ANTE
EL ATAQUE DE MACRI A LOS LABORALISTAS Y A LA JUSTICIA DEL
TRABAJO:
Estamos
en guerra.
No
la declaramos nosotros, pero no la eludiremos.
Los
laboralistas dimos la batalla contra la nefasta "mayoría automática" en la Corte
Suprema del menemato, y durante dos años fuimos con nuestras cacerolas al
Palacio de Justicia. Nos quisieron aplicar la figura penal de la "sedición", nos
amenazaron, y no arrugamos.
Menos
ahora.
En nuestras sociedades el abogado es el depositario del saber jurídico y el puente de la gente con la Justicia.
En nuestras sociedades el abogado es el depositario del saber jurídico y el puente de la gente con la Justicia.
Especialmente
de los sectores más débiles y vulnerables, ya que los poderosos hacen su propia
justicia.
Atacar
a los abogados laboralistas es intentar dinamitar esos puentes, así que no hay
dudas de quienes son los verdaderos perjudicados con esta maniobra del Gobierno
de los CEOs. La cruzada de Macri contra la Justicia del Trabajo, contra los jueces laborales y contra los Laboralistas, es sólo una cortina de humo para avanzar contra los derechos de los trabajadores. Cada vez que en este país se levantó la bandera de la "industria del juicio", atrás vino un zarpazo contra las leyes laborales. Es de manual.
Claro que hay algunos comportamientos mafiosos de algunos colegas. Como los hay entre la clase política, entre los grandes empresarios, que sobornan gobiernos para obtener obra pública, entre los periodistas, y en todos los estamentos sociales, pero son una minoría frente a los que ejercen la profesión con absoluta decencia y dedicación.
Estamos en guerra, pero no para defender intereses corporativos. La inmensa mayoría de los laboralistas estamos comprometidos con la defensa de los derechos de los trabajadores, que son los que están bajo amenaza. Ya avanzaron con la ley de las ART y ahora vienen por todo. Por eso en esta trinchera tenemos que estar todos juntos. El 22 de junio nos encontraremos en la sede la Asociación de Abogados Laboralistas, Viamonte 1668 1º "3" CABA, a las 18 horas, para consensuar cómo resistir. Los sindicatos deben estar presentes y unirse en esta lucha, que es la lucha de todos.
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