UN PERÓN ETERNO: PERÓN FILOSÓFICO
C.A.B.A., Argentina, UNASUR-CELAC, EL EMILIO,
Por Jorge Rachid
Si San
Martín, cuando reúne los Pehuenches y Mapuches en el Paraje La Consulta
en Mendoza, para asociarlos a su campaña Libertadora, les dice : yo soy
de sangre india como ustedes, rápidamente lo asociamos a Perón
escribiendo su Diccionario Castellano – Mapuche cuando todavía era Juan
Domingo, hijo de madre Tehuelche. Ese dato lo pone al lado de Juan
Manuel de Rosas cuando éste escribe Gramática de los Pueblos Pampas, en
un hilo conductor de la historia de los líderes populares, que los
entrelaza con los pueblos originarios.
Pero el
Perón criado entre paisanos y hombres de campo, que de mayorcito, para
entrar al Colegio Militar termina en forma acelerada sus estudios,
incorpora el lenguaje del pueblo y la curiosidad investigativa, que
temprano en su formación militar le permiten, siendo aún Juan Domingo,
escribir Apuntes de Historia Militar.
Sin embargo
en sus destinos diversos y en el exterior, va comprendiendo y asimilando
una concepción del mundo que amplía su campo de acción, haciendo de la
Política Internacional su objeto de estudio. Así desde los griegos al
desarrollo integral de la historia van acrecentando su caudal de
conocimientos y preparando a Juan Domingo, para ser Perón. En efecto, la
planificación estratégica, herramienta esencial que recién asomaba en
el mundo, es objetivo a construir, de ahí al GOU, hay un paso hacia el
poder.
Desde que
retorna al país desde Europa, también Perón comienza a absorber de dos
fuentes del pensamiento la de FORJA esencialmente, expresión acabada de
la conciencia nacional acumulada y consolidada con la experiencia
Irigoyenista, y las propuestas jóvenes de un socialismo que repitiendo
las banderas europeas, comienza a plasmar un conjunto de leyes
socialmente justas, pero nunca llevadas a la práctica por su lejanía
política de la realidad nacional.
Así Juan
Domingo ya convertido en Perón por el pueblo, en la gesta que recupera
la memoria e identidad de la conciencia nacional forjada desde antes de
1810, incorpora a los trabajadores como columna vertebral de su política
y comienza su lucha, ahora desde el gobierno encadenando primero el
Primer Plan Quinquenal, su herramienta económico social en 1947, luego
la Nueva Constitución Nacional en 1949 como eje político institucional y
convocando al Congreso de Filosofía de Mendoza, en el marco doctrinario
filosófico del peronismo que se convierte en el segundo en importancia
del siglo XX, con ponencias desde Heidegger hasta los filósofos
latinoamericanos, recuperando Martí, Rubén Darío, Vasconcellos,
Mariátegui, Rodo, el Ugarte nuestro entre otros. Perón cierra ese
congreso con La Comunidad Organizada, expresión de la superación de la
democracia de los representantes por la democratización del poder,
limitando el poder de las concepciones democrático burguesas.
Ya antes al
asumir había planteado nuevas concepciones político filosóficas como La
Tercera Posición en un mundo repartido por los imperios en Yalta por
Stalin, Rooselvelt y Churchill. Dijo NO al FMI en 1951 después de los
Acuerdos de Bretton Boods, de ahí a la Marcha Peronista “combatiendo al
capital” hay un paso. El mismo Perón procede en 1973 a desbloquear al
hermano país de Cuba con 2.000 millones de dólares y nos regala 60 días
antes de morir su testamento político: Modelo Argentino para un Proyecto
Nacional, donde llama al pueblo argentino a defender el agua dulce, los
recursos naturales y los alimentos frente a la depredación del Imperio.
Ese Perón
inmenso que conduce la Resistencia a 17 mil km de distancia, que envía
cintas, cartas, mensajes para seguir adoctrinando desde una concepción
de Patria y de Pueblo, es quien escribe La Fuerza es el Derecho de las
Bestias, La hora de los Pueblos, cunado ya antes en gobierno había
redactado Conducción Política y editado su discurso de La Comunidad
Organizada, junto a las 20 Verdades y miles de conferencias.
Ese Perón
todavía necesita ser resignificado, rescatado por el pueblo y la
militancia peronista, donde quizás su profundización no sólo
intelectual, sino práctica, hubiesen hecho entender los pasos dados en
ese camino, por los últimos doce años de gobierno peronista donde
siempre el objeto de la política fue el hombre, como dice nuestra
doctrina en su concepción biocéntrica del Modelo Social Solidario, que
es identitario del pueblo argentino, profundamente latinoamericanista y
esencialmente emancipador, construyendo Soberanía.
Ese Perón es
que vive y seguirá viviendo para el pueblo argentino y revalorizado en
el mundo, como cuando se gestó el Movimiento de los países del Tercer
Mundo y fue homenajeado estando en el exilio.
Jorge Rachid
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