Lucía Maraga e Ismael Fuentes Navarro, del colectivo Quipus, explicaron la importancia de la medida tomada y el trabajo que vienen realizando.
"Es un lugar donde funcionó desde los años 60' la Delegación de la Policía Federal y en los 70' tuvo otro rol con las detenciones, fue un Centro Clandestino de detención", explicaron.
"Se comenzaron a ver movimientos de destrucción, vimos salir camionetas y nos preocupó que el lugar sea destruido", advirtieron.
"Hay una ordenanza municipal, la 1029, que determina que hay lugares en la ciudad que son de preservación como patrimonio histórico. Con la clausura se logra que ese espacio no se toque y se paraliza la obra", remarcaron.
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