Por Jonathan Heguier. Desde el
reclamo para que represores cumplan condenas en sus casas hasta los
militares en los actos patrios. Un repaso por las medidas tomadas en los
primeros seis meses.
25 de julio 2016
Cambiemos tomó en 8 meses de gestión decisiones en materia de Derechos Humanos que van a contramano de las políticas sobre este tema que se tomaron en la última década. En
ese retroceso se incluyeron varias medidas que se cumplieron desde el
Poder Ejecutivo al pie de la letra según los diferentes pedidos y
reclamos que se fueron haciendo desde los repudiables editoriales de La Nación. Aquí, un repaso de las exigencias del diario que fundó Bartolomé Mitre y que el macrismo oyó y obedeció.
REPRESORES CON DOMICILIARIA
Desde que asumió Mauricio Macri como presidente ya
hay 50 militares y ex policías de la última dictadura que están
condenados por delitos de lesa humanidad que ya cumplen con la prisión
domiciliaria en sus hogares.
Desde el matutino fue un reiterado pedido que se hizo al nuevo Gobierno desde antes de asumido. En mayo de este año, el mensaje de La Nación fue claro.
"Que el Estado argentino se ponga a derecho y les conceda la prisión
domiciliaria o las excarcelaciones. Es un trato no sólo acorde a su
edad, sino también a la necesidad de acceder a los centros de salud para
tratar sus dolencias".
El ministro de Defensa, Julio Martínez, volvió atrás una medida de Agustín Rossi,
que prohibía a los condenados atenderse en el Hospital Militar tras una
doble fuga. Hoy se dio a conocer que uno de los jefes del centro de
detenciones ilegal Automotores Orletti, Eduardo Cabanillas, volverá a su casa. Y la Justicia evalúa también darle la domiciliaria a Miguel Etchecolatz.
MÁS PODER A LOS MILITARES
"Las
severas limitaciones presupuestarias que debe enfrentar el gobierno de
Mauricio Macri se contraponen con la necesidad de inversiones en un
aparato militar desmantelado. Desde 1983, en el marco de un ambiente
político adverso a las Fuerzas Armadas, se practicó un desarme, sin
declararlo formalmente. La Argentina fue así un caso atípico de un país
que procede de esa manera sin precaverse mediante un acuerdo de defensa o
de desarme regional, o mediante un convenio de protección por otra
potencia militar", afirmaba un editorial de La Nación a comienzos de julio, cuando pidió así más poder a las FF.AA.
Al comienzo de junio, el presidente Mauricio Macri anunció mayores facultades para las Fuerzas Armadas a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial, donde le otorga a la corporación mas autonomía respecto al poder civil.
El
decreto que modifica es el 436/1984, firmado por el ex presidente Raúl
Alfonsín, en el que destaca que cualquier decisión del Ejército debía
pasar por la órbita del Presidente de la Nación y el Ministerio de
Defensa de la Nación. En resumen, el Presidente ejerce un control civil
sobre las Fuerzas Armadas y le saca facultades de las que gozaban al
término de la última dictadura militar.
Por otra parte, desde el Gobierno se anunciará próximamente que los militares se hagan cargo de la seguridad interior en el país. La idea se está gestando en el ministerio de Defensa y el proyecto se presentaría en los próximos meses.
MILITARES A LOS ACTOS PATRIOS
El Gobierno cumplió hasta la letra chica del pedido desde un editorial de La Nación.
Allí se solicitaba que los militares ocupen un lugar importante y
vuelvan a las calles en los actos patrios para el 9 de Julio, como hacía
16 años no sucedía.
El macrismo obedeció y
así fue. El día del Bicentenario no sólo estuvieron militares sino que
además estuvieron dos personajes polémicos: Aldo Rico y Emilio Nani.
El primero dos veces intentó hacer un golpe de Estado. El segundo,
militar reconocido por reivindicar la dictadura. El Presidente al otro
día los justificó y habló de reconciliación.
A
fin de junio, La Nación había solicitado: "Retomar la tradición de las
grandes ceremonias militares conmemorativas es coherente con los gestos
gubernamentales en pos de la unidad nacional".
RECIBIR A VICTIMARIOS
Desde
el diario se ha destacado la labor de la Asociación Civil del Centro de
Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), que nuclea a familiares y amigos de militares y ex policías de la última dictadura presos o muertos. La Nación pidió desde
diferentes notas y editoriales que sean recibidos por el Gobierno
nuevo. El ministro de Justicia, Germán Garavano, tuvo un encuentro que
en su momento no fue notificado oficialmente pero que sí fue difundido
por la organización.
"Se restringe con
exclusividad a lo ocurrido luego del 24 de marzo de 1976, cercenando la
historia, desapareciendo a las víctimas del terrorismo de la misma y
ensalzando a quienes fueron sus agresores, justificando sus acciones
delictivas y eliminando cualquier rastro de culpabilidad y
responsabilidad en la tragedia que todo el pueblo argentino vivió en los
años 70", afirma un editorial entre otros publicado el 9 de noviembre
de 2015.
LOS DOS DEMONIOS
"No más venganza". El editorial repudiado hasta por los propios trabajadores del diario La Nación fue el que más rechazo generó. Porque fue publicado un día después de la victoria de Mauricio Macri en el balotaje presidencial.
Allí se da cuenta de una parte de la historia que alimenta la "Teoría de los dos demonios" de una manera poco decorosa y violenta.
"Los trágicos hechos de la década del setenta han sido tamizados por la
izquierda ideológicamente comprometida con los grupos terroristas que
asesinaron aquí con armas, bombas e integración celular de la que en
nada se diferencian quienes provocaron el viernes 13, en París, la
conmoción que sacudió al mundo. Aquella izquierda verbosa, de verdadera
configuración fascista antes y ahora, se apoderó desde comienzos del
gobierno de los Kirchner del aparato propagandístico oficial", afirma La
Nación. Y agrega al final: "Sujetos que han sido responsables de haber
incendiado al país en los años setenta convencidos de que las armas de
fuego y los explosivos, con sus secuelas de muerte y dolor".
Estos
ocho meses de gestión se vieron caracterizados por un desfile de
personajes de los medios y de la política que a viva voz dejaron
entrever su postura sobre la "Teoría de los dos demonios" y alimentados por guiños del oficialismo. Así fue como Darío Lopérfido negó los 30 mil desaparecidos de la dictadura. Y hasta en Tecnópolis un cartel habla de 8 mil desaparecidos con la excusa de una cita textual a la Conadep (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas).
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