Villa El Tropezón: “Estamos más unidos que nunca”
En la tarde del 5
de noviembre y por decisión autónoma de lxs vecinxs organizadxs, la
policía no pudo reprimir ante el inminente desalojo manifestado por el
gobierno de Córdoba a lxs vecinxs de Villa El Tropezón.
Imagen de @EMoralesLR
Por Melina Dassano | @MeliDassano
Cobertura Esteban Morales y Matías Spicogna.
Recordemos que hace dos semanas, 8
vecinxs fueron imputados en Tribunales 2 por usurpación, a partir de una
denuncia del funcionario del Ministerio de Desarrollo Social, Arq.
Carlos Viana.
En este contexto, el propio Carlos
Viana, acompañado de otros funcionarios del MDS y la Guardia de
Infantería se hicieron presentes en la Villa ayer por la mañana,
manifestando que los vecinos debían desalojar inmediatamente sus
viviendas o serían expulsados por la fuerza policial. El cuadro lo
completaban dos camiones de mudanza y una pala mecánica Bobcat.
En una larga jornada, seis familias de
Villa El Tropezón sufrieron la angustia de perderlo todo, tras la
presión de los funcionarios públicos y el amedrentamiento de la fuerza
policial. Ante las averiguaciones pertinentes que confirmaron que no
existía orden de desalojo alguna, y luego de horas de negociaciones lxs
vecinxs aprobaron un acta acuerdo regulada por su representante legal,
el abogado Martín Rodríguez, quien resolvió junto a lxs damnificadxs
frenar las irregularidades en el escrito que el MDS ofrecía firmar.
Las modificaciones del
acuerdo estuvieron basadas en aclarar lo dicho, de que no se trataba de
una ocupación irregular. Por otra parte lograr poner fecha cierta a la
entrega de las viviendas prometidas, como a la ubicación de los lotes
dispuestos para habitar. Y en el caso de que no se entreguen en el
tiempo estipulado los domicilios, se renovará el subsidio para seguir
alquilando.
Cabe destacar que la solución surgió de
parte de lxs vecinxs organizadxs, quienes en marzo habían conseguido un
acuerdo por las 50 viviendas que se están construyendo en barrio
Vicor/Héroes de Malvinas para sus familias y, ante la situación vivida
ayer, ofrecieron 4 de éstas casas para garantizarle techo a las familias
que se encontraban en esta situación de sumo riesgo. “Continuaremos
negociando con el Gobierno para que nos garanticen nuevamente las 4
viviendas”, comentaron posteriormente.
Mientras la guardia de infantería
-pasada las 18 horas-, permanecía apostada en el lugar, un grupo de
vecinxs se trasladó al Ministerio de Desarrollo Social en una trafic
blanca para modificar el tan esperado acuerdo. En ese transcurso los
camiones cargaron parte del mobiliario de una vivienda y el vehículo
Bobcat permaneció en las inmediaciones con la clara intención de voltear
las casas.
Por un lado la policía por radio pedía
orden de desalojo y por otro lado los funcionarios “negociaban” con lxs
vecinxs para que se vayan voluntariamente antes de la represalia. Tan es
así que los mismos hombres del gobierno provincial, acotaron haber
llegado al lugar sin conocimiento de la presencia policial.
Finalmente unieron las fuerzas y junto a
la comisión del barrio, aceptaron un acuerdo inicial por alquiler,
consistente en 10 mil pesos por familia. A su vez, en el plazo de 60
días, por escrito y con manzana asignada, el Ministerio se comprometió a
destinar de las 50 viviendas construidas en barrio Vicor, cuatro de las
casas y el lunes resolverán por otras dos. La condición del Gobierno es
que se fueran en ese momento del lugar, para continuar con las obras
del Nudo Vial. Algunas familias resolvieron por entonces irse a vivir a
la casa de familiares hasta que puedan conseguirse un alquiler y solo
hasta el mes de diciembre.
Cada familia asume su digna pobreza
resistiendo, a pesar de tanta tristeza acumulada, para no quedar en los
márgenes de la discriminación del Estado, los embates del progreso y la
mirada sesgada de una parte de la población que ahora disfruta de nuevos
y rápidos caminos para llegar a la meta, ignorando la realidad de
tantos desprotegidxs.
Y entre tantas amenazas, la Guardia de
Infantería no pudo reprimir y la solución llegó de los mismos vecinxs al
lograr un acuerdo que les trajo por el momento un dejo de tranquilidad,
en la continuidad de la escolaridad de los niños y sus respectivos
trabajos precarizados.
El día viernes 6 de noviembre
trasladarán a las familias restantes, provocando así la demolición de
las viviendas. Luego si no cumplen con la entrega de las casas
prometidas, en ese plazo, se entregarán 3 mil pesos cada 30 días, según
lo firmado.
“Ustedes se pensaban que ahora los que
tienen casas nuevas no se van a mover (por otros vecinxs). Estamos más
unidos que nunca” expresa Marcelo vecino del Tropezón, dejando entrever
que se puede vivir de manera comunitaria.
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