En la memoria de chicos y grandes
Al cumplirse hoy los 40 años del secuestro y asesinato de Carlos Murias y Gabriel Longeville, la comunidad de Los Llanos evocó ayer a sus mártires en Chamical. El acto central se realizó en el paraje Bajo de Lucas donde fueron encontrados los cuerpos sin vida de los sacerdotes. Allí el obispo Marcelo Colombo, junto a sacerdotes y familiares de las víctimas ofició una misa.
(CHAMICAL- Enviados especiales) La emotiva ceremonia religiosa estuvo presidida por el obispo diocesano monseñor Marcelo Colombo, junto a varios sacerdotes de Los Llanos riojanos y en los homenajes participaron también los familiares de los curas mártires.
En el marco del 40 aniversario de los asesinatos del párroco francés Gabriel Longueville y de su vicario cordobés Carlos de Dios Murias, la comunidad de Chamical y de sus alrededores recordaron ayer a los sacerdotes en el oratorio “Los Mártires”, ubicado en el paraje rural Bajo de Lucas, sobre ruta nacional 38, donde fueron hallados sus cuerpos mutilados el 18 de julio de 1976.
Los homenajes se iniciaron el sábado último con una vigilia juvenil que se realizó en la “Sala de la Memoria”, situada a uno de los costados de la parroquia “El Salvador” de Chamical.
Una baja temperatura acompañó las actividades litúrgicas de ayer que incluyeron un responso en el “Panteón de los Mártires” en el cementerio local donde descansan los restos de los curas asesinados en la última dictadura militar.
En la ceremonia participaron Marta y Cristina Murias, hermanas de Carlos, y el sobrino de Gabriel Vincent Tracol, quien llegó desde Francia acompañado por su esposa Evelyne, de sus hijos Léa, Saran y Alice, y de un grupo de amigos.
Durante el responso el ministro provincial de los Franciscanos Conventuales, Aldo Cúccaro, señaló que “los que quisieron acallar sus voces piensan que están muertos y sin embargo ellos quedaron vivos entre nosotros desde aquel 18 de julio de 1976, son mártires, corrieron la misma suerte que su maestro por la fidelidad a Dios, por amor a los hombres”.
“Queremos decirles a Carlos y Gabriel con nuestros corazones que nunca dejaremos de hacer memoria de sus testimonios”, añadió el fray.
Después de la visita a la tumba de su tío, y en diálogo con EL INDEPENDIENTE, Tracol comentó que “vine dos veces pero la sensación sigue siendo muy fuerte, siento mucha emoción, la gente de Chamical y de la región necesitaba la presencia de nuestra familia”.
De Longueville recordó que “era un sacerdote pero para mi era un tío, era un profesor con mucho humor, Carlos decidió venir a Argentina para ayudar a los pobres y a las poblaciones necesitadas y siguiendo a Angelelli llegó hasta Chamical” para trabajar en la parroquia, y consideró que “su memoria sigue estando muy viva en los jóvenes y espero que siga así”.
Luego de la ceremonia en el cementerio la peregrinación partió hacia la parroquia El Salvador. Allí los jóvenes de Patquía representaron la muerte de los sacerdotes y cargaron sobre sus hombros la cruz procesional, aquella que, ubicada en el lugar de los crímenes, resistió a bombas y fusiles.
MANTENER VIVA SU MEMORIA
Alrededor de las 10:30, y como sucede cada año, la comunidad religiosa marchó por la llamada “ruta vieja” rumbo al oratorio que honra las memorias de Murias y Longueville. Los peregrinos se trasladaron a pie siete kilómetros cargando carteles con las imágenes de los curas y con cánticos recordaron su lucha por la paz y su compromiso con la fe.
La ceremonia en la ermita de los mártires se inició cerca de las 12 y se desarrolló en los idiomas español y francés. En el encuentro participaron el obispo Marcelo Colombo, sacerdotes y religiosas de la Diócesis de Francia, laicos, misioneros y agrupaciones juveniles.
Luego de depositar las sogas ensangrentadas con que fueron maniatados los curas, y que se conservan como reliquias, se dio lectura a una carta que envió el obispo de Viviers, población francesa en la cual se desempeñaba como sacerdote Longueville.
HACERLOS PRESENTES
Seguidamente Colombo transmitió su homilía, en la cual resaltó que “este día para nosotros es más que una evocación, es hacerlos presentes y traer más allá del recuerdo al padre Carlos, religioso, joven y entusiasta, y al padre Gabriel, más maduro pero con una gran capacidad de entrega misionera”.
“Renovemos hoy nuestros deseos de amar y de servir, nuestra pertenencia a Cristo y a su pueblo y hagamos de la iglesia esa familia que Dios soñó extendida a lo largo del mundo”, dijo el obispo riojano, y recordó que “este año tendremos la oportunidad de encontrarnos para recordar a Wenceslao y a Angelelli, además evocaremos a los sacerdotes palotinos y a tantos hijos de la patria argentina que perdieron sus vidas, fueron asesinados y desaparecidos”.
Para continuar con los homenajes los niños del paraje Bajo de Lucas presentaron sus ofrendas. También lo hicieron los visitantes franceses quienes le entregaron al obispo Colombo granos de trigo traídos de Viviers; mientras que, la comunidad de Chamical obsequió a los familiares de Murias y Longueville morrales alusivos al aniversario y frascos con tierra de los llanos.
Por su parte, la familia de Gabriel repartió entre los presentes copias de la imagen de la cruz en la cual el sacerdote talló las 12 estaciones del Vía Crucis, y que fue reconstruida cuando se cumplieron 25 años de su asesinato.
Una vez concluida la misa, Cristina Murias dialogó con este matutino y destacó la tarea que llevan adelante las agrupaciones juveniles.
“Estoy viviendo este homenaje con emoción y tranquilidad, ya un poco se me fue la furia que me acompañó durante mucho tiempo porque hoy vi a muchísimos jóvenes como era Carlitos, y pienso que en ellos puede prender la idea de solidaridad con el otro y de justicia que tanto le preocupaba”, expresó al respecto.
Y concluyó diciendo que “me reconfortó mucho saber que no se perdieron sus vidas porque están en el ejemplo de tantos jóvenes, es emocionante ver que no pudieron callarlos”.
Como corolario al homenaje tributado a los sacerdotes Carlos y Gabriel, los presentes participaron de un locro comunitario.
EVOCARÁN A PEDERNERA
En la continuidad del cronograma de celebraciones con motivo de rendir homenaje a los mártires riojanos, las actividades continuarán el próximo 23 de julio, en la capilla del Sagrado Corazón de Jesús de la localidad de Sañogasta, en la que se recordará la memoria del laico Wenceslao Pedernera quien fuera salvajemente asesinado por las balas de la entonces dictadura militar.
Ese día, a las 9, se realizará un taller sobre la vida y el testimonio de Wenceslao como trabajador y padre de familia. Posteriormente, a las 11, se oficiará la Santa Eucaristía y a las 13, se ofrecerá a los participantes un locro comunitario.
HOMENAJE EN EL SENADO
La senadora nacional Teresita Luna, participó ayer en la ceremonia que se llevó a cabo en el oratorio de Los Mártires para recordar a los sacerdotes asesinados durante la dictadura militar de 1976.
En ese marco expresó que "los asesinatos de Carlos y Gabriel marcaron un antes y un después en la vida de las comunidades de Los Llanos, hoy vengo a compartir con viejos amigos, con sus familiares y con los sacerdotes que viajaron desde Francia para conocer el testimonio de su entrega".
"Hoy (por ayer) le hice llegar al párroco de Chamical, Carlos Baigorrí, un proyecto de declaración que votamos hace unos días atrás en el Senado de la Nación para hacer un homenaje a la memoria de Carlos y Gabriel al cumplirse 40 años de sus asesinatos", subrayó la legisladora.
Asimismo, Luna señaló que "en el caso de los sacerdotes se hizo justicia terrenal pero aún resta trabajar en función de la paz y de la igualdad".
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