Washington, D.C. – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) publica hoy el informe “
Consideraciones
sobre la ratificación universal de la Convención Americana y otros
tratados interamericanos en materia de derechos humanos”. El informe
procura promover la ratificación universal de todos los instrumentos
interamericanos, como un paso fundamental para lograr la protección
plena de los derechos humanos en la región. Asimismo, busca fomentar la
observancia general de los derechos humanos en las Américas, promoviendo
no sólo la universalidad en la ratificación, pero también el
cumplimiento de las disposiciones contenidas en dichos instrumentos.
La CIDH ha destacado en varias oportunidades la importancia de la
ratificación universal de los instrumentos del sistema interamericano
como un ingrediente crítico del pleno respeto y garantía de los derechos
humanos en las Américas. La Comisión entiende que el sistema actual de
grados diferenciados de ratificación coloca a millones de personas en
una situación de desventaja en cuanto al grado de protección
internacional de los derechos, pues mantiene cerrada la puerta a una
instancia de protección complementaria que puede ser vital para personas
en particular situación de vulnerabilidad.
La CIDH a su vez busca resaltar en el informe que la aplicación de los
estándares del sistema interamericano de derechos humanos a través de
las Américas es un proceso heterogéneo que camina a pasos lentos y que
exige de los Estados esfuerzos concretos, deliberados, e inmediatos para
cerrar la brecha entre los principios consagrados en los instrumentos
interamericanos y su implementación práctica.
El informe discute preocupaciones y progresos en el camino hacia la
universalidad en las Américas, con miras a promover una reflexión de
parte de los Estados Miembros de la OEA de cómo superar los obstáculos
existentes. La Comisión destaca que el informe se basa en un grupo de
premisas derivadas del objetivo de la universalidad en la ratificación
de los instrumentos interamericanos.
El carácter universal de los derechos implica un vínculo estrecho entre
la protección de los derechos civiles y políticos, y los económicos,
sociales y culturales. Asimismo, acarrea un deber para los Estados de
prestar especial atención a los sectores sociales e individuos que han
sufrido formas de exclusión histórica o son víctimas de prejuicios
persistentes, y adoptar de forma inmediata las medidas necesarias para
prevenir, reducir y eliminar las condiciones y actitudes que generan o
perpetúan la discriminación en la práctica.
Estos principios se ven reflejados en los instrumentos que rigen el
actuar del sistema interamericano de derechos humanos. Siendo este un
sistema integral de protección, para lograr la mayor protección posible
de las personas en las Américas, es indispensable la ratificación no
sólo de la Convención Americana, pero de todos los instrumentos
interamericanos.
La observancia plena de los derechos humanos es fundamental para lograr
democracias sólidas e incluyentes. Ratificar tratados internacionales de
protección de derechos humanos es un indicador de la calidad de la
democracia de un país. Esto a su vez promueve el respeto y garantía de
la obligación de no discriminar y del principio de igualdad; principios
marco del sistema internacional de protección de los derechos humanos y
vitales para garantizar democracias coherentes, representativas y
sostenibles.
Por otra parte, la ratificación de instrumentos interamericanos envía un
mensaje social sobre el carácter prioritario de la protección de los
derechos humanos, y abre una puerta de protección a nivel internacional
cuando el sistema nacional falla en ofrecer un remedio. Este principio
tiene importantes repercusiones para los sistemas de justicia, ya que la
administración de la justicia constituye la primera línea de defensa en
la protección de los derechos humanos a nivel nacional.
La CIDH aprovecha esta oportunidad para destacar el vínculo entre una
democracia sólida y la fortaleza de su poder judicial, en particular en
la protección de grupos, colectividades y sectores en particular riesgo a
violaciones de sus derechos humanos, y las personas afectadas por
pobreza y en situaciones de exclusión. La Comisión recomienda a los
Estados organizar su estructura para responder de forma adecuada a las
violaciones de derechos humanos, incluyendo la actuación de todas sus
instituciones, poderes, programas y servicios.
Es importante destacar que, bajo el entendido de la naturaleza integral y
complementaria de los instrumentos del sistema interamericano de
protección de los derechos humanos, la CIDH considera que hay cuatro
niveles de participación de los Estados en el sistema interamericano.
Primero, existe un nivel de protección universal y mínimo para todos los
35 Estados Miembros de la OEA cuyos habitantes gozan de la protección
de los derechos reconocidos en la Declaración Americana y la Carta de la
OEA bajo la supervisión de la CIDH. Seguido por un grupo de 23 Estados
Miembros que ha ratificado la Convención Americana y continúan siendo
parte de dicho instrumento. Continúa, un grupo de 20 Estados que ha
aceptado la jurisdicción de la Corte Interamericana y su aceptación
sigue vigente. Finalmente, un grupo de 7 Estados Miembros que ha
ratificado todos los tratados interamericanos de derechos humanos.
Este informe reitera que el alcance de la competencia de la CIDH se
extiende a toda la región y en este sentido puede analizar y revisar
peticiones relativas a Estados que no han ratificado la Convención
Americana de Derechos Humanos y otros instrumentos interamericanos, pero
sí ratificaron la Declaración Americana, que es fuente de obligaciones
internacionales para todos los Estados miembros de la OEA. Sin embargo,
es pertinente señalar que para la CIDH la ratificación universal de los
instrumentos interamericanos es indispensable para lograr la protección
plena de los derechos humanos de todas las personas en el hemisferio.
Con carácter apremiante, la CIDH insta a los Estados Miembros de la
Organización de los Estados Americanos a emplear los medios a su alcance
para superar los impedimentos a la ratificación e implementación plena
de todos los instrumentos interamericanos. La CIDH tiene como meta
prioritaria apoyar a los Estados Miembros de la OEA en el cumplimiento
de sus obligaciones de derechos humanos.
El informe “Consideraciones sobre la ratificación universal de la
Convención Americana y otros tratados interamericanos en materia de
derechos humanos” responde al objetivo prioritario del Plan Estratégico
2011-2015 de la CIDH sobre la promoción de la observancia de los
derechos humanos, el conocimiento del sistema, y la universalización de
los instrumentos regionales en la materia; y a los insumos recibidos por
parte de actores estatales y no-estatales durante el proceso de reforma
de la Comisión entre 2011 y 2013.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los
Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión
Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los
derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA
en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes
que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y
no representan a sus países de origen o residencia.
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