DECLARACIÓN
ANTE LOS DICHOS DEL SR. PRESIDENTE.
Desde la
Corriente de Abogados Laboralistas 7 de Julio repudiamos los dichos del
presidente contra los abogados laboralistas y contra el Sr. Juez y la Sr. Jueza
de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Dr. Arias Gibert y Dra. Marino
Sostenemos la
firme, férrea y correcta aplicación del derecho del trabajo: el derecho
elástico, el derecho denostado, el derecho culpabilizado de todos los avatares
producidos por políticas neoliberales. Los principios que cristalizó Norberto
Centeno en la Ley de Contrato de Trabajo y que le valieron la desaparición y la
muerte. Y que hoy, 40 años después, es de vuelta objetivo primario de exterminio
para este modelo neoliberal que abruma al pueblo trabajador motorizado por los
cómplices civiles y judiciales de aquella dictadura.
El
presidente de la Nación afirmó hace unos días, en oportunidad de brindar una
conferencia auspiciada por el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires,
que “La
mafia de la industria del juicio laboral ha hecho un daño gigantesco a la
Argentina”, un aserto que condensa el desprecio que identifica a este
gobierno por los trabajadores en general y los abogados que defendemos sus
derechos en particular. Es una afirmación que sintetiza el plan de gobierno
subyacente y axiomático de esta gestión que requiere contar con una justicia
dependiente, arrogándose la suma del poder público, injiriendo en los restantes
poderes del estado con operadores políticos cuyo único móvil es materializar
este propósito espurio de desarticular la justicia del trabajo como única y
última fuente de tutela judicial efectiva.
Estas
manifestaciones no sólo dan cuenta de los verdaderos móviles de esta gestión,
sino que violentan el principio estructural republicano de división de poderes;
conculcan los principios generales del derecho del trabajo, en especial, el
principio protectorio que establece el resguardo unidireccional del trabajador
como sujeto de preferente tutela constitucional, y en consecuencia vulneran
derechos fundamentales contemplados en la Constitución Nacional y Tratados
Internacionales con jerarquía constitucional, cuya inobservancia importa
responsabilidad internacional del Estado.
Con
idéntica finalidad hace escasos días, en una nueva maniobra obra de la aleatoria
componenda entre la alianza gobernante y el partido judicial, se propició la
expulsión del Consejo de la Magistratura de la Nación, -órgano cuya función es
designar y remover jueces-,de consejeros no afines al color político del
gobierno.
Es
evidente que el propósito del primer mandatario, cuandose pronuncia públicamente
acerca de los “malos abogados, ligados a
malos jueces laborales”, es responsabilizar de la caída del empleo al
sistema estructurado en protección de los trabajadores, que incluye a sus
abogados, al andamiaje jurídico articulado desde la propia Constitución Nacional
en su preferente tutela y a los jueces del trabajo que deben fallar en
consecuencia; cuando por el contrario son las políticas públicas beneficiarias
de los sujetos de la economía concentrada los que arrojan diariamente a miles de
trabajadores a la exclusión y el desempleo.
Existe
una afrenta descarnadacontra la justicia del trabajo y para ello se ha echado
mano del Consejo de la Magistratura como necesario canal de concreción de esa
finalidad repudiable.
Las
denuncias perpetradas contra los jueces Arias Gibert, Marino, Gonzales
Burdbridge,Cañal y Raffaghelli, y la persecución de la que son objeto no halla
registro en la historia judicial de nuestro país.
Desde
la Corriente de Abogados Laboralistas 7 de Julio, repudiamos los dichos del
presidente que replican la cosmovisión plasmada en editoriales de diarios
dependientes como La Nación, en su programa flexibilizador propuesto el último
26/07/2016.
Somos
abogados laboralistas.
Sostenemos
la firme, férrea y correcta aplicación del derecho del trabajo: el derecho
elástico, el derecho denostado, el derecho culpabilizado de todos los avatares
producidos por políticas neoliberales. Los principios que cristalizó Norberto
Centeno en la Ley de Contrato de Trabajo y que le valieron la desaparición y la
muerte. Y que hoy, 40 años después, es de vuelta objetivo primario de exterminio
para este modelo neoliberal que abruma al pueblo trabajador motorizado por los
cómplices civiles y judiciales de aquella dictadura.
40
años, distintos métodos, el mismo objeto: arrasar con los derechos de los
trabajadores.
CORRIENTE DE ABOGADOS LABORALISTAS 7 DE JULIO
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