Los tratados de libre comercio en su auge, negociones intensas y resistencias en crecimiento
(Quito,
28 de Abril de 2015) Este año se darán grandes cambios, posiblemente
irreversibles, a raíz de los múltiples procesos de Tratados de Libre
Comercio (TLCs) que se están concretizando sin que la mayoría de la
gente entienda de lo que tratan, ni como les afecta. Por ese motivo,
este 17 de abril, durante el día internacional de las luchas campesinas,
planteamos discutir el tema de los TLCs con el objetivo de dar a
entender más sobre lo que está en juego. ¿Cuál es el origen de estos
tratados? ¿Qué efectos han tenido donde ya entraron en vigencia?
¿Quienes ganan y quienes pierden?
En América Latina el
debate sobre los TLCs no es nuevo, las organizaciones sociales ya llevan
años luchando contra ellos con diferentes resultados, sin embargo, el
debate público en Europa al respecto recién está tomando fuerza.
Actualmente se está negociando un tratado de libre comercio entre la
Unión Europea y los Estados Unidos, la Asociación Transatlántica para el
Comercio y la Inversión (TTIP), que puede principalmente resultar en
condiciones desfavorables para los habitantes de la Unión Europea. Los
negociadores de ambas partes han manifestado que el objetivo es firmar
el tratado durante 2015 y, bajo esas circunstancias, los movimientos
sociales europeos deben aprovechar el auge del debate sobre el tema en
Europa para impulsar la discusión en torno a la problemática general que
representan este tipo de tratados.
Aparte de TTIP hay otros
TLCs que se están negociando este año. El Acuerdo Transpacífico de
Asociación Económica (TTP, por sus siglas en inglés) es otro acuerdo
comercial con gran impacto económico y político que actualmente está en
proceso de negociación. Este acuerdo se está pactando entre países del
continente americano (Chile, Perú, México, EEUU y Canadá) y países
asiáticos y de Oceanía (Vietnam, Singapur, Malasia, Japón, Brunéi,
Australia y Nueva Zelanda), mientras que otros países, como Colombia y
Costa Rica, han mostrado interés en adherirse. TTP es visto como un
punto clave en la lucha de poderes entre China y EE.UU, por lo cual, la
respuesta de China ha sido presionar por el lanzamiento de las
negociaciones sobre una Zona de Libre de Comercio Asia-Pacífico (FTAAP,
por sus siglas en ingles), que incluiría a 21 países, entre ellos China y
EE.UU. Los sucesos de este año serán decisivos para el desarrollo de
estos procesos y las relaciones de poder que tendrán impacto a nivel
mundial. En cuanto a la relación entre la Unión Europea y América
Latina, lo que está por verse este año, es la ratificación del TLC con
Ecuador, así como los intentos de seguir avanzando en las negociaciones
entre la Unión Europea y Mercosur.
El caso centroamericano - crecimiento económico con consecuencias sociales negativas
Para entender como un
TLC puede afectar la democracia, el medio ambiente, la soberanía
alimentaria y la población en general, vamos a enfocarnos en
Centroamérica, donde hace 10 años se firmó un TLC con EE.UU, CAFTA, y
hoy se pueden ver quiénes han resultado beneficiados y perjudicados en
la región. Los partidarios de este tipo de tratados están impulsando el
desarrollo de un sin número de TLCs, argumentando que estos tratados
estimulan el comercio entre países y por ende una mayor producción, que
abre para la compra y venta de más productos, así como la creación de
más empleos. De esta manera se supone que las economías de los países
crecen al igual que el bienestar de la gente. En Centroamérica se ha
visto que la economía ha crecido un poco desde la entrada en vigencia de
CAFTA, sin embargo, esto no se ha reflejado en mejoras en el estado de
bienestar, señala Georgina Muñoz Pavón de La Red Centroamericana de
Monitoreo de Impactos de los TLC en Centroamérica.
- El TLC ha impedido que
Centroamérica pueda desarrollar su propio modelo de producción basado
en la soberanía alimentaria y una economía solidaria. Por el contrario,
se ha profundizado un modelo agroindustrial y extractivista que prioriza
la exportación de minerales y mano de obra barata para las maquilas.
Esto ha resultado en la concentración de mayor riqueza por parte de unos
pocos a costa de la explotación de la naturaleza y los sectores más
marginalizados de la sociedad, comenta Muñoz Pavón.
La migración desde
Centroamérica a EEUU ha crecido por consiguiente en los últimos años en
contraste con los objetivos socio-económicos de CAFTA. En parte este
hecho podría atribuírsele al tratado, ya que la situación de los
sectores más vulnerables ha empeorado y muchas personas buscan
alternativas en el exterior para mejorar su condición de vida.
Profundizando un modelo que debilita el respeto por derechos humanos y valores democráticos
En general, los tratados
no son justos debido a que los países y los sectores de la sociedad
muchas veces negocian desde posiciones de poder muy diferentes, como es
el caso del sector campesino en América Latina en contraposición al
sector agrícola altamente industrializado y subsidiado de EEUU y los
países europeos. Comúnmente, los productores a pequeña escala tienen
dificultades para sobrevivir en un modelo de mercado capitalista
promovido por los TLCs, que está diseñado para beneficiar a las grandes
empresas.
Un punto de TTIP
fuertemente promovido por el sector empresarial, es la sincronización en
los sistemas de regulación, donde se busca eliminar las diferencias
existentes en las regulaciones al mercado que tienen ambas partes. Esto
podría tener efectos muy negativos en la calidad de los alimentos que se
comercian en la Unión Europea, ya que muchas regulaciones podrían
desaparecer perjudicando principalmente a las y los consumidores.
Una problemática que se
ha visto en Centroamérica a raíz de la entrada en vigencia de CAFTA, es
que varios estados han sido demandados por tomar decisiones a favor del
medio ambiente y sus ciudadanos, dejando de lado los intereses
capitalistas de las grandes empresas. Esto ha sido posible gracias al
mecanismo de resolución de disputas (ISDS, por sus siglas en ingles) que
hace parte de CAFTA y que se quiere incluir en TTIP con el fin de
permitir que las empresas puedan demandar a estados por tomar decisiones
que afecten negativamente sus ganancias.
Un ejemplo claro se dio
en Costa Rica cuando el parlamento nacional, después de una campaña
fuerte de la sociedad civil, tomó la decisión en 2010 de prohibir la
minería a cielo abierto y el uso de productos químicos como cianuro y
mercurio en el proceso extractivo. Desde entonces, varias empresas
mineras estadounidenses y canadienses han demando al estado
costarricense a través de ISDS. En otras palabras, los estados son
castigados por escuchar las exigencias de la ciudadanía, quien pierde
poder e influencia.
Las masas se unen contra los gigantes
CAFTA implica, como casi
todos los TLCs, mayores dificultades para los pequeños y medianos
agricultores debido a que en muchos casos se les prohíbe comercializar
semillas criollas y se ven obligados a comprar semillas certificadas que
generalmente son propiedad de grandes empresas estadounidenses. En el
caso de Guatemala se corre ahora el riesgo de ser excluidos de CAFTA por
no tener una ley de semillas que cumpla con los requisitos del tratado.
Recientemente, los movimientos sociales guatemaltecos lograron a través
de masivas manifestaciones la derogación de una ley de semillas que
seguía los lineamientos de CAFTA, sin embargo, se corre el riesgo de que
la ley vuelva a ser aprobada, ya que los intereses de la población
están en conflicto con los de los grandes e influyentes grupos
económicos.
- La aprobación e
implementación de la ley de semillas podría tener impactos graves para
la biodiversidad y causar daños en nuestra salud y economía. Sin
embargo, estamos seguros de que el sector campesino- indígena y los
consumidores hoy están más pendientes sobre lo que pueda pasar a futuro
con esta ley, dice Natalia Atz Sunuc, de la red guatemalteca de
organizaciones campesinas e indígenas Waqib’ Kej.
En Europa, la sociedad
civil ha empezado a organizarse en contra del tratado de libre comercio
entre la Unión Europea y EEUU. Los mecanismos y elementos que contiene
este tratado no son nuevos, la misma Unión Europea ya ha firmado varios
tratados de este tipo con otras regiones y países en el mundo, pero es
la primera vez que la ciudadanía europeo ve como sus vidas van a ser
directamente afectadas de forma negativa por un TLC.
Este 17 de abril ha sido
declarado por La Vía Campesina como el Día Internacional de las Luchas
Campesinas contra las transnacionales y los tratados de libre comercio.
Por ese motivo, hacemos énfasis en la necesidad de entender la
problemática de los TLCs desde una perspectiva global y movilizar a los
movimientos sociales del mundo para informar a la gente sobre los
peligros que representa el consumismo desenfrenado para el desarrollo
sostenible de la humanidad y la protección del medio ambiente. Así
mismo, debemos incidir en espacios de poder con el fin de presionar a
nuestros políticos a aceptar que el verdadero problema no es la falta de
comercio internacional sino el actual modelo depredador que lleva a la
inequidad.
Karin Ericsson y Anna Nylander, Solidaridad Suecia – América Latina (SAL)
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