Medio siglo decisivo para la medicina cubana
El
25 de noviembre de 1966 el entonces ministro de Salud Pública doctor
José Ramón Machado Ventura, mediante resolución ministerial, dejó
oficialmente inaugurado, en un acto efectuado en el Consejo Científico,
el funcionamiento de ocho Institutos de Investigaciones de Ciencias
Médicas de Cuba.
Noviembre de 1966 es una fecha a la que deberá volver siempre la medicina cubana, que fue otra, definitivamente mejor, después de aquel día 25. El entonces ministro de Salud Pública doctor José Ramón Machado Ventura, mediante resolución ministerial, dejó oficialmente inaugurado, en un acto efectuado en el Consejo Científico, el funcionamiento de ocho Institutos de Investigaciones de Ciencias Médicas de Cuba «que iniciarían sus labores inmediatamente», reseñó el diario Granma del día siguiente.
Así fue, y en un breve lapso de tiempo luego de ese día, comenzarían sus funciones ocho centros que, no tardarían tampoco, en convertirse en pilares para las investigaciones médicas en la Isla, y que marcaban además la política oficial de desarrollo de la atención médica terciaria en el país, la cual, junto al desarrollo de la atención médica primaria y secundaria, constituyen la base estratégica del desarrollo alcanzado por la salud pública cubana.
Promover y desarrollar las investigaciones científicas y la innovación tecnológica, brindar una asistencia médica altamente calificada y contribuir a la formación de personal de nivel científico elevado en cada una de las especialidades, con el fin de dar respuesta a los principales problemas de salud de la población cubana fue la misión, que han cumplido y permite que hoy, a la luz de medio siglo, la medicina cubana lleve su impronta.
Instituto Nacional de Angiología y Cirugía Vascular (INACV)
Lidera el desarrollo de la especialidad en el país mediante la creación, la introducción y la diseminación de nuevos conocimientos y tecnologías en un proceso continuo donde se integra armónicamente la atención médica y de enfermería altamente especializada, las investigaciones e innovaciones tecnológicas, así como la formación de posgrado, en lo referente a la atención integral (preventivo y curativa) de las enfermedades arteriales, linfáticas y venosas.
El INACV fue pionero en el empleo de estimulantes biológicos en el tratamiento de las lesiones de las extremidades, en especial del medicamento «Heberprot-P»: factor de crecimiento humano recombinante, la única terapia de reemplazo desarrollada en el mundo capaz de lograr granulación efectiva y potenciar la cicatrización en úlceras del pie diabético.
Entre los logros del INACV figuran el desarrollo de
la hemodinámica vascular y de la angioradiología como importantes
sistemas de diagnóstico, así como de investigaciones relacionadas con
las diferentes enfermedades arteriales, la angiopatía diabética y la
flebolinfología; el amplio trabajo de detección del «pie diabético» y de
las complicaciones crónicas de la Diabetes Mellitus, acometiendo la
cirugía revascularizadora de estos pacientes cuando ella se requiere.
Además, la creación y empleo de anticuerpos monoclonales para el
diagnóstico de las dislipidemias; el uso de técnicas quirúrgicas de
avanzada en cirugía vascular; así como la estrecha vinculación con
servicios provinciales del país, otros Institutos Nacionales de
diferentes especialidades, y centros científicos.
Promueve y desarrolla la investigación científica e innovación tecnológica en las especialidades de Hematología e Inmunología y dentro de ellas, la medicina transfusional y la medicina regenerativa, dando respuesta a los problemas fundamentales de salud de la población, formando y capacitando al personal científico para brindar un servicio médico acorde al nivel terciario de atención, y asegurando una asistencia médica de elevado nivel, que logre un mejor pronóstico, curación, supervivencia y calidad de vida.
Gran impacto ha tenido el desarrollo de la terapia con células madre y su aplicación en la Medicina Regenerativa en diferentes especialidades con extensión a todo el país.
El diagnóstico y tratamiento de las Hemopatías
Malignas, leucemias, linfomas, mieloma múltiple y otras discrasias de
células plasmáticas, así como de la anemia drepanocítica y
hemoglobinopatías; el desarrollo de un programa de atención integral a
la hemofilia y otros trastornos de la coagulación, y de la
histocompatibilidad del trasplante renal y hematopoyético de médula ósea
y sangre periférica, entre muchas más líneas de desarrollo, hacen que
este instituto haya alcanzado resultados relevantes en su trayectoria.
Entre los mismos podemos citar el tratamiento de la
leucemia linfoblástica aguda pediátrica con protocolos internacionales,
que han permitido hasta un 80 % de curación en Cuba, y el tratamiento
de la leucemia mieloide aguda con altas dosis de antraciclinas, con
remisión de hasta dos años. Asimismo, el poder implementar el Registro
Nacional de Inmunodeficiencias Primarias, e introducir alta tecnología
en Inmunohematología y su uso en el aseguramiento de la transfusión
sanguínea.
Con su fundación se inicia el desarrollo de la nefrología en Cuba, reconocida como especialidad en la misma fecha, y que apenas cuatro años después protagonizaba el primer trasplante renal exitoso. De ese núcleo fundador, encargado de promover la investigación científica y la innovación tecnológica en el campo de la nefrología, así como formar y capacitar el personal científico y profesional necesario para brindar un servicio de asistencia médica en correspondencia con el nivel terciario de atención, nació la actual red nefrológica del país que ya cuenta con 51 servicios y nueve centros de trasplantes.
La institución ha logrado realizar cerca de 1 500 trasplantes y ya suman en el país alrededor de 6 000 pacientes beneficiados con este proceder.
Fue para el año 1989, cuando se inaugura la
ampliación del INEF por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, que se
crea el centro Coordinador del Programa de Enfermedad Renal Crónica,
Diálisis y Trasplante, y desde entonces fortalecer la actividad de
trasplante renal y dotar al mencionado programa de un papel más activo
ha sido tarea esencial para este instituto; que tiene además entre sus
prioridades desarrollar y extender progresivamente una Estrategia
Preventiva de alcance comunitario, capaz de frenar el curso epidémico de
la enfermedad renal crónica.
En todo esto ha jugado un papel fundamental la
introducción y extensión a todo el país de las tecnologías de avanzada
en la especialidad, como los riñones artificiales y los sistemas de
tratamiento de agua para hemodiálisis; así como de productos
desarrollados por la Industria Farmacéutica y Biotecnológica cubana como
la Eritoproyetina Humana Recombinante y la vacuna anti-hepatitis B.
Particular impacto ha tenido además la introducción y extensión de la
diálisis peritoneal domiciliaria desde el 2007.
Creado para garantizar el fundamento científico–técnico del desarrollo de la endocrinología en Cuba, a partir de la ejecución de programas de investigación y desarrollo que permitan formar el personal científico y adquirir los conocimientos y habilidades necesarios para optimizar la prevención y el control de las principales enfermedades endocrinológicas que afectan a la población cubana, este instituto brinda asistencia médica integral y de excelencia sustentada en las buenas prácticas médicas y en la medicina basada en la evidencia.
Como resultado del trabajo desplegado en la educación terapéutica a pacientes y familiares con diabetes mellitus la institución es Centro de Colaboración para la Educación Integral al Paciente con Diabetes Mellitus, lo cual, entre otros aspectos, posibilita que el país exhiba los mayores índices de control glucémico en la región.
También en virtud de la experiencia y éxitos
logrados en el campo de la reproducción asistida, así como en el estudio
de la infertilidad, el Instituto Nacional de Endocrinología es Centro
de Colaboración para las investigaciones en reproducción humana
Organización Mundial/Panamericana de la Salud.
Del mismo modo esta institución dirige, controla y
participa en programas como el de Diabetes y embarazo, con el cual se
logra la disminución de la mortalidad materna y perinatal, así como la
reducción de malformaciones congénitas en el producto de la concepción;
el programa de Hipotiroidismo congénito, gracias al cual hasta hoy casi
un millar de niños no padecen retraso mental y disfrutan un crecimiento y
desarrollo normal; el programa de Hiperplasia adrenal congénita (HAC),
cuya posibilidad de diagnóstico temprano pone al país al frente en
Latinoamérica en el diagnóstico temprano de los trastornos del
desarrollo sexual y en especial a la HAC como una de sus causas más
frecuentes.
Además el INE colabora con el programa de reducción
de trastornos por déficit de yodo y desarrolla estudios epidemiológicos
a fin de identificar los factores de riesgo asociados con la fractura
por fragilidad (Osteoporosis). Fue en esta institución donde se inició
el Programa para la formación del especialista en Endocrinología, basado
en un modelo integral donde el método clínico constituye una parte
esencial para lograr una atención asistencial de excelencia.
Como núcleo rector de la especialidad de oncología, este instituto apuesta por ser una entidad de tecnología e innovación, para la investigación, la asistencia, la docencia, y la asimilación de tecnologías, con una producción científica y de innovación tecnológica que genere un servicio asistencial de alta calidad y eficiencia, el cual propicie la participación profesional y comunitaria en los programas de control del cáncer y logre la satisfacción plena de pacientes, familiares y trabajadores.
Al INOR se le otorgó la Certificación en Buenas Prácticas Clínicas por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed), un reconocimiento a la honrosa labor de sus trabajadores, y a la trayectoria investigativa de una institución pionera en la realización de ensayos clínicos en América Latina.
La incorporación de nuevas tecnologías de alta
complejidad para garantizar la calidad de los procesos asistenciales,
docentes e investigativos —entre las que destacan las imágenes mediante
la SPET-CT, las cámaras gamma dedicadas a tiroides, la Gamma Cámara para
ganglio centinela, la braquiterapia con fuente de cobalto, el citómetro
de flujo y el tomógrafo de alta resolución—, junto al perfeccionamiento
científico técnico de las especialidades para el diagnóstico y
tratamiento del cáncer constituyen líneas de desarrollo estratégicas de
esta institución.
En ese sentido, la introducción de nuevos fármacos,
incluyendo la inmunoterapia en el tratamiento del cáncer y el
desarrollo de la genética en oncología, unido al perfeccionamiento de la
cirugía de mínimo acceso en distintos tipos de localizaciones y la
aplicación de tecnologías de alta complejidad de reciente incorporación,
como la radioterapia superficial, la intraoperatoria y la radiocirugía
por imágenes ocupan un papel relevante.
Numerosos son los resultados alcanzados desde su
fundación por el INOR, una institución clave de cara al cuadro de salud
de la población cubana, que ha incrementado significativamente su nivel
de actividad asistencial y que hoy tiene en ejecución unos 39 ensayos
clínicos y 41 proyectos de investigación.
Ha entrenado y graduado generaciones de cardiólogos y cirujanos cardiovasculares que fueron el germen de las nuevas instituciones creadas progresivamente en el país. Tiene la misión de promover y desarrollar la investigación científica y la innovación tecnológica en este campo, formar y capacitar el personal científico y profesional necesario, para brindar atención médica a pacientes nacionales y extranjeros, con elevado nivel científico, humanista, revolucionario, ético e internacionalista.
Junto a la cirugía mínimamente invasiva y el desarrollo de técnicas de ecocardiografía avanzada el ICCC se enfoca hoy además en perfeccionar el tratamiento de arritmias complejas (arritmias ventriculares y fibrilación auricular), un área donde ha obtenido importantes resultados en este medio siglo, a partir de la introducción y comienzo de estudios electrofisiológicos hace más de tres décadas, y el tratamiento quirúrgico, que hacen que el servicio de arritmias y estimulación cardiaca de este centro sea uno de los más consolidados de la región y del mundo.
Numerosos logros cuentan en la trayectoria del
ICCC, entre los que destacan la introducción del método de diagnóstico y
tratamiento intensivo de reanimación post operatorio, la introducción
de la epidemiología y prevención a las enfermedades cardiovasculares, el
desarrollo de investigaciones al avance de la especialidad, la
asimilación de nuevas técnicas y métodos de rehabilitación cardíaca, la
incorporación de la ecocardiografía y electrocardiografía ambulatoria,
la ecocardiografía tridimensional, la tomografía multicorte, los
estudios de medicina nuclear así como de nuevas técnicas quirúrgicas
paliativas y reconstructivas, especialmente en menores de un año.
Otros son la introducción de la coronariografía de
forma sistemática, el desarrollo constante del tratamiento quirúrgico de
las valvulopatías, la angioplastia coronaria transluminal percutánea,
la angioplastia en el curso del Infarto Agudo, además de la
incorporación de forma sistemática de la Valvuloplastia Mitral
percutánea. La cirugía de raíz aórtica, cayado y troncos
supraventriculares, el tratamiento de cardiopatías estructurales
mediante las endoprótesis aórticas y el desarrollo de la resonancia
magnética en cardiología son algunas de las líneas de investigación a
desarrollar y potenciar en el futuro inmediato.
El hospital de Neurología y Neurocirugía, fundado en enero de 1962, pasaría apenas cuatro años después a ser como Instituto, el centro rector de la investigación clínica en neurociencias en Cuba, con la clara misión de ofrecer servicios de excelencia en la investigación, la docencia y la atención médica altamente especializada en Neurología y Neurocirugía y dar respuesta así a problemas de salud como por ejemplo la enfermedad vascular encefálica (infartos cerebrales) y las enfermedades degenerativas neurológicas (Parkinson, demencia), entre otras.
El diagnóstico prenatal de enfermedades neurológicas como la atrofia espinal, es uno de los logros relevantes de esta institución.
Los impactos fundamentales logrados por la
institución en estas cinco décadas se relacionan con la epidemiología de
enfermedades neurológicas (Parkinson, ELA, Guillain-Barré, sincope
neurogénico o vasovagal, epilepsias, enfermedad cerebrovascular, tumores
cerebrales), la aplicación de técnicas bioquímicas e inmunológicas para
su diagnóstico temprano y caracterización; el diagnóstico de la muerte
encefálica y trastornos de conciencia, y sus implicaciones filosóficas;
el desarrollo de nuevos métodos, procedimientos y equipos para el
diagnóstico de enfermedades neurológicas basados en técnicas de registro
electrofisiológicas así como para la evaluación de pacientes con
epilepsia, el diagnóstico molecular prenatal y de portadoras de
enfermedades neurológicas severas (atrofias espinales y musculares)
entre muchos otros.
Es el centro rector de la gastroenterología en Cuba, y con cinco décadas de existencia es dueño de una longeva trayectoria en el diagnóstico y tratamiento de las afecciones del tracto digestivo. Constituye una institución de realce en el campo de la investigación, donde, entre otras temáticas, el estudio de las enfermedades del hígado, cobra fuerza y muestra importantes resultados. En su seno, la Gastroenterología pediátrica y la hepatología, también encuentran gran apoyo y desarrollo inestimable.
Desde el Instituto de Gastroenterología se demostró la eficacia y seguridad del PEG-Heberon y la ribavirina en el tratamiento de la hepatitis crónica C, y se estableció su protocolo de introducción al Sistema Nacional de Salud.
El Instituto de Gastroenterología ha aportado al
sistema de salud cubano un gran número de resultados que han impactado
positivamente en los índices de salud de la población cubana, entre los
que se encuentran, además de la incorporación y perfeccionamiento de
técnicas y procederes diagnósticos y quirúrgicos, la ejecución de varios
ensayos de fármacos obtenidos por instituciones científicas del país a
través de la investigación aplicada, así como de técnicas inmunológicas,
como es el caso de la detección de sangre oculta en heces fecales.
También, la creación de un Sistema automatizado
ProGastro para el registro de los procederes endoscópicos, el cual se
encuentra en funcionamiento en cinco centros hospitalarios de
importancia en el país (CIMEQ, Centro Nacional de Cirugía Endoscópica,
Hospital «DR. Luis Díaz Soto», Hospital «Dr. Carlos J Finlay» y el
propio instituto).
Estudios de este centro han establecido las
condiciones determinantes y factores predisponentes de las enfermedades
del sistema digestivo más frecuentes en el país.
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