Carta de Adolfo Pérez Esquivel a La Nación
Buenos Aires, 23 de noviembre de 2015.-
Señor
Director de La Nación
Dr. Bartolomé Mitre
S / D
El
diario que usted dirige publica el día 23 de noviembre una editorial
con el título “No más venganza”, que es una ofensa al pueblo argentino, a
su memoria y a las víctimas del terrorismo de Estado.
Ningún
organismo de DDHH, ni familiares buscan venganza, sí, el derecho de
Verdad y Justicia frente a los crímenes cometidos de lesa humanidad que
deben ser juzgados, que Ud. no puede ignorar no prescriben en el tiempo.
Han
transcurrido 40 años de la imposición del terrorismo de Estado a través
de la Doctrina de Seguridad Nacional impuesta en todo el continente,
con políticas de exterminio a los pueblos, desaparición de personas, de
niños, torturas, cárceles y que en muchos casos hasta el día de hoy se
desconoce qué pasó con las víctimas.
Su
falta de claridad y mentiras pretende equiparar lo ocurrido en nuestro
país con los ataques terroristas realizado por el ISIS en París.
Le
hablo como víctima sobreviviente del terrorismo de Estado, detenido y
torturado, que sufrió un vuelo de la muerte el día 5 de mayo de 1977, y
se salvó gracias a la solidaridad internacional y que nada tuvo que ver
con la violencia de las armas; si con la defensa del Estado de Derecho,
de la vida y dignidad de nuestro pueblo y que nunca el periódico que
usted dirige tuvo el coraje de defender el derecho del pueblo y hoy
ataca pidiendo por aquellos que nunca tuvieron piedad con sus víctimas.
Señala
que “La cultura de la venganza ha sido predicada en medios de difusión
de Estado y en las escuelas…” Le respondo que la memoria es necesaria
para iluminar el presente y que no vuelva nunca más el odio, el
revanchismo y la venganza, pero usted pretende volver a esos tiempos de
oscurantismo que vivió nuestra Patria.
Argentina
es conocida en el mundo por su avanzado proceso de juicios por crímenes
de lesa humanidad, estos crímenes fueron realizados en coordinación
con varias dictaduras de la región y EE.UU. en el denominado “Operativo
Cóndor” cometiendo asesinatos, secuestros y desapariciones en diversos
países.
El
Nunca Más, significa que nunca más vuelva la impunidad, ni quienes
quieren retroceder en los avances de Verdad y Justicia de nuestro
pueblo. Y le decimos que no estamos dispuestos a dar ni un paso atrás.
Además
de haber sido reconocido internacionalmente con el Nobel de la Paz por
la lucha colectiva que hicimos contra esas dictaduras, también fui
jurado varios años del Premio de Derechos Humanos que otorga la ciudad
de Nuremberg, Alemania, donde se hizo el juicio a los nazis. Allí, los
mismos alemanes destacaban a la Argentina como un ejemplo por haber
enjuiciado a sus dictadores en tribunales ordinarios y no con un
tribunal ad-hoc como sucedió allá.
Argentina
es un ejemplo mundial de dignidad en materia de memoria, verdad y
justicia y siempre he reconocido que el gobierno saliente ha hecho mucho
respecto a ese período. Por eso, la “verdadera vergüenza nacional” no
es la que habla su diario, es la que sufren los países que nunca
pudieron juzgar a sus dictadores, y la que les cabe a los represores
que no se arrepienten de lo que hicieron o los más de 50 que están
prófugos de la justicia.
Antes de decir altaneramente que “ha llegado la hora de poner las cosas en su lugar”,
sería bueno que revisen sus propias contradicciones, y revisen un poco
mejor la historia, si es que quieren ejercer el periodismo no militante
que dicen defender.
Justicia
no es venganza. El Papa Francisco habla de dialogar y curar las heridas
pero no en el sentido que mencionan, sino de memoria, verdad y
justicia. Él me dijo personalmente en un encuentro que tuvimos en mayo
de este año, que está aportando todos los documentos del Vaticano a la
justicia argentina para que los juicios que La Nación critica, puedan
realizarse en favor de todos los argentinos.
Los
que siempre luchamos por los derechos humanos vamos a seguir
defendiéndolos siempre junto al pueblo y frente a cualquier gobierno. Lo
hicimos cuando el gobierno de supuestos “terroristas” aprobó
la ley antiterrorista, y lo vamos a hacer con el nuevo gobierno, si en
algún momento decide aplicarla como hace Chile contra los movimientos
populares.
Lamentablemente,
mientras no rectifiquen estos nuevos y graves enunciados de su
editorial de hoy, me veré forzado a no darles ninguna nueva entrevista.
Reciba mis cordiales saludos de paz y bien.
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz
SERPAJ
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