- - - Servicio Informativo "Alai-amlatina" - - -
Síganos en Facebook: www.facebook.com/America.Latina.en.Movimiento
y Twitter: @ALAIinfo
Síganos en Facebook: www.facebook.com/America.Latina.en.Movimiento
y Twitter: @ALAIinfo
Naciones
Unidas: transnacionales y DD.HH.
Avanza
construcción de instrumento vinculante
María Fernanda
Espinosa Garcés
Artículo publicado en
la Revista América Latina en
Movimiento No. 520
(diciembre 2016)
titulada Transnacionales
y Derechos
Humanos.
ALAI AMLATINA, 16/12/2016.- Bajo el auspicio de
Ecuador y Sudáfrica, el 26 de
junio de 2014 el Consejo de Derechos Humanos (HRC) adoptó la
resolución
A/HRC/RES/26/9 (26/9) “Elaboración de un instrumento
internacional
jurídicamente vinculante sobre las empresas transnacionales y
otras empresas
con respecto a los derechos humanos”, tarea que se encomendó al
Grupo de
Trabajo Intergubernamental de Composición Abierta constituido
por la misma
resolución. La primera sesión del Grupo de Trabajo se realizó en
julio de 2015,
y Ecuador fue electo para presidir dicho Grupo.
El 11 de marzo de 2016
presenté el informe
de la primera sesión, en el marco de la 31ª sesión del Consejo
de Derechos
Humanos en marzo 2016.[1]
En la Segunda Sesión del Grupo de
Trabajo sobre transnacionales y derechos humanos, se evidenció
un mayor apoyo
de los Estados y de las organizaciones sociales, para la
elaboración del
mencionado instrumento internacional, que se realizó en las
Naciones Unidas, en
Ginebra, del 24 al 28 de octubre de 2016, en cumplimiento de la
Resolución 26/9
aprobada por el Consejo de Derechos Humanos.
A diferencia de la sesión del año
pasado, se contó también con la participación de la Unión
Europea, lo cual está
en línea con la Resolución del Parlamento Europeo, en la cual
insta a los
países miembros a participar constructivamente en las
negociaciones. Varias
ONGs europeas expresaron su
satisfacción por la presencia de la Unión Europea, indicando que
les
corresponde estar en esta sala.
Este creciente apoyo se produce, en
parte, como resultado de un intenso trabajo de consultas,
actividades y eventos, no sólo en Ginebra, sino
también en otras ciudades del mundo, llevadas a cabo por la
Presidencia del
Grupo de Trabajo. En
estos diálogos han
participado representantes de Estados, parlamentos, organismos
multilaterales y
organizaciones sociales. Esto
ha
permitido un intercambio de criterios, lo que facilitó definir
tanto los puntos
que requerían mayor discusión, así como la creación de un
ambiente de diálogo
que se evidenció en la Segunda Sesión, en la cual los países
expresaron su
confianza para que ocupara nuevamente la Presidencia.
Una mención especial merecen las voces
de las organizaciones sociales y de la sociedad civil, muchas
reunidas bajo la
denominada Alianza para el Tratado, conformada por más de 1000
organizaciones y
movimientos sociales de todo el mundo, cuyos integrantes han
reiterado en los
diferentes continentes su apoyo decidido al proceso de
elaboración del
instrumento vinculante y al cumplimiento del mandato del Consejo
de Derechos
Humanos.
Sin duda, la Resolución 26/9, presentada
por Ecuador y Sudáfrica, es un punto de quiebre en la evolución
de la normativa
internacional de los derechos humanos, pues abrió el camino para
avanzar en la
tarea de completar vacíos importantes en el derecho
internacional de los
derechos humanos.
De
acuerdo con los datos de la Conferencia
de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), alrededor del ochenta por ciento de
bienes se producen de forma deslocalizada,
a través de cadenas de
producción ubicadas en diferentes jurisdicciones territoriales.
Es por tanto importante
que en este complejo
entramado, los
derechos humanos tengan un rol central y se cuente con reglas
generales y universales, cuyo
cumplimiento brinde seguridad en beneficio de todos: de los
Estados, de las
empresas y sobre todo, de los seres humanos que pueden correr el
riesgo de que
sus derechos sean menoscabados por acciones indebidas.
Como señalé en la intervención inaugural,
mantenemos nuestra visión respecto a que un instrumento
internacional
jurídicamente vinculante está llamado a constituirse en la
herramienta ideal
para fijar reglas claras y universales sobre la operación de las
empresas
transnacionales. Estas
se aplicarían en
igualdad de condiciones, en un contexto predecible, a través de
un marco
internacional para el cumplimiento de los derechos humanos, lo
que permitirá
llevar justicia y reparación para quienes han sido afectados por
prácticas
empresariales inadecuadas.
Como
señaló en su intervención
Alfred de Zayas, Experto Independiente de la ONU para la
Promoción de un Orden
Internacional Democrático y Equitativo, la auto-regulación y los
principios
voluntarios con los cuales se pueden guiar las empresas
transnacionales, tienen
un límite, y por tanto, se requieren normas vinculantes, con
controles
nacionales e internacionales. Zayas
recordó
que en su informe de 2016 al Consejo de Derechos Humanos,
recomendó que los
Estados deben cooperar con el grupo de trabajo que elabora el
instrumento
vinculante para que sea adoptado de manera expedita, tomando
como base los
Principios Rectores de Negocios y Derechos Humanos, definiendo
los mecanismos
de monitoreo, exigibilidad y reparación a las víctimas de abusos
cometidos por
transnacionales.
Por otro lado, se ha evidenciado que
existe una asimetría de poder, donde las transnacionales pueden
acceder a
mecanismos de arreglos de diferencias y demandar a los Estados,
sin embargo, ni
éstos ni las comunidades tienen mecanismos internacionales para
asegurar el
cumplimiento de los derechos humanos, el acceso a la justicia y
la reparación.
Una de las principales preocupaciones que
abordaría este instrumento es precisamente el tema del acceso a
la justicia
para las víctimas de violaciones de derechos humanos cometidos
por empresas
transnacionales. Durante
esta sesión, el
Grupo Africano señaló, por ejemplo, que las violaciones de los
derechos
humanos, en áreas como la degradación ambiental, la eliminación
de desechos
tóxicos y la utilización del trabajo infantil por parte de
transnacionales,
afectan de manera desproporcionada a los grupos marginados y
empobrecidos, lo
cual exacerba las preocupaciones existentes sobre los derechos
humanos en el
continente.
Ahora ya
estamos en proceso
de preparación para la Tercera Sesión del Grupo de Trabajo, que
se realizará en
2017, en la cual ya debemos presentar una propuesta para ponerla
a
consideración de los Estados e iniciar el proceso de
negociación.
Para Ecuador, uno de los principales
ejes de su política exterior es contar con un nuevo tratado
sobre empresas
transnacionales y derechos humanos, por lo cual se ha definido
una activa
participación internacional. El
Presidente de Ecuador, Rafael Correa, hizo un llamado a los
Estados para que
participen en la elaboración del instrumento vinculante en la
Asamblea General
de las Naciones Unidas en 2015. A su vez, el Ministro de
Relaciones Exteriores
y Movilidad Humana, Guillaume Long, reiteró este llamado en sus
intervenciones en el Consejo de Derechos Humanos. Al mismo tiempo, la
importancia del proceso
de elaboración del instrumento vinculante ha sido incorporada
en las declaraciones
de la Cumbre Iberoamericana, del Movimiento de No-Alineados,
del MERCOSUR y de
la OEA. También está
prevista la
realización de un taller sobre el tema con UNASUR.
Quizás uno de los principales aportes a
este proceso se produjo en el Primer Taller Regional sobre el
Instrumento
Vinculante realizado en Quito el 6 y 7 de octubre, en el cual se
contó con la
participación de 15 países de la región y 17 instituciones
nacionales, así como
el aporte de expertos internacionales
A su vez, en Ecuador, la Cancillería ha
conformado la Mesa Interinstitucional que reúne a 17
instituciones del Estado,
en la cual se analizan y proponen aspectos a ser considerados en
el futuro
instrumento vinculante. Se
mantuvo
también una primera reunión con organizaciones sociales para
discutir el
alcance del instrumento vinculante, tarea que se continuará en
la preparación
de la Tercera Sesión del Grupo de Trabajo en 2017.
El
camino que sigue
En la semana de trabajo en la Sala de
las Civilizaciones en el Palais Wilson de Naciones Unidas en
Ginebra, se realizaron 6
paneles con más de 30
expertos, lo cual fue enriquecido con las intervenciones de los
Estados y los
aportes de la sociedad civil y otros actores. Se contó con la participación
de 80 Estados;
la Unión Europea; la Santa Sede, el Estado de Palestina, el
Consejo de Europa,
la Cruz Roja, la Organización Internacional del Trabajo, la
Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), el
Programa de Naciones
Unidas para el Ambiente y el South Centre; y 40 ONGs con estatus
consultivo con
la ONU.
Todos
los aportes, elementos y reflexiones de la semana de trabajo,
así como las
contribuciones escritas, permitirán abordar los enfoques y temas
para cumplir
con el mandato del Consejo de Derechos Humanos.
Con estos elementos se elaborará un proyecto de
instrumento
internacional jurídicamente vinculante, a partir de la Tercera
Sesión del Grupo
de Trabajo, que deberá celebrarse en el año 2017.
El
informe de trabajo es una muestra que la labor de este Grupo de
Trabajo ha
ganado en fuerza, en contenido, en espesor político y en
participación. Es un
proceso vigoroso y en marcha, con el
objetivo claro de cumplir con el mandato de la Resolución 26/9. Desde el ejercicio de la
Presidencia,
constatamos que cada vez hay más voces, más países, más sectores
que aspiran a
establecer equilibrio y claridad a la relación entre empresas
transnacionales y
sus obligaciones y responsabilidades con respecto a los derechos
humanos. Además, se
trata de un proceso necesario y
oportuno para llenar un serio vacío en la normativa
internacional de los
derechos humanos. Pero,
sobre todo, se
trata de un proceso que busca, por un lado, servir como una
herramienta
preventiva y por otro, que las víctimas de abusos corporativos
tengan una
herramienta jurídica general para defender sus derechos y
obtener reparaciones.
Es
importante señalar que el período intersesional siguiente será
mucho más activo
e intenso, pues se requerirá redoblar las consultas y el diálogo
para
garantizar la participación informada y deliberante de todos los
actores, la
voluntad política y la decisión de avanzar.
Como
señalé en mi mensaje de clausura de la Sesión, debemos
aprovechar esta
oportunidad histórica para lograr un marco regulatorio
internacional sobre
derechos humanos para las empresas transnacionales, que
establezca reglas
claras, predecibles y universales que faciliten una inversión de
calidad, pero
sobre todo, que contemos con parámetros específicos de
observancia general de
derechos humanos, de manera que ni el vacío legal ni la falta de
claridad
normativa, provoquen impunidad en casos de abusos de derechos
humanos cometidos
por el sector corporativo. Ha
quedado
claro en esta jornada de trabajo que en este proceso tenemos un
compromiso con
las víctimas y que la prevalencia y supremacía de los derechos
humanos por
sobre otros intereses debería dejar de ser una aspiración, para
convertirse en
una obligación.
María Fernanda
Espinosa Garcés, Presidenta-Relatora del Grupo de Trabajo de
Naciones Unidas sobre Transnacionales y Derechos Humanos. Representante Permanente
del Ecuador ante la
ONU-Ginebra.
URL de este artículo: http://www.alainet.org/es/articulo/182421
Contribuciones: http://alainet.org/donaciones.php
Mas informacion: http://alainet.org
FaceBook: http://facebook.com/America.Latina.en.Movimiento
Twitter: http://twitter.com/ALAIinfo
RSS: http://alainet.org/rss.phtml
______________________________________
Agencia Latinoamericana de Informacion
email: info@alainet.org
Suscripciones: http://listas.alainet.org/listas/subscribe/alai-amlatina
No hay comentarios:
Publicar un comentario