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lunes, 29 de agosto de 2016

Tinkunaco 1.949/16 - [catorce_bis] Informe social N° 11

INFORME SOCIAL
apuntes para un debate

tercer época,Nº 11, Bs As, 2ª.quincena de Agosto, 2016
(circulación restringida)

Productividad y Negociación colectiva

1.- Desde hace unos meses desde el Gobierno y desde algunas cámaras empresarias,  se procura instalar la necesidad de  lograr aumentar la productividad  empresarial modificando las relaciones laborales,  via reforma del régimen de  negociación colectiva y de un absurdo Consejo Economico y Social.-

El pedido de negociación  por productividad,  de dificultosa aplicabilidad laboral, instalada en los últimos meses en nuestro país, es secuela de la inseguridad, derivada de  trastornos  inflacionarios; se la intentara instalar mediante la modificación de  nuestro modelo dominante de concertar salarios mínimos profesionales  a través de convenios colectivos de ramas, actividad o sectores de producción y/o introduciendo un Consejo Social, devaluado en el mundo, verdadero chaleco para  los sindicatos.

La  negociación de productividad que algunos pretenden, distorsionaría y condicionaría negativamente las negociaciones colectivas que se vienen desarrollando sin dificultades, desde el 2003..

2.- En el Informe sobre Empleo Año 2004-2005,  la OIT define a la productividad    como la eficacia con la cual se utilizan  el trabajo, recursos, insumos y demás factores que normalmente intervienen en la producción, incluyendo la calidad de la gestión y del producto, el progreso técnico, la paz social, las políticas oficiales, etc. etc..

Fuentes del crecimiento de la productividad Para lograr el aumento de la productividad, conforme a la OIT,  son necesarios,  entre otros factores,  los avances tecnológicos, la calidad del capital humano disponible, la competitividad de los mercados, los recursos destinados a la investigación y el desarrollo y  la inversión en general, la solidez y la estabilidad de la demanda agregada y, por ende, del marco macroeconómico y las lógicas influencias de la oferta y de la demanda.  Contribuyen, también,  a su logro los cambios  que se registran en la organización del trabajo y de la producción., la eficiencia del  sistema de transporte, la infraestructura de comunicaciones así como los sistemas educativos y hasta la propia atención sanitaria. Esta enunciación de factores, todos ajenos al trabajador,  nos señalaría, por sí sola,  la complejidad sustantiva  de la productividad  y  la dificultad, consecuente, de condicionar a ella la discusión salarial por actividad o sector.

  Es  obvio, pues,  que  lo deseado es aumentar la productividad manteniendo o reduciendo el insumo laboral, (vale decir el empleo),  en cantidad y precio,  aumentando, a la par, la cantidad de bienes elaborados o, incluso, disminuyendo volúmenes pero aumentando precios. Son algunas de las variantes que aumentan las ganancias del capital, –objetivo perseguido- trasladando al trabajador, por via de supuesta retribución, los riesgos de la producción, desvirtuando los presupuestos de la L de C.T, que solo toma en cuenta para estimar el valor del salario la disponibilidad del trabajador para realizar actos, ejecutar obras o prestar servicio, - prestación de actividad personal-  permaneciendo ajeno a la suerte de la producción.

4.- En el dominio  pretendido de  productividad  laboral como causa de un  mayor  salario, no se tiene en cuenta la mera disponibilidad de la fuerza laboral del asalariado como contraprestación, tal como señala  LCT.

La fuerza de trabajo aplicada puede obtener mayor producción, lo que no garantiza, necesaria y simétricamente una mayor productividad . Negociar productividad no garantiza  el pago de un salario justo por el trabajo disponible ya que pese a la plena disponibilidad del trabajador, en los términos de la LCT , la falta de diligencia del empleador y de un Estado ausente, pese haber creación de productos,   impide la concurrencia  los  factores indispensables para  aumentar la productividad. En tal caso pese haber trabajado, pese a que el trabajador haya creado  riqueza,  al no incrementarse la productividad, no habría beneficio económico a percibir por  el asalariado.
La violación de los principios básicos del Derecho del Trabajo estarían , en tal caso, seriamente comprometida.

Por ello, nunca la productividad  puede condicionar  el   precio mínimo y justo del trabajo ya que no depende el poder concretarla de la mera disponibilidad del trabajador sino de múltiples factores que le son ajenos, que escapan a su estricto control .

Solo sería posible negociar salarios por productividad, aunque siempre en forma muy limitada y reducida, exclusivamente a nivel de la empresa, porque solo en ese nivel  pueden controlarse el cumplimiento de parte del empresario y Estado de todos los factores necesarios para eventualmente producirla en ese ámbito. Que quede claro: siempre la productividad depende de la empresa.  De allí que siempre sea indispensable que exista un estricto y completo control  por parte de la representación sindical de la gestión integral en la empresa, lo que indudablemente está lejos del pensamiento de nuestros empresarios.

Es muy difícil encontrar un empleador que acepte negociar salarios por productividad en su empresa, condicionada a que haya  control sindical de la producción que permita verificar que el empresario ha satisfecho las condiciones imprescindibles para lograrla y, por ende, poder cobrarla.

5.- Por otra parte esa mini negociación de productividad en la empresa, -que no es la que desean empresas y funcionarios- solo debería ser posible, después de concertada, en el tiempo,  la convención colectiva de actividad o sector. Esta negociación de centralidad intermedia, preferida y probada por los sindicatos, es la que asegura ,solidariamente, mínimos profesionales del ámbito profesional,  a la totalidad conjunta de los trabajadores, sin distinción de pertenencia a  grandes, medianas o pequeñas empresas, en un sector o actividad determinada..
En esa negociación de actividad se posibilita concertar la remuneración mínima general de todas las diferentes categorías de la actividad, sin condiciones distintas a la mera disponibilidad del trabajador establecida por la L de C.T..

Esta primer negociación de centralidad media,  puede articularse, hacia abajo, si hay ,eventualmente, condiciones propicias, a nivel de determinada empresa, condicionada a que esa negociacion sea siempre  positiva y progresivamente ascendente, vale decir, para mejorar donde pueden mejorarse, -conforme relación de fuerzas y las particularidades productivas de la empresa-, los salarios mínimos convencionales, previamente concertado en el nivel de la actividad. Es en la eventualmente posible segunda negociación a nivel de la empresa, donde se deben discutir  remuneraciones mejores y superiores a las mínimas establecidas en el convenio superior de actividad; en esa mini negociación de empresa, -eventualmente-, y por un pequeño porcentual del total remunerativo, donde eventualmente se puede llegar a concertar un porcentual muy limitado de la remuneración por productividad, condicionada, eso si a su infima entidad y al indispensable control sindical de las condiciones para lograrla.

El modelo tradicionalmente vigente en nuestro país, es el que se  pretende modificar sustantivamente mediante la imposición de la negociación salarial condicionada a la productividad general.

Con la negociación de salario por  productividad el trabajador siempre pierde porque el salario de la productividad siempre depende de la empresa y del Estado, …nunca del trabajador.

6.- Si se aceptara establecer  un objetivo de salario conforme productividad general media de un sector, el trabajador  condicionaría su salario a que la voluntad de los empresarios adopten, unilateralmente, las medidas de inversión y gestión inteligentes y oportunas, necesarias para garantizar el aumento pertinente de la producción. Si ello no ocurre y no se alcanza la productividad esperada no habría derecho a percibir salario por productividad.

Por ello solo debe ser posible negociar un minimo de la remuneración adicional por productividad , siempre y cuando antes ya hubiese sido negociado el convenio general estableciendo los  mínimos salariales sectoriales  o de actividad.
Y, siempre y cuando, la representación sindical tenga  el control suficiente para asegurar que el empresario garantice la existencia de los demás factores que inciden sobre la eventual productividad, asegurando la  producción en bienes o en valores, manteniendo inmutable el insumo laboral decente y pagando el justo precio por el objetivo logrado..

7.- De allí que no pueda ni deba aceptarse, en el marco de nuestro modelo de negociación y en las actuales condiciones macroeconómicas, convencionar salarios fundado en la productividad general, ni encerrarse en un Consejo Economico tramposo, pretendido por algún diputado y empresario y por algún sindicalista confundido, que constituye un  verdadero chaleco que reduce  las capacidades de presión sindicales.
Los sindicatos podrían, eventualmente, negociar,  articulada y residualmente,  mini adicionales económicos remuneratorios, siempre  superiores a los básicos convencionales, en base a objetivos discutidos  a nivel de   la empresa y con control sindical.

8.-No es posible volver al  fracasado experimento fallido del Ministro Cavallo cuando imponía la negociación fundada en productividad, en todos los niveles, en base a la normativa del FMI-Banco Mundial, de muy triste memoria para sindicatos y trabajadores.

9.- Quede, pues, en claro que, están de más los chantajes mediáticos, las amenazas ministeriales y las histerias empresariales.  Sea por inflación y /productividad pasadas y presente– general, sectorial y de empresa-y por inflación futura prevista, no son ni serán los aumentos de salarios,  responsables de nada.-
Los trabajadores solo quieren lo que les pertenece y  lo lograran con negociaciones sectoriales,  articuladas. A posteriori de ellas,  si la relación de fuerzas y la situación de la empresa lo hacen posible, eventualmente,  podrán haber negociaciones a nivel de las empresas a condición que pueden solventar salarios por encima de los mínimos convencionales de la actividad , previamente concertados y haya efectivo control sindical.
Nadie, obviamente, es enemigo de que aumente la productividad general, ni tampoco nadie pretende exigir se distribuyan  ingresos  inexistentes.
Pero lo que nadie, en el mundo del trabajo organizado puede aceptar, pacífica y silenciosamente es que se  pretenda imponer un modelo de negociación condicionada,  violatorio de la ley y convenios internacionales, que permita transferir el riesgo contractual empresario al trabajador y  obstaculice la libre negociación de los legítimos  aumentos de salarios adeudados.

Lucio Garzón Maceda
 




















Apuntes sobre nociones elementales sobre
NEGOCIACIÓN DE SALARIOS FUNDADA EN LA PRODUCTIVIDAD.

Definiciones sencillas: La productividad mide la relación entre productos e insumos
                                    Crece cuando se registra un aumento del producto sin que haya habido un crecimiento proporcionalmente igual de los insumos (vale decir cuando se produce con mas precio y cantidad, con menos trabajadores)
                                   Cuando se consigue producir algo con menos insumos(mas barato mayor cantidad con menos trabajadores)
La productividad puede entenderse en términos de valor y de volumen.-
                                      
El aumento de la productividad por valor. Si por cualquier motivo el valor del producto final aumenta (aumento de precios sin que se hayan elevado los costos de los insumos) se considera que hay un aumento de la productividad  en términos valor.- Así, si los precios aumentan y no aumenta en igual proporción el precio del trabajo, habria productividad mayor derivada de la relación  entre el mayor valor del producto y el menor valor del insumo: ganancia pura para el capital
                                      
El aumento de la productividad por volumen es cuando aumenta la cantidad de productos, sin aumentar la cantidad de trabajadores.
Puede haber aumento de productividad por volumen  ( aumento de cantidad producto sin aumentar trabajadores) y al mismo tiempo posibilitar una  reducción del precio del producto, vale decir “perdida” de valor precio por unidad, compensada con aumento en el volumen, aumento de la producion con igual o menos cantidad de trabajadores; todo …a costa del trabajador.
¡¡¡ La productividad no es muy amiga del trabajador !!!
                                    
Productividad y empleo.- El crecimiento de la producción conlleva un aumento de la productividad si coetáneo al aumento de producción se mantienen o se reducen los insumos verb el empleo,   Producir lo mismo o mas con igual o menos gente.( es el ideal empresario: mas productos y mas baratos

Productividad y relación de fuerzas.-Uno de los inconvenientes señalados por OIT es un posible aumento de productividad, con mayores utilidades empresarias sin aumentos de salarios por falta de poder de negociación de los sindicatos, situación muy posible hoy por hoy en nuestro país con algunas organizaciones..

Otras situaciones son las derivadas de aumento de la productividad en base a reducir costos en los insumos laborales, basado en modificaciones de la organización y prestación laboral, sin beneficios materiales para el trabajador., Es el caso de los ensayos en pais europeos en los últimos tiempos pidiendo cambios en la  jornada con el pretexto, dice OIT, de mantener competitividad

“… LOS RECELOS QUE SUSCITAN LOS EFECTOS DEL CRECIMIENTO DE LA PRODUCTIVIDAD ESTAN COMPLETAMENTE JUSTIFICADOS…”y “…LA PREOCUPACIÓN ESA AUN MAYOR EN EL CONTEXTO DE LA CRECIENTE INTERDEPENDENCIA ECONOMICA DE MUNDO ACTUAL…” PAG. 11 DEL INFORME OIT





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