
Lampedusa, que sitúa su novela Il Gattopardo en la segunda mitad
del siglo 19 y
pone en boca de su personaje Tancredi: "Si queremos que todo
siga como
está, es necesario que todo cambie".
Mantener
el mismo guion, o sea un sistema político y de poder estatal
que
garantice la propiedad privada de los medios de producción, ha
sido una constante
bajo el capitalismo, como demuestra la preocupación que en el
siglo 18 llevó a
Montesquieu a concebir el sistema de división de poderes y los
principios de la
“democracia liberal” –basado más tarde en el sistema de
alternancia de partidos
políticos, conservadores y liberales, para cambiar de gobierno y
hacer que todo
siga igual-, con el objetivo explicito de evitar, precisamente,
cualquier
amenaza de cambio político real y radical por parte del
explotado pueblo
trabajador.
De
Emmanuel Macron uno puede decir, sin temor a equivocarse, que es
un político de
geometría muy variable, creado para adaptarse rápidamente al
chaleco de
fuerza neoliberal. Dicho de otra manera, es el actor indicado
para presentar el
bien conocido guion neoliberal, y en buena parte porque es una
hibridación
política creada expresamente por el saliente presidente
socialista François
Hollande, exponente mayor de la política neoliberal que el PS y
la UMP han
venido aplicando desde hace décadas.
Para
quienes tienen un poco de memoria es difícil pensar en Macron y
no pensar en
los Bill Clinton, Tony Blair, Gerard Schroeder, Barack Obama y
en el cuento de
ir hacia un “capitalismo con rostro humano”, cuando en realidad
se estaba
consolidando y haciendo irreversible el sistema político de
partidos
–conservadores, liberales y socialdemócratas- que se alternan
en el
gobierno para aplicar los dos conceptos básicos del
neoliberalismo enunciados
por Margaret Thatcher: “No hay otra alternativa” (con la
sigla TINA en
inglés) al neoliberalismo porque “eso que llamamos sociedad
no existe”.
Pero
aun sufriente la sociedad sigue existiendo y cuando se encuentra
amenazada de
muerte por el liberalismo, como escribió Karl Polanyi en La Gran
Transformación
(6), una buena parte de sus ciudadanos pueden ser hipnotizados
por la demagogia
fascista–como sucedió en muchas sociedades de Europa en la
década de los 30 del
siglo 20 y como en escala diferente sucede ahora en la mayoría
de países de la
UE -, o si la izquierda tiene las propuestas adecuadas tomar
consciencia de que
es necesaria una revolución socialista.
El
balotaje final será pues entre Macron y Marine Le Pen, y como
era previsible
tanto Fillon como los derrumbados socialistas han llamado a sus
votantes a que
voten por Macron “para defender a la República”, para impedir un
triunfo del
Frente Nacional. Mélenchon, viendo la trampa de legitimar
políticamente a
Macron y el sistema imperante con una aplastante victoria frente
a Le Pen, y
mientras los militantes repetían ¡resistencia!, dijo que no
daría recomendación
sobre por quién votar en el balotaje.
Por
el momento el estatus quo está en el orden del día, ya que
-retornando a los
personajes de Lampedusa en el Gattopardo-, a la pregunta "¿Y
ahora qué
sucederá? La respuesta es: ¡Bah! Tratativas
pespunteadas de tiroteos
inocuos, y, después, todo será igual pese a que todo habrá
cambiado".
"…una de esas batallas que se libran para que todo siga como
está".
1.-
La democracia en crisis, Comisión Trilateral, 1975 http://trilateral.org/download/doc/crisis_of_democracy.pdf
2.-
Resultados oficiales: http://elections.interieur.gouv.fr/presidentielle-2017/FE.html
3.-
El voto de los jóvenes: http://www.20minutes.fr/elections/presidentielle/2055691-20170424-presidentielle-30-jeunes-vote-jean-luc-melenchon-selon-institut-ipsos
4.-
El programa de la FI se encuentra en el portal https://avenirencommun.fr/avenir-en-commun/
6.-
Karl Polany, La Gran Transformación www.rebelion.org/noticia.php?id=224620
-
Alberto Rabilotta
es periodista argentino-canadiense.
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