Revista Herramienta Nº 59. Indice
Revista Herramienta Nº 59
Primavera de 2016 – Año XX
ISSN 1852-4710
Dossier: Los intelectuales hoy: balances y perspectivas
Los intelectuales y la organización de la cultura.
Carlos Nelson Coutinho
¿Intelectuales ausentes?
Russell Jacoby
Atajar la distopía. El “intelectual insomne” y la voz de alerta
José Guadalupe Gandarilla Salgado
Un intelectual destructivo
Entrevista a Paulo Arantes
La autocrítica de la intelectualidad revolucionaria: Oscar Terán y la historia de las ideas argentinas
Omar Acha
Esplendores y miserias de los intelectuales críticos
Miguel Vedda
Argentina
El ceomacrismo, las Alianzas Público-Privadas y cambios estratégicos del capitalismo
Edgardo Logiudice
La cuestión de la ceocracia y la naturaleza del gobierno macrista
Alberto Bonnet
Latinoamérica
La paz de los empresarios. Impunidad y olvido para los financiadores de la guerra contrainsurgente
Renan Vega Cantor
Los tratados de libre comercio
Alberto Wiñazky
Política y derechos humanos
Una fisura en el muro de la impunidad
La Querella Argentina contra los crímenes de la Guerra Civil Española y del Franquismo
Julieta Bandirali
“La figura de Milagro desafía las características de una sociedad altamente conservadora, patriarcal y oligárquica”
Entrevista a Elizabeth Gómez Alcorta, por Manuel Martínez
Tu cuerpo es un campo de batalla
Martín Sagrera Capdevila: una historia del olvido
Mabel Bellucci
Comentarios de libros
Sobre Lo que usted siempre quiso saber sobre Hegel y no se atrevió a preguntar (Buenos Aires: Herramienta, 2015)
Richard Gunn
Nuevas investigaciones en teoría marxista del Estado. Sobre Antoine Artous et al., Naturaleza y forma del Estado capitalista (Buenos Aires: Herramienta, 2016)
Facundo Martín
El obrador de Aldo Casas. Sobre Aldo Casas: Karl Marx, nuestro compañero (Buenos Aires: Herramienta, 2016 -de próxima edición-)
Miguel Mazzeo
Presentación
Objeto
recurrente de reflexiones y debates a lo largo de su historia, los
intelectuales han recibido, en el curso de los últimos decenios, una
atención intensa y variada. Los artículos que integran este dossier
abordan la cuestión desde múltiples puntos de vista. El del prestigioso y
entrañablemente recordado Carlos Nelson Coutinho (1943-2012) parte de
una caracterización del concepto gramsciano de sociedad civil y de las ideas de filósofo sardo sobre la organización de la cultura con
vistas a destacar la importancia específica de la “batalla de las
ideas” en el marco de la lucha general en contra del capitalismo y a
favor de una verdadera democracia socialista. A partir de estas
consideraciones teóricas, el pensador brasileño realiza una ejemplar
reseña histórica del papel desempeñado por los intelectuales en la
historia del Brasil moderno, desde la colonia hasta el contexto
posterior a la última dictadura militar, concluida en 1985. Concluye que
la conquista de la democracia –“de un sistema de organizaciones abierto
y pluralista, apoyado en una sociedad civil autónoma y dinámica” (pág.
25)– es base para el florecimiento de una auténtica cultura; a la vez,
la “elaboración y difusión de tal cultura, contribuyendo a la hegemonía
de los trabajadores” es “un momento imposible de eliminar en la
conquista, consolidación y profundización de la democracia, de una
democracia de masas que sea parte integrante de la lucha y de la
construcción de una sociedad socialista” (ibíd.). La contribución del
crítico norteamericano Russell Jacoby procede del primer capítulo de un
libro ya clásico sobre el tema –e intensamente provocador–, orientado a
examinar las condiciones de vida degradadas de los intelectuales en una
era culturalmente dominada por la academia. Jacoby muestra, en forma
precisa y persuasiva, de qué manera la migración de los intelectuales a
las universidades, producida masivamente a escala mundial a partir de la
segunda mitad de los años sesenta, produjo una exhaustiva (y nociva)
mutación de todos los hábitos de pensamiento y escritura. Al abandonar
los ámbitos públicos de difusión y discusión de ideas y recluirse en el
mundo relativamente autosuficiente de los campus, las nuevas
generaciones de intelectuales pasaron a emplear, por un lado, estilos de
pensamiento formalistas y burocráticos; por otro, un lenguaje
corrompido y confuso: un pesado galimatías desprovisto de cualquier
atención al estilo, incomprensible para la gran masa del público lector e
incapaz de dar cuenta de los problemas teóricos y críticos
fundamentales de la vida social. Afincados sedentariamente en la rutina
académica, los intelectuales norteamericanos más recientes –y cabe
resaltar que el modelo ha sido replicado en el plano internacional–
prefirieron renunciar al riesgo que implicaba el compromiso con los
intereses, demandas y preocupaciones de la cultura global. El pensador
mexicano José Guadalupe Gandarilla Salgado se apoya en consideraciones
de Pablo González Casanova y Noam Chomsky para realizar una lúcida
crítica de la hegemonía mundial de los EE.UU. y para definir la función
de los intelectuales en “el momento más crítico en la historia de la
humanidad”, en que a las arduas circunstancias impuestas por el
capitalismo mundial contemporáneo se suma un considerable retraso en las
luchas, e incluso la perspectiva de una “mayor derechización y hasta de
protofascismo” (pág. 49). En esta situación se torna imprescindible más
que nunca la participación activa del intelectual insomne; a quién si
no a este “le corresponde clarificar en algo tan complejo panorama”,
para que “en el cuerpo social no prevalezca la tendencia al suicidio
colectivo o a escenarios en que prive el desencanto” (ibíd.).
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