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martes, 20 de diciembre de 2016

Tinkunaco 3.199/16 - El Emilio - REFLEXIONES Y BALANCE DE UN 2016 DOLOROSAMENTE AGITADO

REFLEXIONES Y BALANCE DE UN 2016 DOLOROSAMENTE AGITADO

C.A.B.A., Argentina, UNASUR-CELAC, EL EMILIO, Política Nacional, de nuestra redacción

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EL 2016 NO FUE UN AÑO CUALQUIERA, FUE EL PRIMER AÑO DE GESTIÓN COMO PRESIDENTE DE LA NACIÓN DE UN PATÉTICO PSICOPATEADOR.

 

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Por Victor Leopoldo Martinez

La única verdad es la realidad. El “cambio” de actores en el gobierno nacional se produjo; lamentablemente no para bien. El trabajo de manipulación mediática, desplegado en los últimos 5 años con mayor intensidad, logró instalar socialmente la necesidad de un “cambio” de aire político. Producto de ese trabajo una parte importante de nuestra sociedad comenzó a sentir que las “cadenas nacionales” y los relatos que en ella se desplegaban comenzaban a ahogar. Y cambió; pero a la hora de elegir lo hizo mal y engañada por el envoltorio optó por comprar el “producto” equivocado. De nada les sirve hoy a esos equivocados reprocharse; fueron víctimas, les mintieron (aunque no era la primera vez y eso los colocaría en el lugar Jauretchano de “zonzos” con el agravante que, como buenos zonzos, repiten estúpidas y pueriles cantinelas argumentales bajadas mediáticamente para justificar su metida de pata). La historia que comenzó a construirse como “relato y hechos PRO” el 22/11/15, por harto repetida en el pasado, no podía ser diferente; como en ocasiones anteriores (menemismo, delaruismo aliancista) otra vez esos mismos sectores, fueron traicionados en su confianza por los mismos personajes y/o sus hijos putativos; y con su mala decisión arrastraron a otros sectores a padecer y pagar un alto costo en deterioro de calidad de vida por el temporario mejoramiento del que gozaron los últimos 12 años.

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La clase media argentina parece disfrutar con las prácticas sado-masoquistas; Y este presidente se da el gusto de psicopatearla diciendo él y todos sus funcionarios una vez en el gobierno que “la culpa la tienen “todos” por haber aceptado que un gobierno “populista” les permita vivir mejor cuando en realidad (la del psicopateador) el país va a andar bien si los trabajadores y el pueblo en general vuelve a sus anteriores niveles de miseria”.

En estos términos es comprensible que a esa “clase media tilinga” le resulte hasta normalmente justificado que un millonario que se pasó la vida rascándose las pelotas y que hoy, gracias a su voto, como presidente del país, le diga: “El país no puede funcionar bien si vos como trabajador seguís ganando tanto, te pasas gastando en aire acondicionados, lo prendes y consumís la energía que necesitan “otros”.

Este pueril argumento dentro de un relato psicopateador -como otros que iré detallando-, a los tilingos les produce un desequilibrio emocional donde se mezclan esa veta típicamente fascistoide que por naturaleza traen, con un alto y marcado nivel de ignorancia. ¿Y? ¿Qué produce esto? Un “combo explosivo” –cambiando el sentido de la expresión presidencial- que lo hace reaccionar pensando que ese “otro” es el “vecino”, que lo va a dejar sin luz por tener su “aire acondicionado” cuando es un “negro de mierda” que no merece vivir como él.

¡Ta, ta, ta, ta, ta, Gooooool!!! Psicopateador 1- “Tilingo” 0. Diría un conocido relator de futbol. Los tilingos, por ignorancia, no se dan cuenta que el pedido de ahorro es para evitar los “cortes de verano” producto de la falta de inversiones que dijeron iban a hacer cuando se privatizó el servicio de Energía en los “90” – hace más de 20 años-.

-“La cruda realidad indica que el pedido de ahorro de energía es para que los empresarios puedan hacer funcionar sus máquinas de sacar más y mejores ganancias pagando míseros sueldos con cero costo de inversión”. Diría el comentarista del relator.

Continua el relato: –El psicopateador avanza por “derecha”: “Tenes que darte cuenta que si te enfermas y faltas al laburo es porque tenes leyes de protección laborar abusivas que ustedes dicen que sirven para defender sus derechos cuando en realidad fomentan la vagancia.”… Los inversores no vienen por esas leyes y porque el costo laboral es el más alto de América Latina.
Relator: ¡Ta,ta,ta,ta, Gooool!!! ¡Genio!!! ¡Genio!!! ¡Genio!!!¡De que planeta viniste “gato cósmico!!! Segunda conquista del psicopateador que ya gana por 2-0 !!! 

Comentarista: ¡Jugada magistral!!! Acá decimos toda la verdad, la que en otras transmisiones no te cuentan. El psicopateador, con un caño magistral a sus votantes luego de tirar la rabona con la promesa de la eliminación del impuesto a las ganancias, convenció a los laburantes argentinos que no deben sentir orgullo de ser los mejores pagos y con mejor nivel de vida de la región sino vergüenza de serlo, de ser tan abusivos contra los buenos patrones.” 

¡La estupidez llevada a niveles de paroxismo! Todo bajo el continuo y esquizofrénico relato de la “pesada herencia”; esa herencia que dejó obras a punto de terminar para que el Sr. Presidente las inaugure como si fueran propias de su gestión. Pero él insiste patéticamente en el relato que le fabricó su titiritero Duran Barba: “La culpa la tiene la Sra. que estaba antes aquí que hizo todas las cosas mal” -¿Qué cosas hizo mal Sr, Presidente? –He… Ah ¿Qué cosas? ¿Por qué me lo pregunta a mi? No estoy en el tema ¡Todo está en manos de Bonadio… perdón, de la justicia! Preguntele a Prat Gay que él seguro le dará la respuesta!!! -No sé, no sé, no sé, no sé, no sé, no sé….

Al carnaval preelectoral del “juntos podemos” PRO lo dieron por terminado sus propios arlequines –los mejores de los últimos 50 años- con Macri a la cabeza a las 0 hs. del 11 de diciembre del 2015. Se sacaron las caretas y comenzaron a pedirles a los alegres festejante –pobres y menos pobres- que comiencen a devolver pitos, matracas, serpentinas, papel picado y hasta los globos.

Y… Sí! El “verdadero cambio” era ese; las riquezas nacionales no son para que la “mal gasten” todos sino para que la disfruten unos pocos, y esos pocos son los dueños de la Argentina que volvieron al poder gracias a las falsas promesas con las que jugo un mitómano esquizofrénico al que votaron los ingenuos.  

La palabra “cambio” fue la clave y tenía propietarios políticos: Los medios hegemónicos y un representante del stablishment porteño llamado Mauricio Macri; empresario poco serio y en constante conflicto con todo aquello que pretenda vincularlo físicamente con el trabajo; su marcada devoción por el segundo pecado capital: la pereza (aunque nunca perdió su amor por el 4to –la ira; aun recitando el mantra de “hare krishna” para calmarla-, el 5to –la envidia- y el 6to –la avaricia-) es algo de lo que ya nadie puede dudar .

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Como la mayoría de sus pares empresarios, Macri es bastante ignorante lo que no es indicativo de falta de picardía a la hora de hacer negocios. Mauricio daba con el perfil ideal que requería el candidato a través del cual el stablishment económico podía retomar el control de las estructuras claves del Estado para hacer nuevos y más redituables negocios, esta vez con mayor holgura y libertad. La “picardía” empresaria nunca tuvo partido político: menos aún patria; no tener en cuenta esto fue el peor error que cometió el kirchnerismo.

Como viene ocurriendo a lo largo de nuestra corta historia, cuando se trata de joder el bolsillo de los que la yugan, de los trabajadores porque con el mejoramiento de su sueldos y condiciones laborales están restándole ganancias fáciles a los señores empresarios, aparecen “mágicamente” los temidos “indicadores económicos” que no son otra cosas que sanata de datos numéricos dibujados y lanzados por los “Bonelli” (la UBA lo acaba de distinguir) desde un medio de comunicación.

Con la aparición del capitalismo, a la economía política la volvieron “ciencia”; sus términos preferidos son “libre comercio” y “mercado”, ambos elevados a paradigmas culturales donde el hombre como sujeto social solo quedó reducido a ser un número.

Que las ciencias económicas generan trabajo! Vaya novedad! Hasta hay un mercados (nichos) para economistas. Hoy nuestras vidas dependen de las sacrosantas palabras y/o formuleos que nos recitan los economistas. Al verso de la “pesada herencia” solo lo pueden sostener con el falaz e insostenible argumento que dice: los “indicadores económicos” daban malas señales; una vieja y conocida sanata inaugurada en la segunda mitad del siglo XX por Raúl Prebisch.

Que en esta economía globalizada (para nada nueva con sus casi 5 siglos de antigüedad) no pocas de sus variables inciden en la economía vernácula es una verdad de perogrullo como lo es la manipulación de los precios de los commodities (que no son otra cosa que materia prima con nombre difícil) que hacen los controladores de las finanzas internacionales, que no son otros que los que manejan a discreción el precio de las monedas y las acciones en los mercados bursátiles (bolsas de comercio) al solo fin de beneficiar sus intereses y/o los intereses de sus multinacionales. Jauretche ya lo señalaba en su recordada anécdota de “el chico de la bicicleta”. Quien sostenga que las subidas y bajadas del valor accionario en esas malditas bolsas no se deben a decisiones políticas especulativas de los poderosos es porque se comió el verso académico de “los números no cierran”, sin preguntarse ¿para quién o para quienes no cierran?

Trasladado esto a lo criollo la cuestión del 22/11/15 pasó por definir políticamente dentro del Estado, quién y de qué modo se manejaría el comercio exterior de la Nación: Los privados o el Estado. Hoy el Estado, de la mano de Macri, es manejado por los privados para su propio y único beneficio; cartón lleno. Está todo dicho.

Nadie con 2 dedos de frente y en su sano juicio puede decir hoy que con la devaluación de la moneda, la quita de retenciones al agro y a las mineras, la quita de impuestos a los más ricos, el pago a los fondos buitres, todas medidas tomadas por este gobierno, esos “indicadores” mejoraron. ¡Claro que mejoraron pero para las clases sociales más privilegiadas!

Finaliza el 2016 y no hay ninguna luz en un túnel que cada vez se presenta como más oscuro; las nubes con la famosa lluvia de inversiones, los malos vientos de gestión las desviaron para otras latitudes, las divisas ya no tienen necesidad de “fugarse”, se van “libremente por si las moscas” ya que la única política monetaria que hoy está vigente es la timba financiera con un progresivo desfinanciamiento del Estado y el endeudamiento externo como correlato; endeudamiento que una vez más terminará pagando el conjunto del pueblo argentino con sacrificio. La inoperancia, el torpe argumento del ensayo-error, la incoherencia en los discursivos, la falta de respeto por las instituciones de la república y a las autonomías provinciales, la injerencia en la justicia y el ser simple títeres de un monopolio mediático son las constante más visibles de la gestión Macrista en el poder. ¿Las consecuencias de sus políticas? Perdida del poder adquisitivo del salario de los trabajadores, incremento de la pobreza, desocupación, desindustrialización, deterioro de las economías regionales, extorsión sobre parlamentarios, intendentes y gobernadores para que ayuden a concretar el “ajuste” que demanda el “necesario saneamiento económico”, frase que no deja de ser un simple eufemismos que reemplaza el liso y llano “choreo de guante blanco” pero dicho con elegancia para burros e ignorantes que hablan y repiten como “entendidos” las gansadas que les cuentan Lanata, Leuco, Majul y todo el staff de los medios Clarineros y La Nación.

La lógica represión policial-militar hacia cualquier protesta popular que demandan estas políticas, la prisión de Milagros Salas por “hacer lio en una Plaza” (Con ese criterio tendrían que haber ido en cana e incomunicados todos los caceroleros -con Macri a la cabeza- que desde el 2012 rompieron las pelotas con sus marchas a Plaza de Mayo.) fueron las características sobresalientes para un primer año de gestión que no dejó duda alguna, se trata del neoliberalismo “procesista-menemista” recargado; lo dijo Roberto Lavagna, lo muestran los hechos y las decisiones tomadas, no Cristina Fernández.

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