Twitter

viernes, 26 de agosto de 2016

Tinkunaco 1.916/16 - Revista El Emilio - ESENCIA DE LA ECONOMÍA PERONISTA

ESENCIA DE LA ECONOMÍA PERONISTA


“LO QUE HACE A LA ESENCIA DE LA ECONOMÍA PERONISTA ES EL AUMENTO DE SUELDO, LA CONSOLIDACIÓN DE LOS SINDICATOS, EL SURGIMIENTO DEL OBRERO COMO SER HUMANO”.

foto para nota

foto para nota
v-l-m-3 
Por Victor Leopoldo Martinez
 
Cualquier semejanza de lo que van a leer a continuación con la realidad político-económica de hoy hecha  “pintura diagnostico” (que incluye  la “pesada herencia”,  el “estado catastrófico de la economía nacional”, algo que aparece como reiterada (pero muy vieja) muletilla  en el relato Macrista-PRO (digo PRO para incluir a todos sus “acompañantes” a nivel CEOS empresarios y economistas cipayos ubicados en su gabinete que operan desde allí a diestra y siniestra para beneficiar al sector que representan), vera Ud. Señor lector, no es casualidad, ES UNA CONSTANTE HISTÓRICA.

Enrique Silberstein (1920-1973) fue un economista y periodista  muy particular y no casualmente por destacarse en la enunciación o defensa de las múltiples variantes tecnocráticas que por lo general aparecen en  la “cháchara” de los supuestos “eruditos en economías”. Muy por el contrario, Silberstein fue el desmitificador de los macaneos económicos con que se justificaban las decisiones políticas en materia económica para beneficiar a un sector en detrimento de otro. Él lo hacía desde un lenguaje sencillo, llano,  simple para la comprensión de cualquier argentino.

En su libro ¿POR QUÉ PERÓN SIGUE SIENDO PERÓN? (1969-Ediciones Corregidor) y refiriéndose a la base de la economía peronista en cuanto a medidas concretas para favorecer a los trabajadores y que él ubica como inicio y aplicación entre 1943-45, cuenta que los empresarios de la época y sus operadores políticos, frente a las políticas laborales puestas en acción por  Perón desde la Secretaria de Trabajo y Previsión: “Decían que la república se iba a los caños, que así no se podía seguir,  que los ingresos que se dirigían a quienes trabajaban iban hacia el consumo, (¿No escuchó esto en boca de Macri,  Javier González Fraga, Prat Gay, Michetti en estos últimos 7 meses sosteniendo que  los argentinos de clase media y media baja “vivieron en un sueño porque gozaban de algo que no les correspondía”?)  mientras  que los ingresos que se dirigían a los empresarios servían para capitalizar al país (hoy por hoy, Macri  “dixit”)  (Pero nadie dijo que las ganancias de los empresarios se iban a las cuentas numeradas de Suiza (hoy se sumaron  Panamá, Caimán, HSBC y Bancos Norteamericanos donde Macri, Melconian y tantos otros funcionarios y empresarios “decentes y transparentes”  tienen 400 mil millones de u$s). Más aun, por esa época Uruguay también implantó el sistema de cuentas bancarias secretas, a fin de satisfacer la demanda creciente  de los cada vez “más pobres” empresarios argentinos)… Y la culpa de todo la tenía la economía peronista de los años 1943/44/45 (Hoy “la pesada herencia” con las supuestas “bombas” dejadas por el kirchnerismo).  Y esta cantinela siguió por años. Los cálculos para obtener los porcentajes que mostraban ese desfasaje  eran tan complicados y se basaban  en tantas variables, que una modificación en cualquiera de ellas alteraba el total general. Por tal razón las cifras dadas por el Ministerio de Asuntos Económicos fueron modificadas por revisiones posteriores realizadas por el CONADE y recontra revisadas (los antecesores de Lanata) por la CEPAL, con lo que a la postre uno no sabía qué cifra usar, puesto que todas eran oficiales, todas habían sido realizadas por super técnicos y todas eran diferentes.” Nada nuevo bajo el sol en el mundo de la chantocracia de economistas al servicio empresarial y de intereses foráneos. Digo esto último porque en otra nota seguiremos trayendo “cuentos” de Silberstein sobre las operaciones Inglesas y Yanquis con fuerte apoyo local para que vean que el acompañamiento actual que tuvieron los “fondos  Buitres” viene con  padres putativos desde el siglo XIX.

Pero ¿Por qué el peronismo –según Silberstein-  siguió vigente y yo agregaría,  en el 2003 reaparece con formato kirchnerista  rescatando y tomando  detalles que a continuación vuelco y que forman parte de los fundamentos por él señalados como la base de la economía peronista? El porqué de la reacción Macrista en términos tan desalmados  ahora y con esto queda más claro aun. Se trata de una reacción visceral de la clase oligárquico-empresarial, despectiva del pueblo  que usa la mentira como lo hizo siempre para conseguir esconder sus perversos fines. Veamos:
“Lo que hace a la esencia de la economía peronista es el aumento de sueldo, la consolidación de los sindicatos, el surgimiento del obrero como ser humano. 

Lo que hace a la esencia de la economía peronista es que, de 1943 a 1945, el consumo interno aumento en un 20%, que el obrero tenía plata para gastar, que el empleado tenía dinero para comprar cosas. Aumentaban los sueldos, aumentaban los precios, pero el obrero y el empleado seguían adquiriendo los bienes y servicios de su nueva escala de consumo. Y todo eso se consolidó con el decreto que obligaba al pago de un mes complementario en concepto de “aguinaldo”, a todos, fuesen obreros, empleados, jefes o gerentes.

¿Que el aguinaldo se dio con el fin de atraer votantes a favor de Perón en las elecciones siguientes de febrero de 1946? ¿Y quién lo niega? Pero ¿en algunas de las elecciones anteriores  se había tomado una medida de esa naturaleza en favor de la inmensa mayoría de la población, desde el norte al sur,  desde el oeste al este? Por otra parte, terminadas las elecciones y triunfante Perón y caído Perón, y triunfante Lonardi, Aramburu, Frondizi, Guido, Illia, Onganía Levingston, Lanusse, ¿no sigue subsistiendo  el sueldo  anual  complementario?

Aquella acción le dio contenido popular a la economía peronista, y esta continuidad le sigue dando vigencia política  a la figura de Perón.

Fíjense que no hemos dicho que la mayoría de los argentinos les interesa reducir el propio consumo con el fin que los costos no aumenten, con el objeto  que los empresarios ganen más e inviertan más en nuevos equipos. No hemos dicho que la mayoría de los argentinos prefieren ahorrar (esto es no consumir) a fin de que el país  se capitalice y se pueda industrializar para lograr un desarrollo sostenido y equilibrado. No hemos afirmado  que la mayoría de los argentinos desea que se produzca una transferencia significativa y masiva de ingresos a favor del empresario (sea agropecuaria, sea industrial), sino que hemos dicho que la mayoría de los argentinos desea una transferencia sustancial y masiva de ingresos a su favor; así son ellos… quienes ganan más y gastan más.

¿Por qué hemos dicho lo dicho?  Porque hemos decidido no macanear y no tener en cuenta los planteos económicos hipócritas (hoy Macri) que bregan por el incremento de los ingresos de los empresarios con el único y deliberado  fin de que aumenten los saldos de las cuentas numeradas (hoy Off Shore) en los bancos suizos (hoy Panamá y nuevos paraísos fiscales). Solo cambiaron las apariencias y nombres de las operatorias que facilitan las evasión impositiva y el saqueo de la parte que le corresponde a los trabajadores. Por eso la oligarquía y sus alumnos de medio pelaje odian tanto la equitativa distribución de la riqueza que el país y su pueblo producen, practicada por el peronismo. 

Siempre hemos creído que era necesario, fundamental, que el análisis de la economía  (y de la política) argentina se hiciese con parámetros argentinos, teniendo en cuenta nuestra realidad e idiosincrasia y no la mentida realidad de los países desarrollados (que, entre paréntesis,  tampoco es tal como se la pinta en los libros de economía). Esto lo sostengo en mi trabajo “Guarda-Polvos, aorta pedagógica de la dependencia” (Ediciones EL EMILIO- 2014), y viene al caso por que se trata de una vieja colonización cultural que nadie se animó a revertir y donde siguen abrevando hasta los docentes mitro-marxistas que aun hoy controlan los claustros de “altos estudios”. Es en este aspecto central donde yo difiero con el Kirchnerismo en cuanto a su política cultural y educativa. Pasaron 12 años donde no se metió mano en los contenidos educativos que hacen a las cuestiones de fondo de la realidad histórica nacional. 

Nadie podrá decir que Silberstein fue peronista.  Simplemente era un economista con mucho sentido común y del humor para desacartonar  esa economía dibujada y escrita allende los mares,  para el medio pelaje argentino que le fascina jugar al “economista entendido”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario