Comunicado de prensa 67/16
CIDH expresa profunda preocupación ante retrocesos en materia de derechos humanos en Brasil
18 de mayo de 2016
Washington,
D.C. – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresa su
profunda preocupación ante decisiones adoptadas por el presidente
interino de Brasil, Michel Temer, las cuales representan un retroceso y
tienen un impacto negativo en la protección y la promoción de los
derechos humanos en el país.
La designación de un gabinete de ministros que no incluye a ninguna
mujer ni a ninguna persona afrodescendiente, deja excluidos de los más
altos cargos del gobierno a más de la mitad de la población del país. La
última vez que Brasil tuvo un gabinete sin mujeres ministras fue
durante la dictadura militar. Al respecto, el jefe de gabinete de
Michel Temer, Eliseu Padilha, declaró a periodistas: “Intentamos buscar
mujeres, pero por razones que no necesitamos traer a colación ahora, lo
discutimos y no era posible”. De acuerdo al Instituto de Investigación
Económica Aplicada del gobierno federal de Brasil, los hombres blancos,
que ocupan la totalidad de los cargos ministeriales del país, son el
21.9% de la población del país. Los grupos que quedaron excluidos del
gabinete de Michel Temer, por su parte, son mujeres (51.4%) y hombres no
blancos (26.7%). Asimismo, resulta alarmante la eliminación del
Ministerio de la Mujer, Igualdad Racial y Derechos Humanos, el cual
quedó subsumido como una Secretaría dentro del Ministerio de Justicia.
En adición a ello, la CIDH tomó conocimiento del anuncio del gobierno
interino de aplicar una reducción de los fondos destinados a los
programas sociales de vivienda, educación y combate a la pobreza. En
este sentido, la CIDH recuerda el principio de progresividad y no
regresividad en materia de derechos económicos, sociales y culturales.
En virtud de la obligación de progresividad establecida en el Protocolo
de San Salvador, ratificado por Brasil en 1996, en principio le está
vedado al Estado adoptar políticas, medidas, y sancionar normas
jurídicas, que sin una justificación adecuada, empeoren la situación de
los derechos económicos, sociales y culturales de los que goza la
población. La precarización y empeoramiento de esos factores, sin debida
justificación por parte del Estado, supone una regresión no autorizada
por el Protocolo.
La presidenta Dilma Rousseff, electa constitucionalmente por el voto
popular, fue suspendida del cargo por 180 días por decisión del Poder
Legislativo, el cual deberá votar, transcurrido ese plazo, una decisión
sobre si aparta o no del cargo a Dilma Rousseff de forma definitiva. En
la actual situación, la Comisión Interamericana hace un llamado al Poder
Legislativo a actuar estrictamente dentro del marco de la ley y con
apego a los principios del derecho internacional de los derechos
humanos. En este sentido, la CIDH recuerda que el Artículo 21 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos indica: “La voluntad del
pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se
expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse
periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro
procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.”
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los
Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión
Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los
derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA
en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes
que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y
no representan sus países de origen o residencia.
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