Boletín diario del Portal Libertario OACA |
- Carta a José Pellicer Gandía de la Columna de Hierro a los 75 años de su muerte
- XII Homenaje a los fusilados de la Guerra Civil en Puerto Real
- [Gran Canaria] Crónica de la rueda de prensa de los Barracones y el SIGC
- Crónica de la tercera manifestación en solidaridad con el CSOA Escárnio e Maldizer (Santiago de Compostela, sábado 10 de junio)
- [16 Junio] Presentación de "Las raíces del anarquismo" en Albacete
- Paria
- Última semana de las jornadas "Bebés Robados en la Memoria Viva"
Posted: 13 Jun 2017 11:00 AM PDT
Compañero Pepe,
Hoy es 8 de junio, hoy se cumplen 75 años del día que os fusilaron a ti y a tu hermano Pedro. Las cosas por las que luchaste están prácticamente olvidadas. La desmemoria reina incluso en nuestros propios medios. Es posible que este sea el único escrito que hoy hable de ti. Pero ¿qué te vamos a contar nosotros a ti? Aunque las cosas no estén bien por cosas más difíciles pasaste y no te rendiste, nunca claudicaste, y en los momentos más difíciles nunca renegaste de las ideas por las que distes tu vida. Aquellos que os traicionaron (los García Oliver, las Montseny…) son hoy referentes para muchos. Referentes para una izquierda con pocas figuras de las que sentirse orgullosos y para unos libertarios, que más que libertarios, son izquierdistas disfrazados. Hay un desconocimiento total del tema y una mitificación superficial de estos personajes que lucharon por acabar por aquello por lo que tanto sudor y sangre derramasteis. Encima ahora hasta hay quienes intentan recuperar a los trentistas y la figura política de Pestaña. Quieren domesticar a los ingobernables. Hoy todos acaban claudicando de las ideas buscando “el mal menor”, caen en el supuesto “realismo”, ser íntegros en las ideas para ellos son “rollos trascendentes” pero vosotros conocisteis unas condiciones de vida muy duras que supisteis “sufrir sin claudicar de las ideas”, porque ya lo decíais vosotros en 1933 “no claudicaremos ante los políticos, que odiamos y combatiremos siempre”. Nadie fue más “realista” que vosotros. Respecto al plano histórico la cosa no anda mejor. La labor que emplearon periodistas y políticos contra la gesta de la Columna, creando esa aureola de violencia en torno a ella, la siguen haciendo hoy en día. La Historiografía oficial heredera del franquismo ha seguido haciendo el mismo trabajo. Os atribuyen todos los desmanes de la retaguardia republicana. Vosotros bien lo sufristeis teniendo que desmentir en más de una ocasión todos aquellos infundios. Llegaron incluso a atribuiros la perdida de Málaga cuando bajasteis a la retaguardia para hacer la asamblea sobre la militarización. Increíble. Que en vuestra columna practicarais la democracia directa, consultaseis a los milicianos y que hasta el último de todos tuviera algo que decir, siempre les molestó ya que ellos nunca tuvieron en cuenta la opinión de nadie. El asunto sigue igual, la imposición de la Historiografía oficial hace que aquellos interesados en la Historia se basen más en supuestos historiadores profesionales en vez de investigar por ellos mismos y conocer la verdad. Lo hemos dicho muchas veces, no se trata de hacer una Historia para elevaros a los altares, ya que eso sería idolatraros, sino de analizar críticamente todo aquello que pasó y sacar conclusiones. Tanto la derecha como la izquierda, tanto el franquismo como la república, os negó vuestra existencia. Las dos querían lo mismo, domesticar el movimiento obrero y, si no se podía, acabar con él. Solo eran distintas formas de dominación, distintas formas de administrar el capitalismo. Y los dos utilizaron la guerra y la represión para hacerlo. Lo más sorprendente es que aquellos que intentaran domesticaros en la zona republicana fueran de los vuestros. Los anarquistas de antes se hicieron burócratas de la noche a la mañana intoxicando vuestras propias filas. Aquel sentimiento de unión y hermandad que se logró en la Columna lo fueron erosionando en sus propios intereses, consiguieron que cundiera la desmoralización. Traidores que se aliaron contra aquello por lo que anteriormente habían luchado. Pensamientos débiles que se aliaban con los estalinistas rusos, con la burguesía y el Estado. Lo fuerte es que aun exista gente que se diga libertaria y aun defienda todo esto. Solo son izquierdistas disfrazados. Querían hacer la guerra y luego la revolución y perdieron las dos cosas. Mientras, vosotros, los revolucionarios que lo disteis todo, habéis quedado relegados a un segundo plano, vuestra historia real es la que menos se conoce. Se intenta hacer una historia que incida en lo malvados que erais para justificar la guerra y la represión. Lo que no les interesa es: a cuantas personas salvasteis; a cuantos derechistas ayudasteis; a que a tu hermano le acusaron de evitar paseos y lo encerraron por ello en las Torres de Quart; no les interesa que fuerais a Tabernes Blanques a acabar con la violencia; no les interesa que salvarais las obras de arte de la catedral y de la Iglesia de los Desamparados; que fuerais a por la banda del “Chino” y del “Chileno”; que fuerais a por los ladrones que pululaban por Segorbe; que cuando asaltasteis la cárcel Modelo de Valencia en Septiembre no muriera nadie; no les interesa ni las monjas ni los curas protegidos enrolados en la Columna; no les interesa toda la gente de derechas que te defendió frente a tus verdugos; tampoco les interesa la grandeza que mostraste junto a Peiró cuando estando a la espera de tu fusilamiento Serrano Suñer os propuso formar células anti-comunistas y os negasteis precipitando vuestra muerte, cosa que no hicieron muchos otros que nos venden como “buenos anarquistas” ; no les interesa la gran transformación social que llevasteis a cabo y la gran labor emancipadora que realizaron los pobres… Cuando los desheredados se rebelan solo les interesa la violencia y lo único que hacen es incidir en ella para desviar la atención. Pepe tú fuiste el principal impulsor de la Columna de Hierro con todo lo que ello representaba y eso no lo podían perdonar ni los unos ni los otros. Tú no sirves para su Historia Oficial. No pueden perdonar que esa gente a la que habían condenado a la esclavitud y a la miseria cogieran las riendas de sus vidas. Los pobres no se pueden organizar, las masas no pueden hacer su propia historia. Está claro que hubo violencia, no hay que negarla ni ocultar la verdad, por ello hay que decirlo bien claro: esa violencia que tú, como tantos otros compañeros, intentaste una y otra vez parar. Una cosa es la verdad y otra es la calumnia indiscriminada que lleváis sufriendo desde julio de 1936. Las palabras de Thompson hablando de la clase obrera de Inglaterra podemos atribuirlas para vuestro caso: “algunos historiadores han propagado una versión ridícula de los papeles históricos: los perseguidos se ven como precursores de la opresión y los opresores como víctimas de la persecución”. Pepe, 40 años duró el franquismo y no hubo transición. Ahora vivimos en un postfranquismo en el que solo somos espectadores de una ruina anunciada. Los medios de acción directa y la democracia para participar colectivamente en todos los aspectos de nuestras vidas, aquello por lo que tú y tus compañeros tanto luchasteis y durante unos meses conseguisteis, ya solo son defendidos por unos pocos. Pero aunque los medios de adoctrinamiento y la sociedad de consumo hayan alienado a los desheredados no todo está perdido. En pequeños núcleos se recuerda vuestra gesta y se sigue combatiendo por vuestras ideas. En el 2001 se publicó la “Crónica de la Columna de Hierro” de Abel Paz y en el 2009 tu biografía “José Pellicer el anarquista integro. Vida y obra del fundador de la heroica Columna de Hierro” de Miquel Amorós. Además se siguen publicando libros en los que de manera directa o indirecta se sigue hablando de vosotros desde la verdad y no desde la calumnia sin contrastar. Ahora los historiadores profesionales y sus acólitos se pensaran aquello que escriben si no quieren caer en el ridículo. Respecto a la lucha volverán mejores tiempos. Vuestros tiempos fueron de desarrollo del capitalismo y más tarde de la composición del Estado del bienestar para atraer a las masas al sistema; nuestro tiempo es el de su descomposición y el de la expulsión de aquellas. Una nueva conciencia tendrá que nacer. Mientras tanto nosotros seguiremos recordándote y cuando lo hacemos también recordamos a todos los revolucionarios de la Columna de Hierro. Pepe hoy es 8 de junio del año 2017, hace 75 años de vuestro fusilamiento, pero aun no os han exterminado del todo, quedan las ideas, quedan vuestras ideas, y aunque parezca que no, quedan muchos compañeros que siguen recordándoos. No olvidamos tus palabras “Quiero vivir de acuerdo con mis ideas. Quiero morir de acuerdo con ellas”. Por la verdad, por aquellos que no claudicaron y llegaron íntegros hasta el final. Por José Pellicer Gandía y todos sus compañeros. “De Hierro ha de ser nuestra voluntad y de Hierro ha de ser nuestro avance”.
Cecilio Rodríguez
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Posted: 13 Jun 2017 10:55 AM PDT
Por la presente te informo que con motivo del XII Aniversario en
homenaje a las personas que fueron asesinadas por el régimen franquista,
nuestra Asociación ha organizado como todos los años el acto en
el Cementerio de San Roque de Puerto Real.
Comenzará con la lectura de un comunicado e información de los trabajos en la fosa, la canción “Desaparecidos” de Mario Benedetti y como punto final depositaremos flores en el monumento dedicado a la memoria de ellos, esto será el día 18 de Junio a las 11 de la mañana. Es por lo cual que quedáis invitados, como asimismo todos los ciudadanos de este pueblo al acto, esperando que sea de vuestro interés y tenga la difusión necesaria por el medio que representáis y agradeciéndoles de antemano su colaboración, recibe un cordial saludo.
Presidente: Francisco Aragón Garcés
Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica Social y Política de Puerto Real
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Posted: 13 Jun 2017 10:48 AM PDT
En la mañana de ayer, 12 de junio, las vecinas de los barracones de
Juan Grande ofrecieron una rueda de prensa con el fin de hacer público
el conflicto que mantienen con los herederos del conde de la Vega
Grande. En ella explicaron ante los medios el posible desalojo al que se
enfrentan 19 familias, entre las que se cuentan 24 menores de edad,
varios ancianos y personas con enfermedades crónicas. Ana, Milagrosa y
Ayesa, mujeres que representan a tres generaciones distintas, pusieron
voz a la lucha de 63 personas que pueden verse en la calle de la noche a
la mañana.
Ana, una mujer que ha vivido 27 de sus 75 años en los barracones, empleó su intervención para denunciar las mentiras del alcalde de San Bartolomé de Tirajana, quien declaró a una televisión local que los vecinos habían firmado un contrato de alquiler con el conde. Ana, que ha sufrido dos infartos y una insuficiencia renal en los últimos nueve meses, afirmó que la corporación municipal no les ha ofrecido ninguna alternativa habitacional hasta el momento y se mostró escéptica ante un alcalde que siempre les ha dado la espalda. En segundo lugar, Ayesa, la más joven de las tres, narró cómo un empleado del conde se presentó un día a las 8 de la mañana en los barracones y sin previo aviso comenzó a derribar la casa colindante a la suya con un martillo amortiguador. En dicha casa vivía la única vecina que tenía relación de alquiler con el conde: al rescindir el contrato con éste, la vecina abandonó la vivienda. Ayesa tiene un bebé de 14 meses que despertó ese día entre el pánico y el desconcierto que sembraba el ruido atronador del martillo. Llamaron a la policía para denunciar el abuso, pero nunca aparecieron. Entonces decidieron convocar a los medios y el empleado se esfumó al verlos llegar. Contó la joven que cuando el abogado del conde le entregó en mano la carta por la cual se les conminaba a desalojar sus hogares, ella le preguntó que a dónde irían. No obtuvo respuesta. Por su parte, Milagrosa declaró que las familias de los barracones habían solicitado viviendas sociales dignas y acordes a la situación económica de cada una. Si, como se afirma desde las instituciones, no hay suficientes viviendas públicas, exigió que les permitiesen quedarse en sus casas hasta que la administración construya nuevas viviendas. Es preciso recordar que, según se recoge incluso en documentos firmados por el conde, estas casas aparecen descritas como “cuartuchos para animales”. Sólo el enorme esfuerzo y los magros recursos económicos de las familias han logrado convertirlas en viviendas dignas y acogedoras. Milagrosa aprovechó para subrayar la desconfianza de las familias hacia los partidos políticos, que hasta ahora no han movido un dedo para ayudarles. Tras la intervención de las tres portavoces, miembros del Sindicato de Inquilinas denunciaron que la administración había incumplido su compromiso de realojar a las familias afectadas por la modificación del Plan General de Ordenación Territorial. Según este plan general, el terreno en el que están los barracones fue declarado “zona industrial” y los vecinos afirman que el alcalde les confesó que el ayuntamiento tiene la intención de comprarlo para construir una nave industrial. Por otro lado, los miembros del SIGC lamentaron que en pleno siglo XXI, en un Estado que presume de ser adalid de los Derechos Humanos, se pisotee sin reparo el derecho de estas personas a una vivienda digna. Además, anunciaron la estrategia de resistencia al posible realojo: desde la guerra mediática al piquete para evitar el desahucio. Por último, un vecino que lleva 58 años viviendo en los barracones relató las condiciones de esclavitud en las que con sólo 9 años empezó a trabajar para el conde. Su testimonio revivió la oscura historia de caciquismo, esclavitud y miseria que aún golpea a las clases más humildes de las islas. Entre otras cosas, denunció que hasta el año 1999 (en el orgulloso Estado español que ya presumía de cuarto puesto en la economía de la UE), el agua, la luz y los baños de los barracones eran comunes y sólo tenían luz de 6 de la mañana a 10 de la noche. En definitiva, las familias de Juan Grande han enviado un mensaje contundente a los herederos del conde: han demostrado que no tienen miedo y que van a luchar hasta el final por mantener sus viviendas si la administración no les asegura una alternativa habitacional digna y acorde a sus ingresos. Frente al caciquismo y la administración servil, estas 63 personas se han organizado para defender sus derechos más elementales. Y no están solas: tienen el apoyo y la asesoría del Sindicato de Inquilinas y la solidaridad y simpatía de 61 colectivos del Estado e incluso del continente americano que no permitirán que se queden en la calle. Read more ... |
Posted: 12 Jun 2017 12:35 PM PDT
Tras las movilizaciones anteriores, ayer, sábado 10
de junio, el colectivo del CSOA Escárnio e Maldizer había convocado una
nueva manifestación para responder a su desalojo el pasado martes 30 de
mayo. La semana anterior había estado marcada por las noticias
alarmistas y sensacionalistas alrededor de la movilización, resaltando
su carácter ilegal y no comunicado a la Subdelegación del Gobierno, así
como también por toda la manipulación de los distintos medios de prensa
de mayor tirada con respecto a la actividad del centro social
desalojado, inventándose numerosas mentiras con las que llenar las
páginas de sus asquerosos periódicos, criminalizando todo el tejido
social y el movimiento de solidaridad que se había estado creando
durante esos 3 años de lucha, autogestión y actividad política y
cultural antagonista y que tanto el día del desalojo como en días
siguientes estuvo muy presente, de distintas formas y con distintas vías
para expresar su rabia y su apoyo al Escárnio y a cualquier otro
proyecto autogestionado de lucha amenazado en el Estado (por cierto,
fuerza para el CSOA La Redonda de Granada también bajo amenaza de desalojo, ¡ánimo, compas!).
A pesar de esta arrolladora campaña de desprestigio y
de difusión del miedo por parte de sus fabricantes de la prensa
comercial, un gran número de activistas solidaries hicimos frente al
miedo y nos dimos cita en la Alameda de Compostela ayer, sábado,
alrededor de las 21:00, cuando las compañeras de la Batukada Feminista
comenzaron su actuación, añadiendo un aire festivo al ambiente que
sirvió para calmar ánimos y aliviar la tensión de algunas personas
provocada por la presencia policial que rodeaba todo el parque y el
mismo cielo (sus helicópteros llevaban varias horas sobrevolando), y
cuya forma de proceder era, hasta ese momento, imprevisible. Fue
entonces cuando, una vez formada ya la cabecera de la manifestación, la
policía se acerca y dice que permitirán que la manifestación salga (a
pesar de recordar por enésima vez que no se había solicitado el
pertinente permiso), con una advertencia de que teníamos totalmente
prohibido el acceso al Casco Viejo (por lo visto, a las autoridades y
sobre todo a las élites financieras de la ciudad les preocupaba que una
manifestación por la okupación en la zona vieja pudiese molestar a sus
querides turistas en un sábado tan bonito).
La multitudinaria manifestación discurrió entonces
desde la Alameda hacia la Plaza de Galicia, enfiló Doutor Teixeiro y
recorrió sin incidentes varias calles de la zona nueva de la ciudad
coreando consignas a favor de la autogestión y la okupación, contra la
policía y su represión, contra el Estado, el Capital y contra los medios
y sus mentiras.
Al
llegar a la calle República Argentina, “se produce el milagro”. El
portón metálico que da acceso al patio del antiguo colegio Peleteiro,
desde hace años abandonado y ubicado ahora en otro punto de la ciudad,
es abierto y se invita a les manifestantes a entrar.
Tras
un rato con la puerta cerrada, a la expectativa, se vuelve a abrir para
que pueda salir quien lo desee dado lo imprevisto de la acción para
muchas personas, y se reduce el grupo que permanece en el interior,
mientras fuera se mantienen el resto de les manifestantes en
solidaridad, concentrades. Mientras, dentro se lee un comunicado y se
intenta realizar una asamblea, con varies vecines asomades a la ventana
del edificio de viviendas de enfrente. No obstante, no tarda en actuar
la policía, que carga violentamente contra les compañeres que se
encontraban fuera, dispersando a una parte por los alrededores mientras
que otro grupo se sienta en el suelo para intentar resistir y cerrarle
el paso a los furgones de los maderos. Es entonces cuando, sin haber
recibido ataques, los maderos vuelven a cargar, disparando algunos
pelotazos de goma (insisto, contra un grupo de activistas sentades en el
suelo) y golpeando a diestro y siniestro, además de arrastrar por la
calzada a varias personas tirándoles del pelo. En las calles aledañas,
grupos de policías de paisano esperaban además con porras extensibles,
golpeando a traición y como cobardes a todes les manifestantes que
trataban de huír de la sangría policial.
Tras
despacharse a gusto y una vez con el camino despejado por su habitual
terrorismo de Estado, tras una larga incertidumbre en el interior del
espacio tomado por les manifestantes, los maderos proceden a desalojar
el patio del antiguo colegio Peleteiro, y su intervención no pudo ser
más espectacular, al más puro estilo hollywoodiense. Supongo que,
después de apalear a un grupo de personas pacíficas sentadas en el
suelo, los maderos necesitaban hacer gala de su pericia, no fuese
alguien a dudar de su valía.
Con uno de sus furgones antidisturbios aparcado justo
delante del portón metálico que les cerraba el paso, los maderos se
subieron al techo del vehículo, desde donde lanzaron dos botes de humo
(algunas fuentes afirmarían luego que se trataba de gas lacrimógeno),
que despidieron un gas a alta temperatura y que logró sembrar el
desconcierto y el pánico que, junto a la ceguera total que causó,
permitieron a los agentes ingresar al patio. Cabe indicar que en ningún
momento se hizo gesto alguno que pudiese hacerles entender que se iba a
resistir con la fuerza, y de hecho, las personas que okupaban el espacio
gritaron varias veces que no iban a defenderse. Sin embargo, no dudaron
en gasear a un montón de personas sentadas o acostadas en el suelo. Una
vez dentro, los maderos retiraron rápidamente el mobiliario que
barricaba la entrada y abrieron el portón, logrando ingresar y
procediendo a identificar de una en una a todes les compañeres, ya que,
aunque al principio se optó por resistir y negarse a salir si no era
todes juntes (ante el miedo a ser apaleades una vez fuera a solas),
terminaron por ceder considerando que la única alternativa planteada por
los maderos era salir todes juntes pero detenides. Además, dos
compañeros que se encontraban subidos a uno de los muros fueron
detenidos. Ambos fueron puestos en libertad con cargos horas más tarde,
aunque personalmente, en estos momentos todavía no conozco las
acusaciones que pesan sobre ellos.
Tras un buen rato esperando en una calle cercana, y
una vez juntes de nuevo, se procede a reanudar informalmente la
manifestación que de forma espontánea (y seguida de cerca por los
maderos) se dirige a la comisaría, para apoyar a 14 compañeres que
habían sido trasladades allí por los maderos por no llevar el DNI
consigo, y a los dos detenidos. Nuevamente entre gritos contra la
represión y la especulación y por la okupación y la guerra social se
recorren varias calles del centro hasta llegar a las inmediaciones de la
comisaría, en Porta Faxeira, donde esperaba un nuevo contingente
policial desplegado para impedir que se llegase a la comisaría. Una vez
allí, se opta por permanecer en la plaza anterior a la calle de la
comisaría, donde continuaron las consignas y los gritos y se aprovechó
para increpar a toda la escoria policial de paisano que regresaba a su
asquerosa guarida, después de cumplir con su deber golpeando
manifestantes pacíficas. Poco a poco fueron saliendo les compañeres
retenides, poniendo fin a una jornada de lucha y desobediencia donde no
sólo se dio un paso en cuanto a intentar tomar otro espacio dejando
claro el mensaje de que un desalojo es y seguirá siendo otra okupación y
que nada ha terminado, sino que además se logró responder de una forma
masiva y combativa a las provocaciones y las intoxicaciones de los
mass-media en toda la semana anterior sin entrar en su juego y sin
ponerles en bandeja la carnaza que esperaban obtener para seguir
llenando las páginas de sus asquerosos periódicos.
Además, otro resultado que personalmente también
considero muy positivo es que quedó claro para todes que el grado de
brutalidad policial no depende del nivel de conflictividad de les
manifestantes, como dijeron la mayoría de los medios de comunicación en
los días que siguieron a los disturbios que se produjeron la tarde del
30 de mayo por el desalojo del CSOA Escárnio e Maldizer y en respuesta a
las brutales cargas con las que la policía disolvió la manifestación de
aquel día, cuando todos los periódicos y el ayuntamiento afirmaron al
unísono que “los pobrecitos policías” no estaban preparados (aunque a
juzgar por las cerca de 50 personas heridas tras la manifestación del 30
de mayo, yo diría que estaban más que preparados) y que la violencia
con la que atacaron era una “medida necesaria” para “restablecer el
orden”.
Al contrario de lo que pretenden hacernos creer esa
pandilla de matones a sueldo cocainómanos y cobardes, la violencia
policial no es necesariamente el producto de un determinado nivel de
intensidad en la conflictividad de una cierta lucha o de una cierta
práctica de resistencia, sino el mecanismo que tiene la Democracia para
contrarrestar las expresiones políticas y sociales disidentes que
escapan a su control y que no aceptan sus cauces ni sus normas. Así
mantiene el Poder sus privilegios, aterrorizando a sus esclaves con
dispositivos de control y vigilancia, con palizas, con cárceles, con
armas. Y es que al final, como todo sistema basado en la autoridad y la
coerción, no puede sostenerse si no es a través del miedo.
La pregunta es, ¿a qué excusa victimista vais a
apelar ahora?, ¿cómo vais a justificar esta vez los golpes y los botes
de humo contra manifestantes sentades en el suelo? Y lo más importante,
¿condenará la hipócrita retórica “progre” del alcalde “del Cambio”,
señor Noriega, la violencia policial de ayer con la misma rapidez con la
que se apresuró a condenar la violencia de algunes manifestantes tras
lo ocurrido el pasado 30 de mayo? No, seguro que no, y a decir verdad
tampoco esperamos menos. En cualquier caso, esta vez la pelota está en
su tejado, es su reputación la que está en juego, no la nuestra.
Vuestra represión pretende aterrorizarnos,
silenciarnos, inmovilizar las voluntades de quienes se atreven a
desafiar un mundo impuesto que no es mundo sino jaula y morgue. Pero no
cedemos. No cedemos porque, a pesar de que el miedo es poderoso, sólo
hay una cosa más fuerte que nuestra pasión por la libertad, y es el
profundo desprecio que sentimos hacia quien nos la quita, a nosotres o a
nuestres compañeres y vecines y a otros individuos que forman parte de
nuestro entorno. No cedemos porque lo que vivimos ayer, aunque cada cual
tendrá su propia vivencia y su propio punto de vista y analizará lo
sucedido de un modo distinto, a muches nos emocionó, y vale la pena
defenderlo y cuidarlo.
Los medios se refirieron a nosotres a lo largo de
toda esta semana con una nueva nomenclatura, nos llaman “los
pro-okupas”. No somos “los pro-okupas”. Somos okupas cuando necesitamos
espacios para vivir y conspirar, para crear y soñar, y somos vecines
cuando nos encontramos en la calle y nos contamos los problemas, y somos
encapuchades cuando atacamos o necesitamos defendernos y protegernos a
nosotres y a les nuestres, y somos solidaries cuando alguien necesita de
nuestro apoyo, y os odiamos, sí. Odiamos el mundo que nos imponéis día
tras día, odiamos las normas demenciales que rigen vuestro sistema, y
odiamos una sociedad y unas estructuras políticas basadas en la
dominación y el abuso. No somos “pro-alguna lucha social”, somos la
lucha misma reaccionando contra un presente intolerable
La rabia sentida en común es un arma poderosa (y
preciosa) que no podréis arrebatarnos nunca. No estamos solas y nos
tenéis (y tendréis) siempre enfrente.
Fuerza a todes les que ayer dieron la cara y
resistieron hasta el último momento, tanto dentro como fuera de aquel
patio. Nos tocan a une, nos tocan a todes.
¡¡Un desalojo, otra okupación!!
Informó el infame Disnomia para Abordaxe!
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Posted: 12 Jun 2017 10:42 AM PDT
Gracias a la iniciativa del Ateneo Anarquista de Albacete y a la
Federación Local de Sindicatos de la CNT-AIT de esa localidad manchega
ha surgido la posiblidad de realizar una nueva presentación del libro
“Las raíces del anarquismo”. Este coloquio contará con la presencia de
los editores de este, creemos, más que recomendable texto. La actividad
tendrá lugar el viernes 16 de junio a las 19h. en los locales de la
organización anarcosindicalista. Recordamos a todos los interesados/as
que estos locales están situados en la calle Ecuador 26 (bajo). Al final
de la actividad habrá picoteo vegano para un buen rato de
confraternización.
No os lo perdáis. Estáis todos/as invitados/as. Read more ... |
Posted: 12 Jun 2017 05:41 AM PDT
De
niña recuerdo que después de vender helados en el mercado los fines de
semana, regresaba a la casa al filo de las dos de la tarde, (entre
semana a las 12:30 porque a la 1 entraba a estudiar) y agarrábamos
camino con mis amigos, costal en la mano cada uno, a recoger basura de
casa en casa para irla a tirar al barranco, nos pagaban 25 centavos por
costal.
Con mi hielera al hombro corría atrás de los autobuses
suplicándoles a los pilotos que me dejaran subir, para vender mis
helados, al pedalazo me subía y me bajaba porque nunca detenían la
camioneta completamente.
Corríamos a escondernos del cobrador del mercado porque todos los
días quería tirarnos los helados a la basura, estorbábamos en el
corredor.
Nos juntábamos a las 3 de la mañana en la esquina de la cantina Las
Galaxias, para agarrar camino hacia La Fresera, finca que quedaba a las
orillas de la aldea Zorzoyá, en San Lucas Sacatepéquez, caminábamos 20
kilómetros de ida y 20 ed regreso, entre las montañas verde botella.
Allá éramos jornaleros y trabajábamos de sol a sol en el corte de
fresas. Yo tenía 8 años entonces.
Un día dijo mi mamá que sería buena idea ir a vender pupusas, helados
y atoles y así lo hicimos. Mi papá y mi mamá con su hielera cada uno y
las dos hijas mayores con la nuestra, dejábamos todo fiado para cobrar a
fin de mes. Aquellos guindos y aquellas arboledas, fueron testigos de
nuestro cansancio físico de nuestra ilusión.
Cuando llegaba fin de mes y no tenía para pagar la colegiatura, en
la aborrotería de la esquina del bulevar central y la calle Eúfrates,
pedía fiado un doble litro de Coca Cola, mientras ofrecía los helados en
el mercado, hacía papelitos con números y me iba de puesto en puesto, a
ofrecerles a los vendedores los números para la rifa de un doble litro
de gaseosa; a veces a diez centavos y otras a veinticinco. Gastaba Q2.50
y me quedaban Q2.50 y cuando tenía suerte Q5.00
Para las navidades hacía adornos navideños, con el papel celofán,
manila y crepe que pedía fiado en la miscelánea de Juan, otro vendedor
del mercado. Los hacía por las noches después de haber acabo del
oficio en la casa, a la mañana siguiente los llevaba a vender al
mercado, a cincuenta centavos, un quetzal y ahí iba juntando para mi
inscripción, el uniforme, para los zapatos o los útiles. Copiaba los
diseños de los adornos que miraba en al televisión en los anuncios de
Navidad.
Por las tardes al filo del anochecer íbamos a vencer pupusas de
chicharrón y atol, al destacamento militar, caminábamos cinco
kilómetros, de ida y cinco de vuelta. Más de una vez trabajé de ayudante
de albañil y de ayudante de zapatero.
Cuando mi papá era piloto de autobús y no tenía ayudante, me llevaba a
mí, yo era la cobradora, la que subía los quintales en el hombro, a la
parrilla. Y me colgaba de la puerta de la camioneta, columpiándome y
gritando, ¡Terrazas, Ciudad Peronia, La Fuente! Eso fue en mi
adolescencia.
Cuando estudié magisterio, a las cinco de la mañana les pedía
prestados cinco quetzales, a mis tías o a las vecinas, para el pasaje y
para comprar naranjas en el mercado La Placita, a la hora del recreo las
vendía peladas, con pepita y sal, a las 9 de la noche iba a devolver el
dinero que me habían prestado en la madrugada.
Mi infancia y adolescencia me la pasé con una mudada y un par de
zapatos. De los sostenes supe hasta cuando ya tenía zarazas las tetas.
De las toallas sanitarias hasta que tuvimos dinero para comprarlas. El
desodorante y la pasta dental eran lujos de dos veces el año. Usábamos
limón como desodorante y sal y ceniza para cepillarnos los dientes.
Dormíamos las cuatro crías en una cama de metal con la pata coja,
un poncho de Totonicapán y una sábana de Tierra Fría nos cubrían de
sereno de la madrugada que goteaba de la lámina. Un pedazo de tela, como
cancel nos separaba del cuarto de mis papás, de la sala y la cocina,
que eran uno solo en aquella casa de mi infancia.
Las ventanas las tuvimos de cartón, cajas que nos regalaban en el
mercado, cuando no estaba construido y los vendedores ponían sobre unos
costales sus ventas, sobre el suelo. El piso de talpetate por donde
caminaban gallinas, cabras, patos, perros y de cuando en cuando los
marranos.
Cuando emigré, el primer día de trabajo me caí por las gradas del
sótano de una mansión de judíos, me enredé con el cable de la
aspiradora, en mi vida había visto una animala de esas, desperté tirada
en el suelo, empapada de cloro; el bote que llevaba en la mano se
destapó con la caída y me manchó la ropa, una mudada que con gran
esfuerzo habíamos comprado en una tienda de ropa usada, porque a Estados
Unidos llegué con lo puesto. Estaba ahí tirada al final de las gradas
alfombradas, rodeada de gente a la que veía borrosa y que me hablaba y
yo no entendía lo que me decían, yo no entendía ni el saludo en inglés y
mucho menos lo hablaba. Así fue mi bienvenida al trabajo del servicio
doméstico.
Yo no olvido, las tantas veces que el cobrador del mercado nos
perseguía, para tirarnos los helados. Ni las innumerables ocasiones que
corrí atrás de los autobuses y las tantas que me caí intentando ganarme
el sustento. No olvido las tantas veces que me discriminaron, por negra,
por paria, por arrabalera, por vendedora de mercado. No olvido el olor
de la basura que cargaba en mis hombros de niña, en camino al barranco.
Ni las tantas veces que el cansancio nos venció a media montaña en
camino a La Fresera. Ni los insultos del caporal, ni la explotación
laboral que nos hacía el dueño de la finca. No olvido las tantas veces
que no nos pagó la medida en su peso cabal.
No olvido las tardes en camino al destacamento, entre las
hortalizas y el musgo blanco de los cipreses del caminón, el dolor de la
espalda por el peso del atol, de los plátanos fritos, de las pupusas de
chicharrón, los chocobananos y los helados.
No olvido las veces que pedí fiado para comer, ni las veces que toqué
puertas ajenas en la madrugada para pedir prestado para ir a estudiar.
No olvido la frustración, el cansancio, el dolor, la rabia, la amargura, la miseria, la exclusión que me viví.
No olvido los sueños rotos, las puertas cerradas en mi nariz, no
olvido las tantas veces que me gritaron negra percudida, por mi color de
piel. Ni las tantas que el agua del invierno entró por la suela de mis
zapatos. Ni las calcetas remendadas, ni las tripas chirriando de hambre,
nuestra escases. No lo olvido.
Como no olvido a quienes parias como yo, compraron los numeritos de
las rifas del doble litro de Coca Cola, ni a los vendedores de la
abarrotería que me los dieron fiados. Ni a los vendedores de mercado que
escondían las hieleras cuando el cobraror nos buscaba. Ni a los
soldados rasos que nos compraban en el destacamento y nos acompañaban en
la noche, en el caminón para cuidar que no nos pasara nada.
Yo no olvido, de dónde vengo, yo no olvido de qué estoy hecha. ¿Por
qué entonces debería negar que soy paria? ¿Por qué bebería negar mi
memoria? ¿Olvidar a quienes parias como yo me metieron el hombro para
que yo estudiara y saliera del corredor del mercado? A los pilotos de
autobús me dejaban subir a vender mis helados. A los jornaleros de La
Fresera que compraban lo que llevábamos a vender. ¿Por qué ahora debería
fanfarronear con que soy escritora y poeta? ¿Por qué ahora debería
olvidar a quienes me vieron cuando fui completamente invisible para la
sociedad?
¿Por qué ahora descaradamente me podría etiquetas que no me
corresponden? ¿Por el nombre de otros? ¿Por la luz de otros? En la
invisibilidad de la miseria y la exclusión, también hay vida, sueños,
luchas, solidaridad. Y es ahí a donde yo pertenezco.
Y cuando digo paria, reafirmo mi herencia milenaria, mi memoria y mi
identidad. Reafirmo que soy vendedora de mercado. ¿Por qué tendría que
negar la dignidad de los excluidos de todos los tiempos? A ellos mi
letra, mi vida y mi poesía. Lo demás son babosadas.
En otro viaje, contaré por qué no soy roja, revolucionaria o feminista.
Blog de la autora: https://
Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado contacto@
11 de junio de 2017, Estados Unidos.
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Posted: 12 Jun 2017 03:07 AM PDT
Entramos en la última semana de las jornadas 'Bebés Robados en la Memoria Viva',
organizadas por varios colectivos y que se están desarrollando en la
sede de la FAL durante el mes de junio. Agradecemos a todos y todas las
asistentes que nos han visitado en los últimos días su presencia en las
actividades celebradas e invitamos a todo el mundo a secundar los actos
que hay planteados para esta última semana. Recordamos que este ciclo de
actividades culturales pretende, por un lado, amplificar el debate en
torno al tema y, por otro, dar visibilidad a la reclamaciones de las
asociaciones de afectados y afectadas.
Pues bien, esta semana cerramos las jornadas con dos propuestas. La primera será la proyección del documental Niños robados del franquismo. Para el debate posterior contaremos con la presencia de José Frutos, periodista y autor del documental, Martha Bello, de la Red Argentino-Europea para el Derecho a la Identidad, Soledad Luque, presidenta de la asociación Todos los niños robados son también mis niños, y Ángel Casero, presidente de la asociación Adelante Bebés Robados. Esta actividad tendrá lugar el viernes, 16 de junio, a las 19:30
Por último, y para finalizar las jornadas, el sábado 17 de junio, también a las 19:30, se celebrará un concierto de cantautores organizado por la asociación Arte Total, coorganizadora de las jornadas.
Nos vemos en la FAL.
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