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miércoles, 13 de diciembre de 2017

Tinkunaco 2.987/17 - Re: Boletín diario del Portal Libertario OACA

Boletín diario del Portal Libertario OACA

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  • Cultura clásica y pensamiento libertario
  • Ya está disponible para descargar el nº 83 de Todo por Hacer (diciembre 2017)
  • En el nombre del Punki
  • [CNT Enseñanza] El Estatuto de Estudiantes en Prácticas (Becari@s), una nueva derrota de la clase trabajadora
  • Los seres humanos ciegos al inminente colapso
Posted: 12 Dec 2017 10:02 AM PST
GreciaEl pensamiento libertario se identifica con la visión de la vida que pone como central la cuestión de la libertad, en al menos dos significados elementales. Por un lado significa liberarse de cualquier forma de dominio y autoridad que se impongan sobre el individuo limitando e incluso sofocando su autonomía y su autodeterminación; por otro lado, libertad evoca la posibilidad, para los individuos y las comunidades a través de las que los individuos se organizan y relacionan, de poder expresar sin restricciones las propias potencialidades, las propias aspiraciones y los propios talentos.
Libertario puede leerse a veces como sinónimo de anarquista y viceversa, pero existen algunas diferencias de fondo que hay que tener presentes. Parafraseando una célebre afirmación de Errico Malatesta, podemos decir que todo anarquista es un libertario pero no todos los libertarios son anarquistas.
Incluso algunos liberales desprecian la etiqueta de libertario y, en el ambiente de la finanza de asalto y de los ejecutivos, no faltan quienes se definen como anarco-capitalistas. Sócrates decía que no basta con tener en la mano un tirso para poderse llamar seguidor de Dionisos, y se podría añadir que no basta con poner el adjetivo "libertario" o el prefijo "anarco" para poderse definir como libertario, al menos según la que es la versión y la "tradición" más auténtica del libertarismo.
Es necesario establecer algún punto de referencia, sobre todo decir que para la perspectiva libertaria más próxima a la anarquista, la libertad solo tiene un sentido pleno si (a partir de las dos acepciones enunciadas) se expresa en cada hombre y a través de todos los hombres, sin diferencias de "raza", de sexo, de orientación sexual y así sucesivamente. La igualdad que deriva de esta perspectiva no significa adhesión e identificación con un modelo ético o de comportamiento, sino la posibilidad de desarrollo de una persona en el respeto y con el apoyo de los demás individuos. Significa también que la sociedad (entendida esencialmente como sociedad de los individuos), que no se convierte en otra por las personas que la componen, se activa para ayudar y apoyar a los individuos en las diferentes fases de su vida (desde la educación a la asistencia sanitaria) para hacer de manera que el libre y fecundo desarrollo de la persona no sea solo un lema y no esté determinado esencialmente por las condiciones socioculturales de partida de los individuos o exclusivamente por las que determinan a través de los "patrimonios" y las "carreras" individuales.
Por otro lado, en este tipo de perspectiva libertaria, la libertad no empapa solo una dimensión de la vida, por ejemplo la económica o la privada, sino todas las esferas, sean públicas o privadas, en que se encuentra y expresa el individuo a lo largo de su existencia. Por consiguiente, también las organizaciones políticas y sociales deben ser expresión de la voluntad libre (y "educada" en sentido social y cooperativo), del consenso y de la activa participación de los individuos. En otras palabras, el dominio (es decir, la autoridad impuesta, no aceptada, no revocable) debe ser expulsada de todas las esferas de la vida. Bastan estas dos elementales caracterizaciones de libertario, en sentido igualitario y no reducido, para tumbar todas o casi todas las hipótesis de un libertarismo espúreo, es decir, no consecuente ni coherente.
¿Qué tiene que ver, por ejemplo, el denominado anarco-capitalismo con la perspectiva libertaria mencionada, si con esta expresión se quiere definir un capitalismo salvaje, con la pretensión de "autorregularse" a través de dinámicas que premian la agresividad y el menosprecio y crean desigualdad y explotación, utilizando situaciones de desigualdad social e internacional que acentúan y perpetúan?
Otra diferencia importante entre el pensamiento y la perspectiva libertaria y la más propiamente anarquista es de tipo histórico: teorías filosóficas y praxis políticas fundadas en el principio de la libertad las encontramos en muchas épocas, a partir de la antigüedad más remota y en los contextos geográficos y culturales más diversos. Cuando, en cambio, hablamos de "anarquía", "anarquismo", "movimiento anarquista", etc., nos referimos a un periodo histórico bien definido, el moderno, que ve su más completa afirmación en un arco de tiempo que va de la segunda mitad del siglo XVIII a la primera mitad del XX. Con alguna aproximación, podremos decir que una serie de teorías con trazos libertarios, si no específicamente anarquistas, se definen a partir de la Ilustración y de la Revolución francesa; basta con pensar en la influencia que tuvieron sobre personajes como William Godwin y Piotr Kropotkin, mientras el acto de nacimiento del movimiento anarquista en Europa se identifica con la creación de la Internacional de trabajadores (1864), estrechamente ligada tanto en el plano teórico como en el organizativo a la figura de Mijaíl Bakunin.
Por consiguiente, si la historia del pensamiento libertario (y de las praxis a las que ha influido), expresado con modalidades más o menos orgánicas, es casi tan antigua como el hombre, la de la anarquía (teoría) y la del anarquismo (movimiento) son por el contrario típicas de la modernidad. Entre los dos momentos, obviamente, no existe una cesura, en el sentido de que las teorías libertarias desarrolladas a través del tiempo han influido y a menudo han confluido en las modernas concepciones del anarquismo.
Esto resulta claro si consideramos que la misma idea de libertad entendida como liberación de toda forma de dominio del hombre sobre el hombre y la posibilidad concreta de afirmación individual, compartida por toda la comunidad política, han sido teorizadas de forma articulada y orgánica en el pensamiento griego (en el ámbito filosófico, político, médico, antropológico etc.) de los siglos V y IV antes de nuestra era, como una visión "escéptica" del poder, absolutamente crítica hacia tal forma de concentración, perpetuación, gestión personalista e incontrolada del poder.
La crítica al poder monocrático, jerárquico, exclusivo y excluyente simbolizado por la figura del tirano, pero no limitado a ella, ha sido desarrollada por el pensamiento griego en el ámbito filosófico (por ejemplo, por Jenofonte en Hierón, y por Platón en su República), en la perspectiva mitológica y psicológica a través de la tragedia, con la ironía y la paradoja de la comedia ática, casi con una serie de reglas de la democratía (literalmente autogobierno de la comunidad política). Tales reglas inhiben la concentración de poder, la posibilidad de que se perpetúe en manos de uno o de pocos, la posibilidad de sustraerse del control y de que sea compartido por toda la comunidad.
Desde este punto de vista, podremos decir que esa parte nada insignificante del pensamiento humano, de la cultura "clásica", que al correr de los tiempos se ha manifestado de manera más o menos explícita y directa a favor de una libertad extensa y compartida, puede considerarse por derecho propio patrimonio del pensamiento libertario moderno.
Aristóteles, en el Sexto Libro de la Política, escribe: "Base de la constitución democrática es la libertad (…) Una prueba de la libertad consiste en ser gobernado y gobernar por turnos (…) Otra es vivir cada uno como quiere, porque esto, dicen, es obra de la libertad, por cuanto es propio de quien es esclavo no vivir como quiere (…) de esto proviene la pretensión de preferiblemente no estar bajo ningún gobierno o, dicho de otro modo, gobernar y ser gobernado por turnos: por esta vía se contribuye a la libertad fundada sobre la igualdad".
Piotr Kropotkin, en la voz "anarquismo" de la Encyclopaedia Britannica de 1910, en la sección que se refiere a "El desarrollo histórico del anarquismo" evoca una serie de personajes, filosofías y movimientos políticos que a lo largo de la historia han expresado ideas y comportamientos caracterizados en sentido libertario, basados en la libertad individual, la libre asociación de los grupos y el rechazo de la violencia y el autoritarismo. Kropotkin incluye en esta lista a personajes como Lao-Tse, el presunto autor del Tao-Te-King, y a Zenón; a Rabelais y a Fénelon, pero también a un obispo de la Iglesia católica, Marco Gerolamo Vida. Se refiere después a movimientos como los husitas y los anabaptistas, y a algunas corrientes ideológicas y políticas de la Revolución francesa, a la que dedicó un amplio estudio.
Si el criterio para caracterizar como libertaria una visión de la vida o un movimiento social y político es el de la libertad individual, la igualdad entre todos los hombres en el sentido de la libertad común y de la paridad en la dignidad y, por consiguiente, la oposición y la revuelta contra toda forma de jerarquía y de opresión del hombre sobre el hombre, se comprende por qué en la nómina libertaria podemos encontrar los más diversos personajes, distantes entre sí por sensibilidad y por épocas históricas.
El ya mencionado Zenón de Citio, por ejemplo, fue alumno del cínico Crates y fundador de la escuela estoica, que retoma y reformula algunas doctrinas propias del cinismo, como el rechazo a toda norma ética y jurídica que se aleje de una vida simple y natural, proyectando un ideal igualitario y cosmopolita en oposición al modelo de la familia o del Estado. Hipatia es considerada una "mártir del libre pensamiento", la filósofa neoplatónica que vivió en Alejandría entre los siglos IV y V, y que enseñó "a quien quisiera escucharla" (y entre estos estaban también los cristianos) la filosofía griega, las matemáticas y la astronomía, pero también una actitud tolerante hacia la diversidad religiosa y política. Hipatia, entre otras cosas, se lanzó a defender a la comunidad judía de Alejandría de la vesania del fanático obispo Cirilo, "un asesino condenado como asesino por el tribunal de la Historia", como ha escrito Silvia Ronchey, el mismo que instigó a los asesinos de Hipatia, una masa de fanáticos cristianos guiados por monjes del desierto, los llamados parabolanos, verdadera guardia armada de Cirilo, nombrado Doctor de la Iglesia por León XIII a finales del siglo XIX, y recientemente recordado elogiosamente por Benedicto XVI.
También muchos rebeldes, irregulares e inconformistas se han apuntado a las filas del movimiento libertario por su rechazo de la autoridad, del poder, de las reglas y de las convenciones. Socialistas y anarquistas se han inspirado siempre en personajes como Espartaco, que lideró la revuelta antiesclavista contra Roma, y los libertarios han considerado siempre con simpatía a personajes como los piratas por su vida contra la ley y el poder, y su autodeterminación de tipo democrático, pero también a individuos al margen de la sociedad como las prostitutas y los delincuentes, considerados (con una indulgencia a veces demasiado generosa) víctimas de la sociedad y sobre todo del Estado.
La historia del pensamiento libertario es la historia de las reivindicaciones y de las batallas en nombre de la libertad y de la igualdad; una historia interna y paralela a la "oficial" de la que quedan trazas y testimonios antiquísimos, tanto que en algunos anarquistas como Bakunin, el rechazo de Adán a obedecer a la prohibición de comer del fruto del árbol de la ciencia, fue considerado como la primera afirmación consciente de la libertad humana. El discurso se haría más amplio y complejo si considerásemos las múltiples articulaciones del pensamiento libertario, como el rechazo de los dogmas, la relativización del concepto de verdad, el rechazo de las divisiones jerárquicas de tipo social, económico o étnico; la reivindicación de una igualdad que coloque la libertad y el libre desarrollo del individuo como criterios esenciales de valoración. Sobre uno o más puntos apenas recordados, los libertarios han tenido en el curso de los siglos muchos compañeros de viaje, que aunque no se han podido definir como libertarios en toda la acepción de la palabra, han proporcionado una importante contribución a la lucha, sin tiempo y sin fin, en nombre de la libertad y de la dignidad del hombre, de cualquier hombre.
Enrico Ferri
Publicado en el Periódico Anarquista Tierra y Libertad, Diciembre de 2017

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Posted: 12 Dec 2017 09:53 AM PST
Todo Por Hacer es una publicación anarquista que se edita mensualmente en Madrid. Se distribuye de forma gratuita en esta ciudad y se puede descargar en www.todoporhacer.org

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Articulos

  • La Ley de Arrendamientos Urbanos, Airbnb y los precios de los alquileres
  • La lucha por el tiempo libre
  • Sobre cómo se aprobó el CETA sin que te dieras cuenta
  • Los movimientos sociales frente al cambio climático
  • Deporte popular

Novedades

  • Lmentales de La Neurosis o Las Barricadas. Pequeños libros para grandes ideas.
  • [Cómic] Kobane Calling
  • [Pelicula] La clase
Tirada: 2.000 ejemplares
Contacto: todoporhacer@riseup.net
www.todoporhacer.org

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Posted: 12 Dec 2017 09:48 AM PST
La cárcel es la mayor evidencia de nuestro fracaso como sociedad, o algo así creo que decía Xosé Tarrío en “Huye, hombre, huye”. Últimamente en programas amarillistas y en tertulias “políticas” de la tele, y por asimilación o contagio en bares y reuniones familiares, se frivoliza mucho con el tema carcelario. A cuenta de algunos casos que los medios han elevado a la categoría de “reality”, y operando el morbo y el aburrimiento de la población como acicate, cualquier individuo de a pie se siente autorizado para restituir el crimen cometido por medio de su indignación, y cual Batman casero de la decencia exige al Estado que afile sus instrumentos de represión, en concreto los privativos de libertad. A menudo ocurre que el ciudadano respetable que señala, ha de deshumanizar y asquerosizar al culpable, no tiene la mínima intención de comprender por qué y quiénes son las personas que rellenan las prisiones, toma los delitos más sangrantes por el todo, adolece de un tipo de esquizofrenia producida por una conjunción defectuosa entre la responsabilidad del individuo y las circunstancias sociales que rodean el caso, y lo que es más terrible, no oculta su voluntad de venganza. Esto último se traduce en que se prioriza el castigo al culpable a la reparación de la víctima y a la prevención del hipotético daño.
Pero la cárcel es sufrimiento. Que un ser querido cumpla condena es una gran tragedia para la familia, para los amigos. En lo relativo al dolor que padece el preso y los que le rodean no importa la naturaleza del delito, da igual que el reo haya entrado por atraco, agresión, motivación política, o sea el camello de tu barrio. Todo el mundo tiene la capacidad de llorar la ausencia y el cautiverio. Que te arranquen de la gente que quieres, que te inmovilicen y tutelen supone que te quiten la vida durante los años que dura la condena y te estigmaticen para siempre. Dentro de la cárcel impera la arbitrariedad, no existen los derechos humanos. La fuga es el único camino posible hacia la dignidad. El objetivo de ésta no es corregir una sociedad enferma, sino perpetuarla a fuerza de crear una población pobre y marginada que nos brinde una sensación de seguridad al resto.  Que la brutalidad del Estado se traduzca en la más honda tristeza del alma, tal es la lógica del sistema penal y penitenciario.
Recuerdo que cuando contaba dieciséis o diecisiete, en la casa okupada a la que iba a ensayar con el grupo, vivía un chaval llamado Javi, todavía no habría cumplido los treinta. Javi era punki de profesión. Era muy buena persona, todos lo saben. Pero también cumplía todos los clichés de las personas marginadas que acaban siendo carne de cañón. Familia desestructurada, problemas serios de drogas y una actitud nihilista con la vida. La verdad es que mientras yo me iba a estudiar a Granada con el dinero de papá (gracias al cual puedo escribir estas cosas), él entró en la cárcel de Martutene. Creo que por una agresión a un policía aunque no lo puedo asegurar. Era buena gente, de esos que dicen de buen corazón. De esos que te dan hasta lo que no tienen. Pero la vida se le fue de las manos como era de esperar y dio con sus huesos en el trullo, porque no existe ningún dios. Así, acabó muriendo dentro. Y en la cárcel de Martutene, que tiene fama de conflictiva y violenta, además de por las ratas que salen de los desagües de las duchas, los presos se juntaron para poner un bote con dinero para comprar un ramo de flores. Un ramo de flores en el nombre del punki. Ese día la única sociedad posible, la única sociedad en la que deberíamos creer estaba tras de los muros de la prisión de Martutene. Este escrito sólo pretende ser un ramo de flores a la memoria de Javi y de todos los presos que han muerto, o están solos, o siguen malviviendo, a causa de nuestra ignorancia e irresponsabilidad. Porque la justicia es lo contrario a la venganza. Porque en esa escoria hemos de depositar nuestra esperanza en una sociedad libre.
Jimmy Muelles

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Posted: 11 Dec 2017 10:32 AM PST
El 30 de noviembre de 2017 se votó en el Congreso una propuesta sobre el «Estatuto del becario». El resultado de la votación nos parece de lo más intrascendente. Se ha constatado una nueva derrota de la clase trabajadora y ya van…
El eje central de la propuesta consiste en que las y los estudiantes en prácticas cobren el salario mínimo interprofesional. ¿Pero de verdad alguien se cree que las empresas -incluyendo la Administración pública- van a pagarnos por formarnos? ¿Ese capitalismo que no tiene miramientos para echarnos de nuestras casas, para no pagarnos horas extras, para encubrir puestos de trabajo con becas ahora nos va a pagar por formarnos?
Ni aquellos que realizan la propuesta se creen que el salario va a ser por formarnos. Si creyesen que es por una formación real ¿por qué pondrían límites a que una empresa forme a muchas personas en prácticas? Saben que ese salario es por trabajar y, con su propuesta, están legitimando la precariedad, ya que por hacer un trabajo por cuenta ajena tendremos menos salario que con un contrato laboral y menos derechos.
La iniciativa de que esta propuesta haya llegado al Congreso ha partido de la Oficina Precaria. No dejamos de reconocer su labor de denuncia frente a los abusos en las becas, pero creemos que el camino elegido es equivocado. No es solo que se vuelva a caer en el error, sí para nosotras es un error, de esperar que los problemas de la clase trabajadora los arreglen unas personas ajenas a nuestros intereses (la clase política) y se dicen nuestros representantes. Sino que además, la propuesta en sí misma es una forma de normalizar la precariedad laboral.
Se parte de una premisa falsa que consiste en asumir que lo que ocurre en la actualidad es debido a una mala legislación o a una falta de la misma. Con esto no vamos a defender la legislación laboral y de prácticas vigente, sino que simplemente si se está encubriendo un puesto de trabajo lo que hay que exigir es que se aplique la legislación laboral, no que se cree una legislación específica para «el precariado».
Si el problema está en que no se cumple la legislación vigente ¿cómo va a solucionar el problema una nueva legislación que, obviamente, también se puede incumplir? La solución no está en crear un marco legal para las estudiantes en prácticas, sino en que se aplique la legislación que corresponde a cualquier trabajadora por cuenta ajena: la legislación laboral.
No nos sorprende que, una vez más, haya quienes intenten hacer carrera política arrogándose el protagonismo de quienes sufren situaciones injustas. Tampoco nos sorprende que se destaque que la propuesta la apoye CCOO y UGT. Ya somos muchas las que sabemos que esa alianza es más garantía de precariedad que garantía de derechos.
Nosotras consideramos que una situación injusta, como la de las becarias, debe propiciar una actitud de lucha y reivindicación en los afectados y no caer en el delegacionismo. Esto crea trabajadoras sumisas que nunca reclamarán algo por sí mismas. Buscarán alguien que lo haga por ellas y nosotras ya sabemos lo que genera el que alguien luche por tus derechos mientras no lo haces tú misma.
Siempre en contra de cualquier intento de legalizar y legitimar la precariedad.
Contra la precariedad del becariado en particular y la explotación de la clase obrera en general: ahora y siempre anacorsindicalismo.
Becari@s CNT

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Posted: 10 Dec 2017 05:08 PM PST
Los seres humanos ciegos al inminente colapso – William E. Rees
TheTyee.ca - 16/11/2017
(traducción: arrezafe)
Una cosa curiosa del homo sapiens es que somos lo suficientemente inteligentes como para documentar, con exquisito detalle, varias tendencias que presagian el colapso de la civilización moderna, pero no lo suficientemente inteligentes como para librarnos de nuestra situación autoinducida.
Esto se puso de relieve una vez más en octubre, cuando los científicos informaron que las poblaciones de insectos voladores en Alemania han disminuido en un alarmante 75 por ciento en las últimas tres décadas, acompañadas, en los últimos doce años, por una disminución del 15 por ciento en las poblaciones de aves . Las tendencias son similares en otras partes de Europa donde los datos están disponibles. Incluso en Canadá, todo, desde la casual observación de los parabrisas, hasta las evaluaciones científicas formales, muestran una caída en el número de insectos. Mientras tanto, las poblaciones domésticas de muchas aves que comen insectos están en caída libre. Ontario ha perdido la mitad de sus pájaros carpinteros en los últimos 20 años. En todo el país, especies como halcones nocturnos, golondrinas, martín pescador y atrapamoscas han disminuido hasta en un 75 por ciento. Las golondrinas del Gran Vancouver se han reducido en un 98 por ciento desde 1970. ¿Oímos algo sobre todo esto en las principales noticias?
Mal, muy mal. La pérdida de la biodiversidad, que puede convertirse en la pesadilla del siglo, es causada por muchos factores individuales, pero que interactúan: la pérdida de hábitat, el cambio climático, el uso intensivo de plaguicidas y varias formas de contaminación industrial, por ejemplo, suprimen las poblaciones de insectos y aves. Pero el motivo general es lo que un ecologista podría llamar el "desplazamiento competitivo" de la vida no humana por el crecimiento inexorable de la actividad humana.
En un planeta limitado, donde millones de especies comparten el mismo espacio y dependen de los mismos productos finitos de la fotosíntesis, la expansión continua de una especie conduce necesariamente a la contracción y extinción de otras. (Políticos, tomen nota: siempre hay un conflicto entre población humana / expansión económica y la "protección del medio ambiente").
¿Se acuerdan de los 40 a 60 millones de bisontes que solían vagar por las grandes llanuras de América del Norte? Ellos, junto con los millones de ciervos, berrendos, lobos y bestias menores que una vez animaron los ecosistemas de las praderas, han sido "competitivamente desplazados", y sus hábitats han sido tomados por una biomasa mucho mayor de humanos, ganado, cerdos y ovejas. Y no sólo en las soleadas Grandes Llanuras de Norte América, también por los millones de ganaderos en todo el mundo que dependen, en parte, de las exportaciones de cereales, aceite de semillas, leguminosas y carne de Norte América.
El desplazamiento competitivo se ha venido produciendo durante mucho tiempo. Los científicos estiman que en los albores de la agricultura, hace 10.000 años, el homo sapiens representaba menos del uno por ciento del peso total de los mamíferos en el planeta. (Probablemente sólo había de dos a cuatro millones de personas en la Tierra en ese momento). Desde entonces, los humanos han crecido hasta representar el 35 por ciento de una biomasa total mucho más grande; la tasa de animales domésticos y la dominación humana de la biomasa de mamíferos del mundo se eleva al 98.5 por ciento!
No se necesita buscar más para explicar por qué las poblaciones silvestres se han desplomado a nivel mundial en casi un 60 por ciento en el último medio siglo. Los tigres salvajes han sido expulsados ​​del 93 por ciento de su habitat histórico y su población se ha reducido a menos de 4.000 en todo el mundo; los elefantes africanos ha menguado hasta en un 95 por ciento, estimándose en sólo 500.000 en la actualidad; la caza furtiva arrojó cifras sobre el rinoceronte negro: de los ya escasos 70.000 en 1960 a sólo 2.500 a principios de los años noventa. (Con un intenso esfuerzo de conservación, se han recuperado desde entonces alrededor de 5.000). Y aquellos que piensan que Canadá todavía es una zona silvestre, prístina y poco poblada deberían repensarlo: la mitad de las especies silvestres regularmente monitoreadas en este país están en declive, con una caída promedio de la población del 83 por ciento desde 1970. ¿Mencioné que la población de orcas residente al sur de British Columbia es de tan sólo 76 animales? Eso se debe, en parte, a que los pescadores han alejado a las orcas de su alimento favorito, el salmón Chinook que, a su vez, ha sido desplazado de sus arroyos de desove a través de represas hidroeléctricas, contaminación y urbanización.
La historia es similar para especies familiares en todas partes y probablemente peor para la fauna no carismática. Los científicos estiman que la "moderna" tasa de extinción de especies es de 1.000 a 10.000 veces la tasa de fondo natural. La economía mundial está afanosamente ocupada convirtiendo la naturaleza viviente en cuerpos humanos y ganado doméstico, algo que pasa desapercibido a nuestras poblaciones, cada vez más urbanas. La urbanización aleja a las personas tanto psicológicamente como espacialmente de los ecosistemas que las respaldan.
Puede que el carro de la masa humana comenzara a rodar hace 10 milenios, pero en los dos últimos siglos de crecimiento exponencial ha acelerado extraordinariamente el ritmo del cambio. Tomó toda la historia de la humanidad, digamos 200.000 años, para que nuestra población alcanzara los mil millones a principios del siglo XIX, pero sólo 200 años, 1/1000 de tiempo, para alcanzar los 7.600 millones de hoy. Mientras tanto, la demanda de materia prima en el planeta se ha elevado aún más: el PIB mundial se ha multiplicado por más de 100 desde 1800, y el promedio de ingresos per cápita en un índice de 13 (aumentando a 25 en los países más ricos ). En consecuencia, el consumo se ha disparado y la mitad de los combustibles fósiles y muchos otros recursos utilizados por los humanos se han consumido en los últimos 40 años. (Ver gráficos)
¿Por qué es importante esto, incluso para aquellos a quienes realmente no les importa la naturaleza en sí ? Además de la infamia moral asociada con la extinción de miles de otras formas de vida, existen razones puramente egoístas para preocuparse. Por ejemplo, dependiendo de la zona climática, entre el 78% y el 94% de las plantas con flores, incluidas muchas especies de alimentos para humanos, son polinizadas por insectos, pájaros e incluso murciélagos. (Los murciélagos, también en apuros en muchos lugares, son los polinizadores principales o exclusivos de 500 especies en al menos 67 familias de plantas). Hasta un 35% de la producción mundial de cultivos depende más o menos de la polinización animal, lo que garantiza o aumenta la producción de 87 cultivos alimentarios líderes en todo el mundo.
Pero hay una razón más profunda para temer el agotamiento y la despoblación de la naturaleza. En ausencia de vida, el planeta Tierra es sólo una roca húmeda intrascendente con una atmósfera venenosa que girainútilmente alrededor de una estrella ordinaria en las orillas extremas de una galaxia irrelevante. Es la vida misma, comenzando con innumerables especies de microbios, la que gradualmente generó el "ambiente" adecuado para la vida en la Tierra tal como la conocemos. Los procesos biológicos son responsables del equilibrio químico favorable a la vida de los océanos; las bacterias fotosintéticas y las plantas verdes han almacenado y mantienen la atmósfera de la Tierra con el oxígeno necesario para la evolución de los animales; la misma fotosíntesis extrajo gradualmente miles de millones de toneladas de carbono de la atmósfera, almacenándolas en cretas, piedra caliza y depósitos de combustibles fósiles, de modo que la temperatura promedio de la Tierra (actualmente alrededor de 15º C) ha permanecido para edades geológicas en la estrecha franja que hace posible la vida basada en agua, incluso cuando el sol se ha estado calentando (es decir, que el clima estable es parcialmente un fenómeno biológico); innumerables especies de bacterias, hongos y una verdadera colección de micro-fauna regeneran continuamente los suelos que cultivan nuestros alimentos. (Desdichadamente, el agotamiento por la agricultura es incluso más rápido. Según algunas versiones, nos queda, tan sólo, poco más de medio siglo de tierra cultivable).
En resumen, el homo sapiens depende completamente de una rica diversidad de formas de vida destinadas a proporcionar multitud de funciones básicas, esenciales para la existencia y supervivencia de la civilización humana. Con una gran crisis mundial sin precedentes, inducida por los humanos, ¿qué posibilidades hay de que la integridad funcional de la ecosfera sobreviva a la próxima duplicación del consumo material que todos esperan antes de mediados de siglo?
Esta es la cuestión: el cambio climático no es la única sombra que oscurece la puerta de la humanidad. Si bien no lo sabréis por los medios de comunicación dominantes, la pérdida de biodiversidad podría suponer una amenaza sobre la existencia misma de la humanidad. Mientras pensamos en ello, agreguemos a la mezcla la degradación del suelo y del paisaje, la posible escasez de alimentos, de energía y de otros recursos. Y si crees que probablemente podremos "manejar" cuatro de cada cinco de estos problemas ambientales, no importa. La pertinente versión de la ley de Liebig establece que, cualquier sistema complejo que dependa de varios insumos esenciales puede ser eliminado por ese único factor de menor suministro (y aún no hemos abordado los riesgos adicionales planteados por la agitación geopolítica que inevitablemente seguiría a la desestabilización ecológica).
Lo cual plantea preguntas que, por supuesto, van más allá del mero interés académico. ¿Por qué no estamos colectivamente aterrados o al menos alarmados? Si nuestra mejor ciencia sugiere que estamos camino al colapso de los sistemas, ¿por qué el colapso y cómo evitarlo no son los temas principales del discurso político internacional? ¿Por qué la comunidad mundial no participa en un debate urgente y comprometido sobre las iniciativas disponibles y los mecanismos institucionales transnacionales que podrían ayudar a restablecer el equilibrio en la relación entre los seres humanos y el resto de la naturaleza?
Hay muchas opciones políticas, desde simples impuestos al consumo, pasando por iniciativas populares de planificación integral para una economía sostenible, hasta una educación general que propicie cambios voluntarios en el estilo de vida, todo lo cual mejoraría las perspectivas de la sociedad mundial para la supervivencia a largo plazo. Cualidades humanas únicas, desde una inteligencia consciente (por ejemplo, razonar a partir de la evidencia), la capacidad de planificar con anticipación, hasta la conciencia moral, son requisitos indispensables para la tarea, pero permanecen inactivas: hay pocos indicios de voluntad política para reconocer el problema y mucho menos para elaborar soluciones genuinas (que el acuerdo climático de París no contempla).
¿Conclusión? El mundo parece negar el inminente desastre; la palabra "C" [cáncer] permanece silenciada. Todos los gobiernos desestimaron la advertencia (1992) de los científicos a la Humanidad, según la cual, "se requiere un gran cambio en nuestra administración de la Tierra y de la vida en ella, si se quiere evitar la gran miseria humana", e ignorarán de manera similar la "segunda" (Publicada el 13 de noviembre de 2017, esta advertencia afirma que la mayoría de las tendencias negativas identificadas 25 años antes "están empeorando").
A pesar de la cascada de evidencias y el análisis detallado de lo contrario, la comunidad mundial, como si de su santo grial contemporáneo se tratara, proclama que el "crecimiento-somos-nosotros". Incluso los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas se basan en la expansión económica como único martillo para cada problemático clavo. Mientras tanto, los gases de efecto invernadero alcanzan niveles máximos históricos, las zonas muertas marinas proliferan, los bosques tropicales caen y las extinciones se aceleran.
¿Qué está pasando aquí? La explicación completa de este enigma humano y potencialmente fatal es sin duda compleja, pero Herman Melville lo resumió bastante bien en su Moby Dick : "No hay locura de las bestias de la tierra que no sea infinitamente superada por la locura de los hombres".

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