Una vez más el pueblo argentino en las calles reafirmó, como aquel 25 de mayo de 1810, su vocación libertaria y soberana. Esta vez, contra las políticas de Macri que afectan al trabajo con despidos masivos en pequeñas y medianas empresas, incluyendo multinacionales. Siete empresas por día cierran o despiden trabajadores desde que asumió Macri, ya sea en WallMart, Disco, Jumbo, Tecpetrol y Pepsi, o en Cresta Roja o en panaderías de barrio que cierran por no poder afrontar tarifazos. La guerra de Cambiemos contra el trabajo se despliega tanto en lo estatal como en lo privado. Por eso el conflicto con los docentes culminó con la multitudinaria marcha federal educativa. Cuando la Metropolitana reprimió el reciente conflicto de los subtes, Cambiemos reafirmó su política de disciplinar con represión. Ya es una constante la permanente amenaza de perder puestos de trabajo como en Agricultura Familiar, el INTI, Atucha, y el INTA, entre otras reparticiones y empresas nacionales. En el caso del INTA, no solo se afecta al personal técnico, sino a miles de productores que pierden apoyo económico y técnico, fruto de una política implementada entre los años 2003 /15.
Del mismo modo, en nuestra provincia los trabajadores del parque industrial sufren la zozobra y la angustia permanente del posible despido. Los que ya fueron cesanteados como en los casos de Polinoa, Argencos, Yovilar, Hilados y Colortex, entre otras, son sometidos a la más crueles condiciones por la falta de ingresos, y a la subsistencia temporaria de las changas, como los desocupados silenciosos de la construcción.
El 25 de Mayo del 2018, en el acto por la Soberanía Nacional, se escuchó claramente clamar:
“Las mujeres y los hombres que habitaban este suelo fueron protagonistas de la gesta revolucionaria que marcara a fuego los destinos de nuestra historia. Se trataba de defender y organizar un pueblo ansioso de construir un destino común de patria. Pero, 208 años después, una vez más, la patria está en peligro. Rechazamos los acuerdos de Mauricio Macri con el FMI, el endeudamiento externo y su modelo de dependencia política y económica con las grandes potencias extranjeras, que están reeditando en nuestro continente un plan sistemático que sólo ofrece a las mayorías populares un destino de miseria planificada. Rechazamos los acuerdos de libre mercado que Mauricio Macri y los gerentes corporativos mendigan en Estados Unidos y Europa. Rechazamos la apertura irrestricta de las importaciones, el fomento de la concentración económica en un puñado de multinacionales y la matriz especulativa usuraria con la que intentan destrozar el aparato productivo e industrial, para direccionar los beneficios financieros a los que especulan en la "city" porteña”.
Este fragmento muestra claramente el rechazo generalizado del pueblo argentino a la política de entrega de Macri al FMI, al Nuevo Orden Mundial que destruye países de economías emergentes. Con la presidencia de Macri vuelve al poder la alianza neoliberal echada en 2001, incluyendo al FMI y sus brutales condicionamientos, que ponen en peligro los avances logrados en el período anterior. Casi 2 millones de argentinos nos manifestamos, no solo en CABA sino en la mayoría de ciudades del país. Sabemos que este plan macabro de Macri y su aliado mayor el FMI se instala en Argentina una vez más. Sin considerar diagnósticos válidos que desarrollen a los pueblos, y con situaciones críticas inducidas maliciosamente, el FMI ofrece un plan de ajuste ortodoxo que transfiere ingresos populares hacia los grupos económicos más concentrados, para recibir a cambio préstamos para financiar deuda. Ante este escenario, desde el Frente Grande apelamos a la responsabilidad de los dirigentes y militantes del campo popular, para convocar centralmente a los trabajadores y a todos los sectores que están siendo agredidos por estas políticas de ajuste de Macri y el FMI, que permita construir el poder necesario para frenar el avance del neoliberalismo en la Argentina.
MESA PROVINCIAL DEL FRENTE GRANDE - LA RIOJA
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