Twitter

lunes, 18 de junio de 2018

Tinkunaco 1.147/18 - Revista El Emilio - DE FALACIAS Y MITOS PERVERSAMENTE UTILIZADOS

DE FALACIAS Y MITOS PERVERSAMENTE UTILIZADOS


C.A.B.A., Argentina, UNASUR-CELAC, EL EMILIO, Política Nacional

LA FALACIA DEL “NO SE PUEDE GASTAR MÁS DE LO QUE SE TIENE Y PUEDE”; UN MITO BIEN UTILIZADO.


Banqueros ladrones
Captura de pantalla 2018-06-01 a la(s) 12.13.51




Por Victor Leopoldo Martinez

En economía nada es tan complicado como se lo quieren vender. La clave de la cuestión económica argentina está simplemente en la distribución de la riqueza que produce el pueblo trabajador y de qué forma y mejor manera se pueden aprovechar nuestros valiosísimos  recursos naturales. Lógicamente todo esto…:
1) O es disfrutado por todo el pueblos argentino, algo que indica la propia lógica productiva humana en cualquier lugar de este planeta.
2) O solamente es usufructuado y super disfrutado por ese puñado de haraganes y especuladores financieros que conforman la oligarquía vernácula a la que se le suman los grandes empresarios (incluido el dueño del mayor monopolio mediático existente hoy en el pais) que concentran el poder económico y que solo pretenden obtener suculentas ganancias en el menor tiempo y con la menor inversión posible, además de conseguir la mayor explotación laboral de la población activa que al Estado se le pueda sacar.

Pero… ¿Cómo se logra concretar la una o la otra?
  1. A) -La primera a través de un gobierno que maneje los resortes de esa economía con criterio nacional y lo haga teniendo como meta única y exclusiva una distribución de esa riqueza entre los que la producen, de manera equitativa y justa, pensando siempre que todo excedente debe invertirse (diferente de “gastar”) en saneamiento básico, salud, educación, investigación y desarrollo tecnológico que agregue valor a la producción exportable. En general esta variante termina siendo calificada de “populismo” (o… “es mentira que todos pueden vivir bien”).
  2. B) -La segunda a través de aquella manipulación mediática que se encarga de generar consenso en los sectores medios de nuestra sociedad a quienes se educó previamente en el amor por el individualismo y la meritocracia –que prende con facilidad en cualquier aspirante a pequeño o gran burgués por ser comprador compulsivo de sus mitos sostenedores – recurriendo a construcciones discursivas plagadas de falacias. La ignorancia (la verdadera) hace el resto.
Para saber cómo descubrir el grado de verdad o falsedad de ciertos relatos politiqueros y periodísticos solo basta con ir a Google (ya ni siquiera sugiero libros). Seguramente allí  lo encontrarán. Ahora bien, lógicamente les demandará cierto esfuerzo que bien vale la pena hacerlo si en ustedes está ese deseo de dejar de ser tomados por estúpidos- (dicho de manera delicada y no groseramente).  El resto es saber traspolar y aplicarlo a lo que ustedes ya conocen y ven diariamente, según les indica el buen sentido que es cuando uno se vuelve criterioso en materia de análisis de la realidad; en este caso la que ahora nos está afectando.

Veamos:
El mito de la “pesada herencia”(mito como historia imaginaria construida con alteraciones de cualidades de la  realidad vivida por gran parte de la población en el pasado reciente, basado en un relato -una patraña- elaborada con generalidades a las que supieron darle más valor del que realmente tenían y tienen) incorporó en su pobrísima –pero muy eficaz- argumentación una falacia que operó sobre la beta culpógena judeo-cristiana que cargan los componentes de ciertos sectores sociales –clase media y media baja- y que traen en su mochila por deformación cultural previamente instalada; algo que hábilmente fue usufructuado: “NO SE PUEDE GASTAR MÁS DE LO QUE SE TIENE Y PUEDE”.

Por empezar, esto, en términos económicos, es una gran estupidez. Si  así fuera, el crédito sería innecesario, entonces sobraría el sistema financiero y los bancos serían innecesarios. ¿Viviríamos mejor o peor? ¡Vaya uno a saber!!! Pero hoy por hoy  el crédito es como la sangre, que transporta el oxígeno a las células, activando, así, el crecimiento económico haciéndola funcionar (esto ya lo sostenía Jauretche allá lejos y hace tiempo). El tema siempre consistió en saber y/o definir previamente con qué fin aparecen o se crean las entidades bancarias y por qué son necesarias esas entidades en manos del Estado; y esa finalidad se la da su condición: o son públicas (estatales) o privadas.
Sobre la presentación de esta premisa tan elemental surgen infinidad de preguntas: Si el dolar es una mercadería con tan alta demanda ¿Por qué no está en las góndolas de los super mercados? Usted dirá ¡Que pregunta tonta! Pero usted ¿No es más zonzo al suponer que puede comprar todos los días en cualquier banco 10 mil dólares? ¿Tiene pesos para hacerlo? ¿No se pregunta quienes son los que compran los 600, 700 o mil millones de “verdes” que vende el Banco Central? ¿En serio cree que esas operaciones financieras forman parte de la vida cotidiana de su vecina “doña Rosa”? El común de los mortales argentinos está muy lejos de ese mundo fabricado para giles. Si todo funcionara bien y de manera justa y equitativa…   ¿Por qué no puedo gastar el producto de mi trabajo en lo que yo quiera si me lo gane? ¿Por qué no puedo gastar a cuenta si tengo acceso al crédito de una entidad financiera estatal bien administrada que no cobra intereses usurarios como ocurre hoy?  ¿Por qué –si nos referimos al Estado como administrador- los actuales e improvisados gobernantes “PRO” se preocupan en llamar  «gasto» y no «inversión» o «distribución» el atender a los más necesitados y  desprotegidos? ¿No son humanos? ¿A quién debe ir destinado lo que el Estado recauda?  ¿”Gasta y mal” el Estado cumpliendo con su responsabilidad social? ¿Quién genera esa riqueza  supuestamente «mal gastada» por el Estado, el trabajador con sus aportes y su consumo o los empresarios con sus evasiones? ¿Es justo ser rico, o incrementar el capital privado evadiendo los compromisos fiscales? Eso ¿no es delito? Entonces ¿Por qué es delictivo que un usuario se niegue a pagar una suma exorbitante por un pésimo servicio?  ¿Por qué los grandes evasores privados ven bien que el Estado subsidie sus actividades para no “jugar” a perdida? ¿Qué es el «mercado» y cuáles son sus virtudes reguladoras? ¿El mercado por si solo produce bienestar general? Entonces ¿Por qué la necesidad de monopolizar producciones, comercializaciones y el manejo de la información por parte de algunos codiciosos empresarios? ¿El libre mercado tiene un mecanismo de justicia propio que le garantiza a la sociedad equidad distributiva? Si esto no es así a la sazón  el mercado es una herramienta perversa ya que contradice su discurso  sobre las ventajas de la libre competencia  al permitir la monopolización de algunas ramas de la economía. Luego… ¿Cuál es la ventaja social que brinda el “mercado” habilitando en los hechos la existencia de monopolios? El Estado…  ¿debe ser solo una “caja”  para negocios de empresarios poderosos…  o  un administrador de los recursos que producen los que trabajan para su posterior distribución con el criterio más justo, equitativo  y solidario posible?  El mercado… ¿Es solidario? ¿Qué papel juega entonces el sistema financiero sin la intervención del Estado? Bertolt Brecht dijo alguna vez “Robar un banco es un delito, pero más delito es fundarlo”. Quizá en esto radique la diferencia entre lo público y lo privado; entre los bienes sociales y los intereses individuales. El Estado ¿Cuál debe priorizar?   
Me detengo acá para no saturar con inquietudes que el común de los mortales no se las plantea ya que le resulta más fácil y hasta tranquilizador “consumir” las falacias ya digerida que brindan  los medios que en esforzarse por pensar y buscar las razones de sus males.  
Sin embargo…  ¡Cuantas  elementales preguntas no reciben respuestas de los “medios educadores en estupideces”;  o las que brindan son simple generalidades con las cuales los ricos y los “técnicos” embaucan a tilingos y perejiles!  
Vamos a lo concreto. Entonces, los enunciados preelectorales lanzados por el “macrismo” ¿Fueron falacias?
¡SÍ!
¿Por qué?

LA GRIETA MACRISTA

























Una falacia es un engaño fabricado intencionalmente para persuadir o manipular a otros; es una construcción discursiva con un argumento que parece válido, pero no lo es: “La inflación se la controla con una buena administración”. (Macri; el “lúcido” que hace dos años y medio que no la puede domar); o en relación al reciente y pavoroso acuerdo con el F.M.I.: “Le quiero transmitir a los argentinos que estamos alejándonos definitivamente de la zona (¿?) de crisis” (Marcos Peña). Claros ejemplos dado por los máximos exponentes  de la hipocresía en la gestión PRO. Ambos dieron claras muestras, el primero de impericia, brutal ignorancia y torpeza, y el segundo de un maestro en hipocresías,  jamás antes visto; hablando como si la desastrosa situación actual del país (“crisis”) nació de un repollo y sin paternidad reconocida.  
Las falacias son muy usadas en la política y en el periodismo. Este último frecuentemente lo utiliza en artículos de opinión en sus  medios gráficos de comunicación y en programas pseudo periodísticos  televisivos y de radio en los cuales la argumentación y la persuasión son de especial relevancia.

Veamos tipos de falacias:
La falacia “ad hominem” consiste en evadir el tema dando solo opiniones generales, no relevante,  y con eso poner en tela de juicio  la moralidad de otros. Por ejemplo: “se robaron todo (¿?)“Son todos corruptos y ladrones” Sin identificar quienes. O el propio presidente Macri que fue y es uno–sino el mayor- de los más  conspicuo corrupto del país,  contrabandista y evasor fiscal compulsivo con deudas con el Estado multimillonarias, con cuentas off shore en paraísos fiscales legalizada por él desde que asaltó la función pública, que hoy se la pasa presionando a la justicia para que no lo investigue, se anime a sostener: “La grieta se va a cerrar cuando el último corrupto quede preso y devuelvan todo lo que se robarón”.
Otra es la falacia de la autoridad (argumentum ad verecundiam) que traducido a ejemplos concretos sería “Asi eran las bóvedas de los Kirchner en el sur; Jorge Lanata lo dijo…” “Lilita Carrio lo denunció…”. A estas podríamos agregarle los  sofisma populista (argumentum ad populum) que manipulados como falacias a través de  una construcción argumental basada en la ignorancia del resto social  termina siendo muy utilizados de manera contradictoriamente absurda por una conductora que  desde hace varias décadas opina como vocera de “la «gente» me dice” en sus habituales almuerzos.  ¡Pero hay más! Para  dar esa patina de verdad que necesita  su opinión personal y de  lobista política, esta conductora socializa la misma con un «todo el mundo sabe que…», o «…es lo que la sociedad desea/espera/quiere». La ignorancia sobre el grado de verdad o falsedad de tamañas afirmaciones hace que la aseveración, como producto deductivo, sea fácilmente comprable. “La gente”, “todo el mundo”, “la sociedad” nunca dejaron de ser generalidades total y absolutamente inconsistentes por incomprobable. La mayor de ellas es la socialización de responsabilidades, hoy usada hasta el hartazgo luego de cualquier hecatombe económica nacional: “…somos todos responsables” que es como decir nadie porque nunca se podrá meter en cana  a ese nadie que somos todos; una falacia total y absoluta ya que los responsables de la hecatombe tienen nombre y apellido y son fácilmente identificables.
Hasta aquí ejemplos de producción y venta de falacias.
Ahora bien, ¿Cuándo comienzan a derrumbarse estas falacias PRO-mediáticas? Cuando la incontinencia verbal del medio pelaje ignorante que no solo se encuentra dentro del  ejecutivo nacional (cargos claves y Secretarías de Estado), sino también en  el congreso nacional y en alguna que  otra gobernación provincial  desnudan  esa mediocridad reaccionaria y  perversa, propia de todo tilingo, abriendo sus bocotas para opinar blanqueando así  su racismo, su sectarismo, su beta discriminadora y reaccionaria, su servilismo para con los poderosos a cambio de migajas.

Pruebas al canto:
GONZÁLEZ FRAGAa) González Fraga –actual Presidente del Banco Nación de la gestión CAMBIEMOS- sostiene: “Durante 12 años le hicieron creer al empleado medio que  su sueldo medio  servía para comprar celulares, plasmas, autos, motos  e irse al exterior. Eso era toda una ilusión; eso no era normal.”
MICHETTI
b) Michetti, la vicepresidente de la Nación y presidenta del Senado de la gestión CAMBIEMOS manifiesta: “El pobre tienen que entender que es pobre y conformarse con lo que le corresponde y no creer que puede seguir viviendo como lo hacía antes.”  O “Sepan aguantar hasta que dentro de 2, 3 o 5 años podamos salir adelante”  “Era necesario que los trabajadores salieran de la fantasía del consumo
VIDALc) Vidal, la ignorante gobernadora del principal estado provincial del país –Buenos Aires- afirma en el Rotary Club: “¿Es equidad que durante años hayamos poblado la provincia de universidades públicas cuando todos los que estamos acá sabemos que nadie que nace en la pobreza en la Argentina hoy llega a la universidad?”.

GERARDO MORALESd) Gerardo Morales (gobernador de Jujuy implicado en más de un negocio turbio como operador de empresarios como los Blaquier, hoy a cargo del gobierno provincial) manifiesta: “Si estas causas contra Milagros Salas fallan, tengo 60 más para imputarla”….
No hay nada más que agregar. Saque usted lector sus propias conclusiones.
Conclusión: Ni la situación económica dejada por el anterior gobierno –“pesada herencia”-  fue tan pesada como la pintaron ya que comenzaron a blanquear sus verdaderas intenciones al segundo día de hacerse cargo del gobierno con hechos y decisiones económicas concretas: Apostar a la timba financiera con el endeudamiento externo como recurso. Esto no hubiese sido nunca posible si las condiciones en que se encontraba el país hubiesen sido malas;  nadie presta a un insolvente, lo cual permite deducir que el gobierno de Macri solo pudo endeudar al país de la manera descomunal que lo hizo  en apenas un año porque el país tenía solvencia económica y las condiciones político-sociales con que  recibió el país así se lo permitieron.    
La  pobreza cero, la eliminación del impuesto a las ganancias en los trabajadores, la no devaluación, la generación de trabajo genuino, el no aumento de tarifas,  el cuidado de los jubilados, el no ajuste, nunca estuvo en los planes PRO. He aquí las falacias con las que engrupieron a la población.
Ninguno de los integrantes del “equipo de lujo, ni su director técnico –Macri-” sabía cómo se gobierna la Nación: “Nos equivocamos porque estamos aprendiendo (Aranguren-Michetti-Peña)”. Siempre supieron y solo  saben cómo hacer negocios con el Estado. La mayoría de ellos son CEOS empresarios que siempre operaron con el Estado en materia de obras públicas sacando el mayor provecho posible.  El resto; el resto de los interesados PRO solo son simples operadores financieros de bancos extranjeros.
Ahora ya nadie puede tener dudas que venían dispuesto a concretar una devaluación y con ella una brutal transferencia de riqueza de la población laboral a los que más tienen; vinieron para  quitarles todas las retenciones, impuestos y gravámenes a los poderosos, vinieron a legalizar el saqueo del país implantando la especulación financiera (bicicleta) como la más clara y eficiente (por su rapidez) herramienta para la fuga de capitales  y de los dólares que ingresan como préstamos (basta leer el memorándum de acuerdo con el  F.M.I. para enterarse de cuál será el destino de ese préstamo).
Nunca antes se había logrado generar tamaña crisis económica en tan poco tiempo. Lo grave es que todavía hoy existen dentro de nuestra sociedad ignorantes personajes que como verdaderos leguleyos intenta explicar lo inexplicable repitiendo las estupideces que  bajan los integrantes del “equipo de lujo” Macrista y son transmitida por la “cadena Clarin” de periodistas inescrupulosos y serviles que jamás asumirán su alta cuota de responsabilidad cómplice en la generación del actual mal pasar de los argentinos.
¿Cómo pueden ciertos personajes de este gobierno tener el coraje de hablar sobre su buena gestión cuando en dos años se comieron ministros y presidentes de bancos porque los “lujosos” no dejaron defecación por realizar en su paso por la función pública (fuera de llenarse los bolsillos de guita)? Estoy hablando de decisiones en materia económica tremendamente perjudiciales para el país y sus interese; perjudiciales para la población en general y solamente muy beneficiosas para ellos y/o para los que ellos representan. La inexperiencia, la ignorancia política (y general) y la ineptitud en todos y  cada uno de los hombres del gobierno de Macri impiden que sean “presentables” en términos internacionales porque resulta incompresible para cualquier operador extranjero medianamente serio entender su designación y/o el rol que cumplen dentro de un Estado Nacional (más allá de reconocerlos como simples delincuentes de dudosa moral). Carrió, llegado el momento de tener que dar cuenta de tanta perversión, seguramente acudirá a otra de sus actuaciones magistrales para mostrarse como loca (algo que le cuesta muy poco) y así salvar su ropa como inimputable frente a la justicia.
Hoy por hoy es muy evidente que  gracias a Macri (con su agente de prensa Lanata) y su equipo de lujo, el pueblo argentino está siendo considerado a nivel mundial como un pueblo de brutos, torpes  e ignorante; consideración que por suerte a una muy importante porción de ese pueblo que conformamos, no nos cabe como sayo; pero por esa irresponsabilidad  del resto -los votantes de este rarísimo engendro político llamado PRO-  lamentablemente así nos ven.
Gran parte de los argentinos entraron “sin querer queriendo” en el libro guinness de record  como los mayores giles compradores de falacias del mundo ¡Si señor!!! Nos devolvieron al mundo… pero como un pueblo de imbéciles!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario